Qué es la alergia al polen
La alergia al polen es la reacción que tienen algunos organismos frente a estos granos microscópicos que se encuentran en las flores de las plantas. Esto ocurre cuando las plantas llevan a cabo la polinización. Esta se intensifica los días secos y calurosos, ya que, si llueve, el agua disuelve los pólenes. Otro facto a tener en cuenta es si el otoño y el invierno son lluviosos. En el caso de que así sea, es muy probable que la polinización de la primavera que viene después sea mucho más intensa. Dentro de los tipos de alergia al polen, se puede distinguir tres categorías :
-Gramíneas: la alergia a las gramíneas es de las más comunes. El polen de estas plantas está muy extendido ya que suelen encontrarse en las plantas que nacen de manera salvaje, por ejemplo, en los lados de las carreteras o en plantaciones como las de cereales. Aunque también están presente en zonas costeras. La presencia de su polen está en las zonas de interior donde la presencia del mar no puede rebajar la presencia de éstos para los alérgicos.
Los recién nacidos no suelen sentir las alergias
-Parietaria: este tipo de plantas tienen un alto nivel de alergización ya que se encuentran en todas partes, además, aunque su polinización más fuerte es en primavera, es posible que los alérgico sientan los síntomas durante todo el año. Provienen de las plantas que crecen de manera salvaje en mitad de la naturaleza, en rocas...
Una vez que empieza la primavera, los alérgicos deben intentar estar lo menos posible al aire libre a primera hora de la mañana y a última de la tarde. Por ello es recomendable cerrar bien las ventanas y evitar entrar en contacto con el césped en la medida de lo posible. Si puede secar su ropa dentro de casa, por ejemplo en una galería, mucho mejor. Si deja la ropa en el exterior es posible que el polen pueda quedarse pegado a ella. También es recomendable lavar los vegetales antes de ingerirlos y utilizar gafas de sol al salir a la calle.
Síntomas
Los síntomas más visibles de la alergia al polen se concentran en los ojos y la nariz. En el caso de los ojos, es posible que durante la polinización estén más llorosos que de costumbre. Esto se produce por el escozor que provoca la alergia, por lo tanto es lógico que el lagrimeo sea constante. Para prevenirlo, es conveniente utilizar gafas de sol los días que haya una polinización alta, así se evita que el polen entre en contacto con nuestros ojos.
Toma las medidas indicadas por tu alergólogo
En el caso de que creas que tienes estos síntomas y que no se pasan como lo haría un constipado normal, lo mejor que puedes hacer es visitar a tu alergólogo para que pueda diagnosticarte una posible alergia y especificar de cuál se trata. Una vez reconocida, te pondrá en tratamiento y será mucho más sencillo pasar la primavera.
Cómo viven los niños la alergia
Como en los adultos, en los niños los síntomas pueden ser confundidos con un constipado, aunque se pueden diferenciar por la duración que tienen y teniendo en cuenta que, si estamos en primavera y creemos que en constipado del niño se excede en el tiempo posiblemente sea alergia al polen.
Esta alergia no suele darse en recién nacidos pues el niño ha de tener primero un contacto directo con estos pólenes para que su organismo los identifique como malignos y empiecen a verse los síntomas. En el caso de que al menos uno de los padres sea alérgico, es probable que el hijo pueda llegar a serlo.
Para que los niños puedan pasar mejor la fase de polinización, sería importante seguir los siguientes consejos para evitar su contacto con el polen, aunque pueden hacerse extensibles a los adultos:
- Mantén las ventanas de tu casa cerradas para que el polen no pueda entrar. La hora idónea para poder ventilar la casa sería a partir de las 10 de la mañana y volviéndolas a cerrar antes de la tarde.
-Intenta evitar que entre en contacto con el césped durante a media tarde. También has de tener cuidado a primera hora de la mañana aunque al tratarse de una hora temprana, es poco probable que exista contacto alguno.
-No secar la ropa en el exterior. En el caso de que haga calor y haya una alta polinización, los pólenes pueden quedarse impregnados en todo aquello que tiendas y luego esos tejidos van a entrar en contacto con el niño.