Con los cambios de temperatura y, sobre todo, con la llegada del frío de invierno, muchas son las madres que tienen entre las primeras de sus preocupaciones evitar que su hijo coja un resfriado. Es cierto que los niños tienen muchas más probabilidades que los adultos de ser contagiados, sobre todo por ser menos cuidadosos en sus hábitos si no tienen a un adulto detrás que les indique qué deben hacer para estar más protegidos. Aun así, muchas veces, por mucha prevención que se haga, es inevitable que un niño se refríe. De todos modos, hay algunas medidas que se pueden tomar para prevenir que nuestro hijo pase un resfriado este invierno.
1. Cuidar la higiene de las manos
Ya sea por los estornudos o por estar en contacto con otras personas que tienen un resfriado, es conveniente que los niños se laven las manos lo máximo posible ya que en muchas ocasiones tienen la manía de metérselas en la boca lo que puede suponer un alto porcentaje de contagio. Sin darse cuenta las pasan por todas partes y entran en contacto con personas que están resfriadas. En caso de no tener agua a mano, se pueden utilizar desinfectantes instantáneos para limpiar las manos de los niños. Es muy importante que seamos los adultos los que estemos atentos en este aspecto.
2. Utilizar toallas de papel desechables
En relación a lo anterior y los virus que puedan quedar en las manos, no es recomendable utilizar toallas de tela que puedan almacenar virus por el número de manos que las utilizan. En el formato que sea, es mucho más seguro el papel desechable ya que con él, lo virus se irán también a la basura sin causar ningún resfriado más, además se trata de una medida que no supone un gran gasto.
3. Limpia los juguetes
Muchas veces cuando un niño juega, comparte sus juguetes, los manosean y a veces se los meten en la boca. No es malo que un niño con resfriado juegue con otro compartiendo los juguetes, pero por prevención, sería recomendable limpiarlos a menudo. También es recomendable utilizar aquellos juguetes que permitan una interacción entre los niños, pero sin necesidad que haya un intercambio de estos.
4. Desinfectar el entorno
Este consejo está indicado para cualquier lugar. Los niños pasan las manos por todas partes y, por ello, será recomendable desinfectar todos los sitios que más vayan a tocar. Es el ejemplo de las manillas de las puertas o de las ventanas. Valdrá con un desinfectante que no tenga ningún efecto secundario para los niños si lo tocan.
5. No excederse con la ropa
Sabemos que el invierno es frío y que para las altas temperaturas hay que abrigarse, pero hay que tener en cuenta que los cambios de temperaturas no son buenos. Es entendible que en la calle un niño esté abrigado, pero siempre que entre en un sitio cerrado en el que haga más calor, deberá desprenderse de capas de ropa ya que no serán necesarias. Evitar los cambios bruscos de temperatura son un gran método para la prevención de un resfriado.
6. Ventilar bien las habitaciones
Cuando ha estado una persona resfriada en un lugar cerrado, los virus quedan en el aire. Por ello, es recomendable que, por ejemplo en las guarderías y colegios, se utilicen los momentos de recreo o aquellos en los que los niños cambien de aula para ventilar esa estancia con el fin de que los virus no se queden concretados en ese lugar.
7. Pasar tiempo al aire libre
En relación con el anterior consejo para prevenir un resfriado, es recomendable que cuanto menos esté un niño en una habitación cerrada con una persona contagiada, menos probabilidades de contagiarse. El aire libre, aunque pueda contener virus, tiene una probabilidad menor de contagiar a nadie ya que está menos concentrado.
8. Enseñar a estornudar
En el caso de que nuestro hijo sea el que se encuentra resfriado, es recomendable que le enseñemos bien cómo estornudar para que no contagie a su entorno. Habrá que remarcarle la obligación de poner la mano delante de nariz y boca para que los virus no salgan despedidos para cualquier persona que se encuentra situada enfrente de él.
9. Beber mucho líquido
Aunque recomendemos agua habitualmente, también es recomendable que tomen zumos de fruta que sean, ante todo, ricos en vitamina C. Esto conseguirá una mayor hidratación y un fortalecimiento del organismo que hará más complicado que los virus entre en el cuerpo de nuestro hijo y, por lo tanto, impedirán el contagio de un resfriado.
10. Mantén los pies calientes
Una de las causas más comunes para que un niño coja constipado es tener los pies fríos, ya que eso influye en el resto de su cuerpo. Para ello, habrá que tener cuidado de que no se le mojen los pies cuando llueve ya que la humedad tampoco es buena compañera. También se pueden utilizar calzados que tengan pelo en su interior o utilizar plantillas térmicas que ayuden a que los pies se mantengan calientes.