El tema de los besos en lo que se refiere a los niños, suele generar una gran controversia y debate entre los padres. No se puede esperar que un niño de un beso a una persona que apenas conoce y menos reñirle por ello. Hay padres que cometen el gran error de molestarse por el simple hecho, de que a sus hijos no les apetece darle un beso a alguien cercano como un familiar o un amigo.
Hay que dejar claro que el beso supone una muestra de cariño hacia otra persona, de ahí que los niños deban tener libertad a la hora de elegir a quién quieren besar y a quién lo les apetece. En el siguiente artículo te explicamos por qué no debe obligarse a un niño a dar un beso.
El beso debe ser una muestra de cariño
El beso debe ser algo que le sale a la persona desde dentro. Es una muestra de amor por lo que nadie está obligado a besar cuando no quiere o no le apetece. En ocasiones las muestras de amor y los besos no son correlativos y habrá veces que los padres lo hagan y otras en las que los niños lo quieran hacer.
De nada sirve dar un beso obligado y es por ello que los niños deben tener total libertad a la hora de hacerlo. No puede ser por tanto que por el simple hecho de quedar bien frente a la sociedad, haya padres que obliguen a sus hijos a dar un beso que no sienten para nada. Recuerda que el beso u otra muestra de afecto como es el caso de un abrazo debe sentirse de verdad y de nada sirve si el niño lo hace de una manera forzada por culpa de sus padres.
Habrá veces que al pequeño le saldrá el dar un beso a su abuela o a su tía y en otras ocasiones no sienta el impulso de demostrar dicho cariño a tal persona. No por eso los padres deben enfadarse y obligar a sus hijos a dar un beso que para nada sienten ni quieren.
Los besos debe ser un regalo de los niños
Los expertos coinciden al indicar que no puedes pedir a un niño que de un beso no sentido. Los besos deben ser regalos y sentirse para que sean de verdad a la vez que auténticos. Las personas adultas son libres a la hora de elegir a la persona a la que desean dar un beso. Lo mismo debe ocurrir en el caso de los más pequeños y no obligarlos en contra de su voluntad. De nada sirve dar un beso vacío y falto de sentimiento, solo por el hecho de quedar bien y no hacerle un feo a la otra persona.
Los padres deben pensar mucho más en sus hijos y pensar si de verdad el pequeño está cómodo a la hora de dar un beso. Es verdad que los niños al tener poca edad no son conscientes de lo que puede llegar a significar el dar un beso o una muestra de afecto a una determinada persona. Con el paso de los años serán totalmente conscientes de que el beso supone una muestra de cariño y que no se debe dar a la ligera a cualquiera.
En definitiva, el beso debe ser algo optativo y de libre elección para los más pequeños. No es nada bueno el obligar a un niño a dar un beso y es algo que puede repercutir negativamente en el campo emocional del niño. Los mejores besos son sin lugar dudas aquellos que salen desde el interior del pequeño y que se dan sabiendo que van cargados de amor y de sentimiento.