Durante épocas de exámenes, hay bibliotecas que permanecen abiertas las 24 horas del día, los siete días de la semana, y encontraremos en ellas a estudiantes preparados para permanecer despiertos durante toda la noche, y los que no estén en la biblioteca estarán en sus casas o en casas de otros compañeros dispuestos a no distraerse y aprovechar las horas nocturnas al máximo para aprender.
Sin embargo, la mayoría de estudiantes saben que privarse de las horas del sueño y descanso es perjudicial, pero están dispuestos a sacrificar su sueño y, en consecuencia, su salud, pensando que no volverán a hacerlo y que en poco tiempo podrán volver a dormir cuanto deseen.
Pero las investigaciones demuestran que el sueño es extremadamente importante, no solo en época de exámenes sino durante todo el curso académico. Tener hábitos de sueño irregulares afecta negativamente al rendimiento de los estudiantes, y es importante cortarlos de raíz.
Sueño errático
Dejando a un lado las noches esporádicas de estudio, generalmente la mayoría de los estudiantes no saben lo que significa tener una buena rutina para dormir. Debido al horario de las clases, las actividades extra escolares y otras actividades sociales, los estudiantes se adaptan a ciclos de sueño irregulares que pueden afectar seriamente su rendimiento académico, además de a su salud física y mental.
Tienden a compensar la falta de sueño quedándose más tiempo en la cama en sus días libres, pero esto solo empeora el ciclo irregular del sueño.
Los estudios muestran cómo un horario regular tiene un impacto significativo y positivo en la calidad del sueño, no solo en la cantidad de horas que duerme. Los estudios miden generalmente el sueño y los ritmos circadianos, así como la asociación con el rendimiento académico entre los estudiantes. Se examina el índice de regularidad del sueño, la duración del sueño, la distribución del sueño a lo largo del día y el rendimiento académico de los estudiantes participantes en estos estudios.
Queda demostrado así que es tan importante dormir y despertarse aproximadamente a la misma hora cada día como la cantidad de horas que uno duerme. Las investigaciones dejan constancia que los estudiantes que tienen patrones de sueño más regulares tenían mejores calificaciones. En cambio, cuando se trata de la duración promedio del sueño, no se han encontrado diferencias significativas entre los estudiantes con patrones de sueño irregulares y la mayoría de los que duermen regularmente.
Esto demuestra que no siempre son las horas de sueño lo que importa, sino que los hábitos regulares son los que en realidad pueden afectar tu rendimiento.
El reloj del cuerpo
Los estudios demuestran que el reloj circadiano, comúnmente conocido como el reloj del cuerpo, lleva casi tres horas de retraso en los estudiantes con patrones de sueño irregulares. Esto quiere decir que si los estudiantes con horarios de sueño irregulares tienen un examen a las 9 de la mañana, según su reloj corporal realizan ese examen a las 6 de la mañana, algo que sin duda afecta a su rendimiento.
La evaluación de estos ritmos circadianos fue posible al observar que la liberación de la melatonina del cuerpo ocurría casi tres horas más tarde entre los estudiantes con patrones de sueño irregulares. Aquellos estudiantes que duermen con regularidad tienen niveles de luz mucho más altos durante el día y niveles de luz más bajos durante la noche.
El reloj del cuerpo es sensible y necesita tiempo para adaptarse a los cambios en el horario. Esto es lo que causa el conocido desfase horario o jet lag en los viajes largos y las dificultades para adaptarse a una nueva hora para acostarse.
Los estudios descubrieron que los patrones irregulares de sueño y vigilia se correlacionan con un promedio de calificaciones académicas más bajo, un retraso en el tiempo de sueño y vigilia, y la liberación retardada de melatonina, la hormona que promueve el sueño.
Por tanto, es importante evitar usar el teléfono móvil justo antes de acostarse, ya que la exposición a la luz de la pantalla puede afectar negativamente al sueño También es importante intentar acostarse y levantarse a la misma hora todos los días para evitar alterar el reloj interno del cuerpo.
No dormir lo suficiente afecta
Las investigaciones que estudian los efectos de la falta de sueño descubrieron que esta falta de sueño afecta de manera significativa a la capacidad de los estudiantes para rendir bien en clase. Se averiguó que los estudiantes que dormían durante 9 horas horas o más al día tenían mejores calificaciones que aquellos que dormían menos de seis horas durante el mismo período de tiempo.
Además, los estudiantes que duermen menos de seis horas muestran signos de ansiedad, sentimientos neuróticos, falta de creatividad y una mayor propensión a las alucinaciones.
Problemas con el rendimiento académico
Pero, ¿cómo afectan realmente los malos hábitos de sueño y la falta de sueño al rendimiento académico de los estudiantes?
Muchos estudios han demostrado que el sueño es imprescindible para la consolidación de la memoria y la cognición. Durante la tercera fase del sueño, o sueño de onda lenta, el cerebro reproduce la información aprendida mientras se está despierto. Esto conduce a la consolidación de la memoria, en la que la información se almacena en la memoria a largo plazo.
Esto significa que si no duermes lo suficiente, tu cerebro no tiene el tiempo suficiente para ejecutar este ciclo de manera adecuada, dejándote incapaz de retener la información recogida el día anterior.
Buen descanso = Buenas notas
La verdad es que permanecer despierto toda la noche y mantener malos hábitos de sueño es perjudicial para la salud. Se ha demostrado que no dormir al menos de siete a ocho horas por la noche, de manera regular, aumenta el riesgo de contraer enfermedades como la diabetes, al mismo tiempo que favorece el aumento de peso y la disminución del sistema inmunológico.
La mayoría de los estudiantes saben que sacrificar las horas de sueño no es bueno para ellos, pero continúan haciéndolo por la inestable promesa de conseguir una buena nota. Pero en realidad, los estudiantes que no ponen al sueño y al descanso en lo alto de sus prioridades en realidad no se están haciendo ningún favor, y es posible que en la entrega de notas descubran que el sacrificio ha sido en vano.
Por tanto, recomendamos a los estudiantes a esforzarse por mantener hábitos de sueño saludables porque se encontrarán más alerta en clase y podrán retener mejor la información. Si cambia los hábitos, es posible que obtenga mejores resultados y sienta menos ansiedad. Además, la salud y el peso no sufrirán las consecuencias del mal descanso nocturno.