En la actualidad los niños viven en un estado de sedentarismo que acecha su salud de forma peligrosa, por eso además de un estilo de vida saludable con buena alimentación, es importante que los niños también hagan por lo menos 60 minutos de ejercicio físico diario.
Probablemente no lo sabías entonces, pero las clases de educación física que tomaste durante tus años escolares influyeron en la persona en la que te convertiste. Si tuviste clases estimulantes bien enseñadas en el gimnasio, aprendiste valiosas habilidades físicas, estableciste un patrón para una buena forma física y creciste socialmente a partir de tus experiencias. Por las mismas razones, los niños aún se benefician de la clase de educación física en la escuela.
Aunque la educación radica en el hogar y la escuela solo enseña, es necesario que tanto desde casa como desde la escuela se propicien buenos hábitos de vida físicos para que los niños y niñas de todas las edades sean capaces de entender la importancia de la buena salud física. En este sentido, la educación física tiene una gran importancia en la vida de cualquier niño, a cualquier edad.
Ejercicio físico
Las clases de educación física dan la oportunidad a los estudiantes de realizar ejercicio físico de manera constante. Es particularmente importante para el bienestar físico de los niños que no realizan actividades físicas fuera de la escuela. Una buena clase de educación física incluirá actividades que aumenten la frecuencia cardíaca, aumenten la frecuencia del pulso y aceleren el metabolismo.
Las clases de educación física pueden ayudar a enseñar a los niños habilidades que pueden ayudarlos a estar activos toda su vida. El esfuerzo físico también ayuda a la mente, ya que los niños descubrirán que pueden pensar con más claridad y que pueden concentrarse mejor en otras clases después de un período de educación física.
Coordinación y Flexibilidad
La educación física ayuda a los niños a fortalecer su coordinación. Una buena clase de educación física proporcionará una variedad de actividades que aumenten la coordinación, como lanzar y atrapar pelotas, utilizar un bate, apuntar un arco y una flecha y maniobrar una raqueta. La flexibilidad entra en juego con actividades gimnásticas como divisiones, bóvedas, espaldas y mucho más.
Dichas habilidades físicas ayudarán a los niños en actividades deportivas, danza y movimiento cotidiano. El desarrollo de habilidades físicas proporcionadas por la educación física aumenta la autoestima de las personas y sobre todo de los niños, que están formando su personalidad y es tan importante que desarrollen su identidad también a través del deporte.
Producción de endorfinas
El esfuerzo físico involucrado en la clase de educación física resulta en la producción de endorfinas en el cerebro. Las endorfinas son las hormonas "sentirse bien" que mejoran el estado de ánimo y la perspectiva. Los niños que participan en clases de deporte se benefician de la liberación de endorfinas.
La actividad física se vuelve divertida. Los efectos de las endorfinas permiten a los niños ir a sus próximas clases sintiéndose alegres, relajados y listos para concentrarse en aprender nuevas ideas. Se darán cuenta que hacer ejercicio les hace sentir bien y esto les ayudará a sentir que el deporte es bueno para ellos.
Socialización
El aspecto social de la clase de educación física no debe pasarse por alto. La clase de educación física suele ser el único momento del día en que los niños pueden hablar, reír y jugar entre ellos sin romper las reglas de la escuela. El ambiente también es uno en el que los niños pueden aprender importantes señales sociales que los ayudarán a interactuar con otros con éxito. Los niños desarrollan habilidades sociales específicas como el trabajo en equipo, el buen espíritu deportivo y el aprendizaje y el seguimiento de las reglas. Las bromas entre los niños ocurren mientras juegan juegos competitivos, pero un buen maestro puede guiarlos en el aprendizaje para resolver estas disputas naturales de manera positiva.