La leche de continuación es un tipo de leche para la lactancia artificial, pensada especialmente para bebés, que se emplea para sustituir a la leche materna cuando los niños empiezan a abandonar esta o en los casos en los que la madre deja de proporcionarla. Sirve como producto de transición hasta que los niños puedan tomar leche de vaca normal. Existen diferentes modalidades que algunos engloban dentro del término, que se diferencian, sobre todo, en las indicaciones sobre la edad del bebé que debería tomarlas.
¿Qué categorías hay?
Por una parte, tenemos la leche de continuación de tipo 1, que está indicada para los bebés de menos de seis meses y se puede suministrar en substitución de la leche materna. Por este motivo, también se le llama leche artificial de inicio. Luego está la leche de continuación de tipo 2, la propiamente dicha, pensada para bebés mayores a los cuatro o seis meses, que sirve hasta que el bebé puede consumir de forma normal leche animal sin tratamiento especial. Esta es de la que hablaremos, principalmente. Por último, la OCU reconoce un tercer tipo: la leche de crecimiento, niños mayores de un año. Esta consiste en leche de vaca a la que se le han añadido determinados nutrientes para facilitar la función renal y digestiva del niño.
Hay tres categorías de leche de continuación
¿Cuándo debemos darle a nuestro bebé leche de continuación?
La respuesta es sencilla: cuando aún no haya cumplido el año y cuando no podamos darle leche materna. La explicación nos llevará un poco más de tiempo, porque necesita algo de contexto.
La leche de continuación, o cualquier leche artificial, no se debe dar en substitución de la leche materna antes de los seis meses bajo ningún concepto, excepto si esta no se encuentra disponible, o hay una recomendación por parte del pediatra para hacerlo por alguna causa de fuerza mayor.
Las leches artificiales tuvieron un importante auge en Occidente en las décadas de 1960 y 1970. Los estudios realizados desde aquel entonces, sin embargo, han demostrado que los sustitutos de cualquier tipo son inferiores en propiedades a la leche materna. Esta aporta proteínas de mayor calidad. De hecho, el Código Internacional de Sucedáneos de la Leche Materna establece como prohibición, para las empresas dedicadas a la nutrición infantil, hacer publicidad de la leche artificial que lleve a las madres a dejar de dar el pecho antes de los seis meses. Así, esta puede prolongarse hasta los dos años sin consecuencias perjudiciales para la salud ni para la alimentación del niño.
La OMS recomienda dar leche de continuación antes de pasar a la de vaca
Controles y propiedades de las leches de continuación
La mayoría de las leches de continuación utilizan, como ingrediente base, la leche de vaca, y le realizan modificaciones para conseguir una composición más parecida a la leche materna humana. Unas pocas tienen como base la leche de soja. La mayor parte de los cambios que se realizan sobre la leche de vacuno consisten en disminuir la concentración de proteínas presentes en el líquido, cambiar parte de la grasa de la leche por grasa vegetal para disminuir el número de grasas saturadas, y añadir una serie de nutrientes: vitaminas, aminoácidos y sustancias nitrogenadas, sales minerales, y sobre todo hierro.
La mayoría de leches de continuación tienen la leche de vaca como ingrediente base
Ventajas e inconvenientes de la leche de continuación
Las leches de continuación tienen tanto detractoras como defensoras entre las madres:
La mayor ventaja de la leche de continuación sobre la leche materna es que permite desligarse de la lactancia materna. Esto es importante sobre todo en el caso de las madres trabajadoras u ocupadas, que deben reincorporarse a una rutina y que no pueden alimentar al niño directamente. Hay madres, también, que prefieren dejar de lactar. Por supuesto, esto tiene el inconveniente de la ruptura del vínculo emocional con el niño, y que se sustituye la leche materna por una menos recomendable.
La leche de continuación permite que el hijo se desligue antes de la lactancia pero puede producir sobrepeso
La leche de continuación es más económica que la leche de inicio, por lo que la ESPGAN afirma que es la mejor opción para las familias con pocos ingresos en las que no haya lactancia natural.
Por otra parte, hay grupos de madres que consideran que la mejor fórmula de alimentación es prolongar la lactancia materna hasta más allá del año, introduciendo la alimentación complementaria. Algunas madres afirman también que los niños tienden a padecer más de sobrepeso cuando se les alimenta con leche artificial. Sin embargo, a lo largo de los meses los pesos de los niños sometidos a una y otra forma de alimentación infantil tienden a equipararse. Otras creen que estas leches generan un exceso de proteínas en la dieta.
Consejos sobre las leches de continuación
La recomendación general es utilizar leches de continuación en una sustitución paulatina de la leche materna, al tiempo que introducimos alimentación complementaria y le damos nuevos alimentos al niño: las frutas, las papillas, los potitos, los cereales, los yogures y los zumos con los que lo empezaremos a alimentar a partir del segundo trimestre. Al mismo tiempo, el niño seguirá necesitando hasta medio litro de leche al día.
Todas las leches de continuación del mercado tienen más o menos los mismos nutrientes
Dado que hay algunas oscilaciones en la concentración de los nutrientes entre las diferentes marcas, no cambies bruscamente la alimentación de tu bebé de una marca a otra. Si tienes dudas, consulta a un pediatra o a un experto en nutrición infantil. De la misma forma, procura que no haya transiciones bruscas entre la leche de inicio o la materna y la de continuación, y entre esta y la vacuna o de crecimiento.
Consulta también a un entendido en nutrición infantil cuando combines la leche de continuación con algún tipo de alimentación complementaria, sobre todo si estás preocupada porque crees que le puedes estar dando demasiadas proteínas en la dieta a tu bebé. Un experto podrá reglar de forma exacta la proporción entre los diferentes alimentos que debe tomar el niño.