La creatividad es la capacidad que tenemos las personas de generar ideas nuevas o llegar a soluciones significativas y originales. Las personas creativas son capaces mediante la unión de conceptos antiguos hacer nuevos descubrimientos, útiles y valiosos. De manera que tanto el creador como los que le rodean quedan satisfechos con ellos.
La creatividad es una capacidad que podemos desarrollar más a fondo
- Potencia el pensamiento abstracto : la capacidad para resolver problemas, elegir las mejores soluciones, analizarlas, compararlas...
- Mejora la socialización : un niño creativo es un niño que aprende a expresar sus sentimientos y pensamientos adecuadamente, sin cohibirse pero sin dañar a otros. Son más sensibles a los sentimientos de los demás y les cuesta menos ponerse en su lugar.
- Mayor sentimiento de integridad : las personas creativas se sienten mucho mejor consigo mismas cuando alcanzan metas en su trabajo, ven los problemas como un reto y disfrutan enfrentándose a ellos, mediante el uso de su talento.
Con esta guía, ayudarás a tu hijo a que desarrolle más su creatividad, y eso le resultará muy útil en el futuro:
1. Adiós a la televisión
Limita todo lo que puedas el tiempo que tu hijo está enfrente de la televisión. Un niño sentado enfrente de una pantalla es un niño pasivo que no crea, que no está usando la imaginación, solo recibiendo imágenes externas. Sácalo a hacer actividades como ir al parque o a practicar algún deporte. En invierno suele hacer mal tiempo y se está más en casa, motívale a leer, a dibujar o cualquier tipo de pasatiempo de construcción (lego, puzzles...).
2. Búscale hobbies
Ayúdale a escoger una actividad extraescolar que le guste y anímale a seguir con ello. A muchos niños les gusta aprender a tocar un instrumento o ir a clases de pintura, baile, etc. También es importante en estos casos no saturarle a actividades porque entonces más que estimularlos los estaremos agobiando.
3. Proporciónales un lugar y un tiempo para estar a sus anchas
Muy relacionado con lo anterior. Búscale un rinconcito de la casa donde el niño pueda jugar con libertad, escribir, dibujar, jugar el solo, simular situaciones... Un lugar donde sepas que no te va a molestar y en el que él estará a gusto. Eso sí, con la condición de que luego tiene que recoger lo que desordene. Puede parecer simple pero en el día a día los padres cohíben a sus hijos para que jueguen lo más tranquilamente posible, sin hacer ruido, sin desordenar, sin ensuciar... Si realmente estáis interesados en que sea creativo tenéis que dejarle un pequeño hueco para que se exprese, recogiendo él después con vuestra ayuda dependiendo de la edad. De la misma manera dejadle un tiempo para que lo haga, al menos media hora o 45 minutos al día.
El tiempo que esté solo no le guieis el juego, podéis dar ideas pero nunca presionarle o sugerirle cosas que te gustaría que hiciese pero que a él no tanto. Por ejemplo, cambia un "¿Por qué no dibujas a papá y mamá contigo en la playa?" por "¿Por qué no haces un dibujo que te apetezca?".
4. Proponle actividades que requieran el uso de la imaginación
Hoy en día algunos niños tienen tantos juguetes que se aburren absolutamente con todo. Sin embargo, seguro que no se aburren si les propones una actividad conjunta en la que estéis implicados ambos. Una buena idea es cocinar un postre juntos, como una tarta o bizcocho, y que elija él el sabor o como decorarlo.
Otra idea es hacer manualidades juntos o incluso proponerle la construcción de sus propios juguetes. Antiguamente cuando no había tanto dinero para comprar como ahora, los niños se construían sus propios juguetes: cosían una muñeca de trapo con telas, hacían un garaje o su propia casa para las Barbies. Si crean sus propios juguetes pondrán modificarlos a su gusto. Por ejemplo, ¿quién ha dicho que en una casa de muñecas no pueda tener su propio fantasma o su propio balneario?
Pídele que te haga un dibujo (sin copiar) o que te escriba un cuento, si no sabe por donde empezar puedes sugerirle tú un tema pero que elaboren la historia ellos, luego te la tiene que leer. El objetivo es proporcionarle ideas y los materiales necesarios pero no dirigir sus pasos.
5. Aprende a escucharles sin juzgar
Nunca debes burlarte de lo que te puedan decir tus hijos, por muy disparatado que suene, eso solo los humillará, reducirá su confianza y pueden sentir miedo a expresar sus ideas en el futuro. Escúchale y hazle ver que le comprendes. Si ves lo que dice no tiene ni pies ni cabeza sugiérele otra forma de ver las cosas, muéstrales otras perspectivas de un mismo suceso, que no se queden en lo obvio. Es importante que ellos se sientan valorados, que lo que dicen se lo tienes en cuenta. Los niños se dan cuenta de cuando los adultos les toman en serio o no.
6. Edúcale en base a la tolerancia y el respeto por uno mismo y los demás
Este aspecto tiene que quedar claro. Los niños pueden llegar a ser muy crueles y hacer mucho daño, a veces no se dan cuenta de todo lo que hacen sentir con un par de comentarios. Desarrolla su empatía preguntándole como se sentiría él en el lugar de la otra persona si le ocurriese lo mismo. También podemos reducir los prejuicios explicándole la importancia de que todos seamos diferentes y únicos.
7. Plantéale retos y metas
Aprovecha los momentos en los que tu hijo está receptivo, con confianza y de buen humor para plantearle nuevos retos a los que enfrentarse. Tienen que ser lo suficientemente motivantes para que el niño "se enganche", pero a la vez realistas, si no lo que haremos será frustrarles más si no lo consiguen lograr (consiguiendo el efecto contrario). Conseguir objetivos por él mismo y con esfuerzo le va a proporcionar mucho placer y aumentaremos su competencia y pensamiento creativo porque estaremos fomentando la búsqueda de soluciones alternativas.