Muchas de las madres que se quedan en casa hoy en día están descubriendo que pueden tener una mano de ayuda en la casa y una niñera podría ser la manera de satisfacer esa necesidad. Aunque este tema tiene mucha controversia incluso entre las madres que se quedan en el hogar. Hay muchos comentarios juiciosos sobre las madres que deciden en tener una niñera, pensando que debe ser una madre perezosa que no se preocupa suficientemente por su familia para hacer todo lo posible para el bien común.
Sin embargo, algunas madres que se quedan en casa pueden beneficiarse de tener una niñera. En lugar de pensar en la críticas, merece la pena tener en cuenta los beneficios que proporciona y si puedes permitírtelo económicamente, ¿por qué no vas a realizarlo?
Puedes centrarte más en tus hijos
Aunque puede parecer extraño al pensar que contratas a alguien para cuidar de tus hijos... que puedas centrarte más en ellos... pero es cierto. El agotamiento de ser madre es un problema que enfrentan muchas madres que se quedan en casa cuando cuidan a sus hijos las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Ni siquiera puedes ir al baño sin que alguien golpee la puerta o guardar los platos sin que las manos pequeñas intenten agarrar los cuchillos.
Una niñera puede intervenir para cuidar a tus hijos cuando necesitas algo tan simple como un baño o alguien que los cuide mientras tú vas a la tienda sin cuatro niños colgando de un lado de tu carrito. Las niñeras también pueden ayudar con esas tareas domésticas esenciales como la colada, lavar los platos e incluso cocinar. Sí, te quedas en casa con tu familia todo el día y puedes hacer todas esas cosas todos los días, pero ¿no preferirías disfrutar de un tiempo de calidad con los niños sobre la cantidad del mismo?
Contratar a una niñera puede darte más tiempo para centrarte en tus hijos sin sentir que eres la niñera. El tiempo que tienes con tus hijos es precioso y poder dedicar tu atención a ellos sin tener una larga lista de tareas pendientes te permite ser mamá sin distracciones que te arranquen de los brazos de tus hijos.
Puedes centrarte en ti misma
Criar una familia y administrar tu hogar no te deja mucho tiempo para cuidarte. Siempre decimos que la familia es lo primero, pero también debemos ser lo primero nosotras para poder estar bien por y para ellos.
Si para cuidarte necesitas contratar una ayuda extra y puedes hacerlo, ¿por qué negártelo? Si crees que lo necesitas una niñera puede tomar parte de esa presión que tienes para que te liberes y puedas tener tiempo para ti y cuidar tu salud emocional... te lo mereces. Tendrás que recargarte y tomar un descanso de vez en cuando y esto te convertirá en una mejor madre para poder enfrentar los desafíos diarios de crianza.
No tienes por qué hacer las cosas solas
En muchas civilizaciones antiguas, varias generaciones vivían bajo un mismo techo para ayudar a criar niños. En la Grecia antigua, por ejemplo, las abuelas, las hermanas solteras y las viudas vivían en el hogar familiar simplemente para ayudar a la mamá a cuidar a los niños y hacer las tareas domésticas.
Cada vez son más los hogares que se convierten en multigeneracionales. Los abuelos no necesariamente ese mudan para criar a los niños o nietos como se hacía en Grecia, pero su presencia en el hogar facilita la experiencia de las madres para poder combinar mejor su rol familiar. Toda ayuda es buena y si es de la familia, mucho mejor. Pero no todo el mundo cuenta con la ayuda familiar cerca, una niñera puede ser esa persona. No tienes que hacerlo sola y no deberías intentarlo... Una niñera puede no ser una familia, pero la correcta puede sentirse como si fuera un miembro de tu familia.
No tienes a la familia cerca
Siguiendo el punto anterior, muchas madres que se quedan en casa se sienten culpables si contratan a una niñera porque es como que no se dedica suficiente a sus hijos. Pero esto nada tiene que ver con la realidad. Quizá una madre trabajadora tiene a una abuela que le facilita la vida y quizá por eso se puede permitir trabajar... pero quizá tú necesites esa ayuda extra para conseguir equilibrar tu energía y tu vida. Sobre todo, si no tienes a tu familia cerca de ti para echarte una mano.
Necesitas un alivio del estrés
Para algunos, tener una niñera que es una extraña, al menos al principio, parece ser demasiado estresante además de criar hijos y administrar cada aspecto de tu hogar. Para otros, tener una niñera puede ayudar a disminuir esos niveles diarios de estrés.
Una niñera puede llenar los huecos para ayudar a que tu hogar funcione mejor. En lugar de tener una lista de tareas que incluya la colada, lavar los platos, cocinar, recoger a los niños de la escuela y llevar a los niños a las actividades extraescolares, tienes una niñera para hacerse cargo de la tareas que no puedes hacer como un humano que no puede estar en dos lugares a la vez.
Puede convertirse en una extensión de ti
Las niñeras pueden convertirse en tu extensión personal, pero nunca en tu sustitución. Una buena niñera seguirá tus instrucciones de crianza y respetará cada cosa que le digas en cuanto a disciplina o métodos de enseñanza. La clave es acordar todas sus expectativas, desde las tareas domésticas hasta las preferencias de cuidado infantil, antes de contratar a tu niñera.
Una niñera experimentada se adapta a las reglas que has establecido y, esencialmente, se convierte en otra tú. Ella no contradice tu estilo de crianza y se convierte en tu mano derecha, por así decirlo, ofreciéndote ayuda tal como lo harías si pudieras clonarte. Ella no eres tú y nunca lo será, por supuesto, pero su presencia hace que tu vida sea más fácil.
Puede ser una gran compañera para ti
Por encima de todo, una niñera es tu empleada. Sin embargo, ella también puede ser una gran compañera. Las mamás que se quedan en casa a menudo viven aisladas de cualquier tipo de vida social. Es posible que no tengan mucho en común con otros padres en el hogar o simplemente no tienen tiempo para salir de paseo con otros padres o amigos.
Una niñera puede convertirse en un compañero de confianza. Ella tiene un gran interés en cuidar a tus hijos y los conoce como tú. No estás tratando de comprar un amigo aquí, pero tu niñera está en tu hogar, cuidando a tus hijos y puede convertirse en parte de tu hogar. La niñera adecuada también puede convertirse en una compañera para tus hijos. Ella no es su madre en absoluto. Pero puede dejarle con confianza a cargo de tu hogar y saber que tus hijos tienen un compañero que se preocupa por ellos mientras los cuida.