El Día del Padre es una de esas jornadas que, siempre que se pueda, se debería disfrutar en familia y a ser posible en la intimidad del hogar. Son muchas las personas, especialmente si su núcleo familiar es grande, que deciden aprovechar ese día para disfrutar de una comida fuera. De hacerlo en casa puede acabar resultando agotador por la cantidad de trabajo que conlleva.
Sin embargo, si la unidad familiar es pequeña no hay nada como celebrar el Día del Padre en casa, más concretamente en la cocina. En anteriores artículos ya os comentamos que una de las maneras de celebrar esta festividad es disfrutando de una comida especial con el padre, ya sea preparándola juntos o que ésta sea una sorpresa y que corra a cargo de los hijos.
Nos centraremos en esta segunda alternativa: preparar el menú ideal para el Día del Padre. Está claro que le va a gustar cualquier comida que haya sido hecha por sus hijos con todo su cariño, pero hay una gran variedad de propuestas gastronómicas entre las que elegir. Eso sí, hay que tener en cuenta que la cocina no es un espacio para los niños, por lo que a la hora de confeccionar el plato deben contar con la supervisión de un adulto.
En la cocina los niños nunca pueden estar sin un adulto
Preparar su plato favorito
A la hora de plantear qué menú elaborar tampoco hace falta complicarse demasiado. Lo primero es pensar cuál es el plato favorito del progenitor, porque es una buena propuesta para el Día del Padre. Si sus gustos no son demasiado refinados y/o complicados a buen seguro que con ayuda de otro adulto puede preparar el plato. Incluso en ese caso puede ayudar a hacerlo.
Un niño no posee las habilidades suficientes para preparar una paella, por poner un ejemplo, pero si se opta por este plato él puede colaborar echando el arroz, lavando y pelando las verduras o eligiendo los ingredientes.
Hay otra clase de propuestas que están al alcance de los menores. Un ejemplo claro son los espaguetis con albóndigas. El niño puede echar la pasta a cocer y controlar el tiempo, pero también se divertirá a la hora de crear las albóndigas y amasar la carne picada.
¿Hamburguesas caseras? Son aún más fáciles y conllevan menos peligro. El niño podrá aplastar las hamburguesas y dárselas a un adulto para que las fría. Si alguien le corta el resto de ingredientes el pequeño podrá construir las hamburguesas de una forma totalmente personalizada.
No tiene que ser un menú muy elaborado, el niño podrá participar más fácilmente en cocinando platos sencillos
Un postre siempre triunfa
El postre es algo que no puede faltar en el menú de cualquier celebración, sobre todo si los pequeños de la casa van a participar en su elaboración. Son muchas las recetas dulces en las que pueden colaborar. Se lo pasarán en grande amasando, revolviendo y jugando con la masa. Recordar que para hacer cualquier plato de postre necesitarán la supervisión de un adulto que les eche una mano con la batidora o el horno.
Elaborar cupcakes, una tarta, un flan o una fondeau de chocolate son algunas de las propuestas en que ellos pueden participa r. Se encargarán de mezclar los ingredientes, de escoger el sabor particular del plato y de decorarlo, lo que dará ese toque personal a la comida que hará que a todo el mundo le encante el postre elegido para el día del padre.
Decorar la mesa
El éxito de la comida del día del padre no depende únicamente del menú que se elabore ni de lo deliciosos que sean los platos elegidos. Lo que importa es el mimo y el detalle puesto en el trabajo, por eso no hay que olvidarse de otros aspectos que van más allá de la gastronomía.
Se ha de decorar la mesa, labor que puede hacer sin ningún peligro un niño. Se puede encargar de colocar un bonito mantel, unas servilletas a juego, elegir los platos y cubiertos que se usarán y disponerlo todo con cuidado y según su gusto.
También puede elaborar tarjetas personalizadas con el nombre de los comensales y el menú que van a disfrutar y colocar velas y adornos por la mesa. No debe olvidarse de dejar cerca una cámara de fotos (o un smartphone) para inmortalizar la comida del día del padre.