Son muchos los padres que se preocupan porque sus hijos comen poco o porque no ganan el peso que debieran y es que la alimentación de los bebés es muy importante para asegurarnos de que crecen sanos y fuertes. Pero también hay casos donde se da todo lo contrario, es decir, que el bebé come demasiado.
En estos casos en los que los bebés comen demasiado, l os padres se preocupan de que engorde o de que vomite por comer más de lo que necesita y en ocasiones retiran el alimento al bebé antes de tiempo por miedo a que coma mucho. Pero hacer esto sólo provocará insatisfacción y ansiedad al bebé, por lo que no es nada adecuado.
Los bebés saben cuándo es suficiente
Los bebés saben cuándo tienen hambre y cuándo han comido suficiente y están saciados. No tiene nada que ver con los adultos que comemos aunque no tengamos ganas sólo porque nos apetece hacerlo. Los bebés lloran cuando tienen hambre para mostrar sus ganas de comer al adulto y que les faciliten el alimento y ellos mismos se retiran cuando se sienten saciados y vomitan lo que les ha sobrado.
Por este motivo es tan importante la alimentación a demanda en los bebés, porque ellos saben cuándo deben comer y cuándo deben parar. Es un error que los padres miren el reloj cuando los bebés están comiendo y también es un error programar las horas de comida de un bebé. Un bebé tiene un estómago y un ritmo de alimentación diferente al del adulto y hay que respetar y alimentarle siempre que tenga hambre.
En este sentido, si eres padre o madre de un bebé que se alimenta mucho no debes parar antes de que se sacie ya que lo dejarías insatisfecho. Si tienes dudas o crees que tu bebé está demasiado en sobrepeso, deberás acudir a tu pediatra para valorar el peso. Pero recuerda que un bebé saludable debe comer, dormir y estar feliz. Cuando empiece a crecer todo ese peso que crees que ahora le sobra, empezará a desaparecer.
La alimentación a demanda en el bebé
Es necesario conocer al bebé y saber cuándo está mostrando las señales de que tiene hambre para poder alimentarle, no hay que esperar a que el pequeño llore para alimentarle. Cuando un bebé llora desesperadamente porque tiene hambre, estará entrando en un cuadro de ansiedad por hambre y comerá con mucha ansia, esto podría ocasionarle problemas estomacales o gases.
Si intentas darle a tu bebé en un horario demasiado rígido seguramente acabarás dándole más cantidad de leche con menos frecuencia y en ocasiones de esta manera, el bebé puede parecer que come más o incluso que no come lo suficiente. Tu bebé necesita alimentarse a menudo, lo normal es que sea a cada dos o tres horas.
Si tu bebé toma mucha cantidad de leche en una toma, es porque quizá has esperado demasiado en alimentarle y necesitas darle menos cantidad de leche pero más a menudo. Aunque también debes tener muy presente que cada bebé es un mundo y lo que necesita el bebé de tu vecina, no necesariamente es lo que necesite tu pequeño.
Deberás asegurarte de que tienes la cantidad correcta de leche por el peso de tu bebé y que come lo que necesita durante las 24 horas que dura un día. Después de la primera semana de vida de tu bebé necesitará aproximadamente de 150ml a 200ml de leche por kilo de peso corporal cada día. Esto variará de un bebé a otro, pero es una idea aproximada de la cantidad de leche que necesita tu bebé de forma diaria. Esto deberías ser suficiente hasta que tu bebé tenga unos seis meses de edad y empiece a tomar sólidos.
Para poder saber que está bien alimentado, lo mejor es llevarle a un pediatra y saber que está aumentado bien de peso, en el caso que no sea así, el pediatra te puede indicar las mejores orientaciones para alimentar a tu bebé y que pueda seguir creciendo fuerte y sano.
Las señales de que tiene hambre
Cuando tu bebé tiene hambre deberás fijarte en las señales que te indica que quiere que le alimentes, así empezarás a reconocer rápidamente cuando tu pequeño quiere comer. Normalmente los recién nacidos suelen girar la cabeza en busca del pezón de la madre para alimentarse, se muerden los puños o hacen movimientos con la boca y la lengua en señal de succión. Cuando un bebé empieza a llorar por hambre es que ya tiene mucha hambre y se sentirá demasiado molesto.
En ocasiones puede ser algo complicado encontrar las señales de que el pequeño tiene hambre ya que en ocasiones por instinto puede hacer los movimientos de que tiene hambre pero sin que tenga hambre realmente. En ocasiones un bebé se gira hacia la madre, pero no para alimentarse sino para oler la piel y escuchar la voz de su madre.
Señales que ya tiene suficiente
Cuando alimentes a tu bebé deberás fijarte de que realmente ya está saciado ya que hay bebés que aunque estén saciados pueden seguir mamando (sobre todo si es el pecho) porque se sienten cómodos y seguros en esa posición.
Una señal de que tu bebé ya ha tenido suficiente es que empieza a ralentizar el movimiento de succión o que deja de mamar o alimentarse. Las pausas dan tiempo a tu bebé para sentir si está realmente lleno o si necesita seguir comiendo. Nunca obligues a tu bebé a seguir comiendo si no quiere hacerlo, ni tampoco le quites el alimento si realmente quiere seguir alimentándose.
Es necesario que seas consciente que no debes alimentarle más para animarle a dormir más tiempo ya que sólo le estarías haciendo comer más de lo que necesita. En ocasiones, los bebés pasan por períodos de crecimiento y necesitan comer más y más a menudo porque necesitan alimento extra por un par de días, esto es normal y deberás alimentarle acorde a sus necesidades. Confía en ti y en tu bebé y verás cómo te darás cuenta que mejor que tú no conoce nadie las necesidades de alimentación de tu bebé.