A partir de mayo de 2013, el síndrome de Asperger y otros trastornos del desarrollo se incluyeron en el diagnóstico global del trastorno autista. Sin embargo, sigue siendo útil entender que Asperger es un trastorno separado y distinto que se encuentra en el extremo de alto funcionamiento del espectro autista.
Los niños de Asperger tienen una inteligencia superior al promedio, a veces de nivel genio, y no sufren los retrasos del lenguaje comunes en otros trastornos autistas, aunque un retraso en la adquisición del lenguaje sí puede ser una señal de que un niño puede tener síndrome de Asperger. Sin embargo, la condición a menudo causa dificultades a lo largo de la vida. Si bien los objetivos a corto plazo son importantes, también debe considerar las perspectivas a largo plazo de tu hijo Asperger.
Fortalezas y desafíos del niño Asperger
Todos los niños con síndrome de Asperger son personas, y no todos los niños mostrarán todas sus fuerzas o debilidades. Sin embargo, algunos comportamientos son extremadamente comunes entre los niños con síndrome de Asperger.
Los niños Asperger son generalmente inteligentes, orientados a los detalles, altamente verbales cuando adquieren el lenguaje e independientes. Generalmente no tienen prejuicios, son leales, honestos y directos. Son aprendices visuales y están profundamente interesados en el proceso de aprendizaje.
Sin embargo, tienen problemas con las habilidades de comunicación y, a menudo, se encuentran incapaces de comunicar su mensaje de manera efectiva o descubrir lo que alguien más está tratando de decir. Tienden a centrarse estrechamente en algunas áreas restringidas de interés. Tienen problemas para mostrar empatía o comprender los estados emocionales de los demás. Es posible que no vean el panorama general y, a menudo, tengan dificultades para motivarse.
Autocuidado y gestión
Los adultos independientes que funcionan completamente son expertos en autocuidado y autogestión. Pueden calmar sus propios sentimientos, mantener su higiene personal, cuidar su salud física y buscar la atención médica adecuada cuando sea necesario. Pueden administrar el tiempo y el dinero, crear buenos hábitos de sueño y ocuparse de los recados de la vida diaria... vamos que una persona Asperger puede llevar una vida totalmente normal.
El síndrome de Asperger hace que muchas de estas tareas básicas de autocuidado sean más desafiantes, y algunos adultos de Asperger nunca pueden vivir de forma independiente, sobre todo cuando el síndrome van asociados a otros trastornos.
Si tienes un hijo con Síndrome de Asperger, asegúrate de que aprenda las reglas para cada tarea y tenga muchas oportunidades para practicar durante su adolescencia.
Carrera e intereses
Muchas personas con síndrome de Asperger luchan con el empleo. Los problemas sensoriales pueden hacer que muchos lugares de trabajo se sientan abrumadores. La falta de motivación para tareas fuera de las áreas restringidas de interés puede significar que las tareas laborales se acumulen. Por eso es importante que una persona con Asperger se involucre en actividades laborales que tengan que ver con sus intereses.
La dificultad con la gestión del tiempo y las transiciones puede significar que los adultos de Asperger tienen problemas para lograr todo en un día. Sin embargo, las personas con síndrome de Asperger también pueden tener mucho éxito. Como parte de la planificación de objetivos a largo plazo de tu hijo, ayúdale a canalizar sus intereses y conocimientos hacia una carrera profesional viable. Ayúdale a identificar entornos de trabajo que apoyen, en lugar de desafiar, sus necesidades. También ayúdale a determinar qué pasiones e intereses podrían convertirse en trabajos gratificantes para ayudarle a llenar su tiempo fuera del horario laboral.
Social y comunitaria
Muchas personas con síndrome de Asperger son las que más sufren en situaciones sociales no estructuradas. Esto puede afectar su vida adulta en áreas que van desde citas hasta fiestas en la oficina. Pueden tener dificultades para reunirse con vecinos, sentirse incómodos al participar en eventos de redes o incluso tener dificultades para ser voluntario en las actividades de sus hijos.
Pueden tener problemas para atraer y mantener una pareja romántica, hacer amistades duraderas y apoyar emocionalmente a sus hijos. Establece metas a largo plazo que incluyan enseñarle a tu hijo a manejar situaciones sociales, proyectar confianza y hablar en voz baja. También céntrate en técnicas de escucha activa, compartiendo sentimientos y demostrando empatía.