La lactancia materna es una alimentación a base de la leche que produce el seno de la madre. Este método es recomendado por los especialistas de la salud infantil durante los seis primeros meses de vida, no solo para proporcionar al bebé todos los nutrientes que necesita, si no, también porque es un momento fundamental con el cual el niño establece vínculos afectivos con la madre y facilita el correcto desarrollo del recién nacido.
Pero, ¿qué pasaría si prolongamos la toma de leche materna más allá del año? Como otros muchos, este tema genera cierta intriga dada la falta de información que hay al respecto. Por esto mismo, existen actualmente varios mitos y bulos extendidos en la sociedad sobre qué sucedería si seguimos amamantando a nuestro hijo después del año.
Hoy en Bekia, vamos a contaros cuales son los mitos más conocidos y a desmontaros sus ideas. Pero antes de esto, queremos aclarar que los médicos la recomiendan durante los primeros seis meses, no porque pasados estos sea algo negativo para el bebé, si no porque en esos primeros seis meses es de vital importancia. Es más, la lactancia materna prolongada más allá del año tiene muchos beneficios tanto a nivel físico como psicológico de la madre y del niño.
5 mitos sobre amamantar después del año
1. Pasado el año la leche pierde su valor nutricional
La leche materna no tiene fecha de caducidad, por lo que pasen tres meses, cinco o un año, su calidad seguirá siendo la misma. No obstante se recomienda que a esa edad, a mayores de la lactancia se le proporcione una alimentación complementaria, a base de fruta, verdura cocida, etc.
Su valor nutricional no disminuirá, de hecho, después del año la leche que produzcas seguirá otorgándole a tu hijo nutrientes importantes para su desarrollo, incluidas las grasas, las vitaminas, las proteínas, e incluso los elementos inmunes que esta tiene, aumentaran.
2. Si tu hijo ya tiene dientes, tienes que dejarle de dar la teta:
El hecho de que a tu hijo le estén saliendo sus primeros dientes no es razón para dejar de amamantarle. Generalmente esto se dice por el miedo a que pueda doler la acción de darle el pecho, pero lo que no se sabe, es que de manera involuntaria cuando tu hijo siente salir el líquido pone su lengua por encima de los dientes para poder succionar, impidiendo de esta forma que te pueda hacer daño. En el caso de que te muerda es que no está tomando leche, por lo que puedes retirarle y explicarle que no debe morder.
3. Si amamantas a tu hijo pasado el año se volverá más dependiente
Son muchas las madres que dejar de amamantar a su hijos por miedo a que en un futuro sean muy dependientes de ellas, pero la realidad es que una lactancia materna prolongada provoca todo lo contrario. Ya hemos dicho que con este método el bebé establece vínculos afectivos con la madre, y gracias a estos genera confianza en ella y en sí mismo, le proporciona seguridad, tranquilidad, etc, con lo que en un futuro podrá desarrollar su autoestima, autoconcepto, responsabilidad y autonomía de una forma más positiva, siendo a si más independientes.
4. No es necesario amamantar pasado el año porque deja de tener beneficios a nivel de salud
Este es uno de los mitos más extendidos por la sociedad actual, pero en realidad la lactancia no deja de tener beneficios, por ejemplo: la leche materna pasado el año sigue ofreciendo a tu hijo inmunidad a ciertas enfermedades. Cabe destacar que según muchas investigaciones lo niños que han sido alimentados con una lactancia prolongada tienes menos probabilidades de caer enfermos.
5. Amamantar durante más de un año provoca problemas en la madre
Dar el pecho durante un año no es que no provoque daños en la madre, si no que tiene muchos beneficios. Algunos de ellos son:
- Menor riesgo de sufrir diabetes de tipo dos.
- Menos probabilidades de sufrir cáncer de ovario.
- Menos riesgo de sufrir hipertensión o infartos.
- Menos probabilidades de padecer cáncer de mamá.
- Protege de padecer osteoporosis
¿Entonces no hay una fecha tope para amamantar a mi hijo?
Claro que no, ya que se trata de un acto natural y con múltiples beneficios. El tiempo de duración de la lactancia solo depende de ti, de tu hijo y de las necesidades de ambos.
Por ello, desde Bekia, os animamos a que continuéis con la lactancia materna hasta que podáis.
¿Cuáles son los beneficios?
Ya hemos nombrado algunos de los muchos beneficios que tiene la lactancia prolongada tanto para el niño como para la madre, en todos los niveles. No obstante aquí dejamos una serie de los más importantes:
- La leche materna continua proporcionando los nutrientes clave para su desarrollo.
- Durante la lactancia el bebé estará protegido frente a muchas enfermedades.
- Los niños que han sido amamantados de forma prologada padecen menos alergias en un futuro.
- La lactancia prologada hace que crezcan siendo más seguros, autónomos, alegres, etc.
- Proporciona una mayor confianza y un vínculo más estrecho con la madre.
- La lactancia prolongada mejora la salud de la madre, tanto a nivel físico como psicológico.
- Facilita una transición de forma gradual hasta llegar a la niñez.