Las madres pueden hacer cosas imposibles... Parece que es un don que todas tienen. Pero tienen que hacer frente a una lucha... Es decir, tienen que trabajar y ser madre al mismo tiempo. Sin embargo, el mayor desafío de las madres en estos días es superar los mitos de las mamás trabajadoras que nuestra cultura les impone.
Muchas personas todavía creen que las mujeres pueden criar hijos o hacer su trabajo, pero no pueden hacer ambas cosas. Todos sabemos que no es cierto porque millones de mujeres están criando a sus familias mientras siguen trabajando, llevando la casa, buscando tiempo para ellas mismas, estudiando... Ha llegado el momento de desterrar algunos mitos de las madres trabajadoras.
1. Son menos productivas cuando se convierten en madre
Este mito es hora de enterrarlo para siempre porque además, es todo lo contrario. La mayoría de las mujeres se vuelven más productivas tan pronto como se convierten en madres. Ellas saben que tienen más qué hacer en su día a día y que necesitan encontrar maneras para que puedan ser más eficientes en el trabajo de la forma más inteligente. Su principal motivador final para hacer bien en su trabajo, mientras que para su familia y los niños es la maternidad.
Una madre es capaz de ser organizada, eficaz y hacer bien su trabajo aunque esté cansada. Una mujer trabajadora y madre de familia será también productiva.
2. Las madres trabajadoras no son divertidas
Se sabe que realizan un programa y realizan trabajos sin margen de error. Debido a esto, la gente piensa que las madres trabajadoras no son divertidas porque tienen que estar muy organizadas para sacar el trabajo de casa y de la empresa hacia adelante.
Pero las madres trabajadoras también buscan una oportunidad para encontrar la alegría en lo que hacen. Encuentran la felicidad en las pequeñas cosas y el disfrute en lo menos esperado.
3. Trabajan solo para pagar la guardería
¿Qué sentido tiene esto? El coste de la guardería puede ser significativo, y esto es una realidad. Muchos padres deciden quedarse en casa con sus hijos para evitar este gasto. Pero las madres que trabajan saben que el trabajo no se trata solo de proporcionar alimentos para la familia, también hay que pagar facturas (no solo la guardería).
Una madre que trabaja lo puede hacer por varias cosas: por vocación, para sentirse realizada y para ganar dinero (y conseguir una buena calidad de vida en la familia). Las madres trabajadoras quieren ser valoradas por sus habilidades fuera del ámbito familiar.
4. Las madres trabajadoras pasan menos tiempo cuidando a sus hijos que los padres
Las madres de hoy dedican más tiempo a cuidar a sus hijos que a los padres en eras anteriores. En 1965, las madres trabajadoras pasaban tres horas en el cuidado de los niños. Pero los tiempos se duplicaron en 2003. Sin mencionar cómo las madres modernas se las arreglan para hacer todas las tareas en estos días... trabajar, cuidar a los niños (tiempo de calidad) y llegar a todo en el hogar. El intercambio de roles en las parejas también ayuda a que esto sea posible.
5. No trabajan tanto como los padres que trabajan
Tanto hombres como mujeres tienen horas iguales de trabajo. Pero la verdadera cuestión aquí no es acerca de cuánto trabajan... Más bien, se trata de definir qué es el trabajo en cada caso. La verdad es que el trabajo doméstico es un trabajo no remunerado que existe. Nuestra sociedad tiene que redefinir lo que es el trabajo... Porque trabajar es hacerlo lo mismo dentro como fuera de casa.
6. Son malas madres
Las madres modernas están haciendo más por el desarrollo cognitivo de sus hijos que antes. Las mujeres pasan más de una hora de su día para tener un tiempo de calidad con sus hijos. Además, hay estudios que demuestras cómo las madres trabajadoras son menos propensas a estar deprimidas o tristes.
Todavía hay gente que cree en estos mitos... por eso hay que seguir trabajando para que estos mitos queden enterrados para siempre... Ya que una mujer puede ser mujer, madre y trabajadora.