La educación es uno de los pilares esenciales para tener una sociedad mejor. Sin embargo, no todos los sectores de esta sociedad han estado siempre presentes a la hora de crear un modo de educación acorde para todos ellos. Por eso, en la actualidad contamos con el modelo de escuela inclusiva , la cual tienen como objetivo cubrir las necesidades educativas de todas aquellos alumnos y alumnas de cualquier edad, sobre todo las que se encuentren en una situación de vulnerabilidad, excluidos o marginados.
Este nuevo sistema educativo por parte de profesores y profesoras cualificados pretende que no solamente aquellos con más facilidades y recursos sean los únicos en tener derecho a la educación, sino que todos los seres humanos por igual merecemos tener el mismo nivel de instrucción, indiferentemente de nuestras condiciones o situación en la sociedad.
Este nuevo concepto de educación no está todavía integrado con efectividad en todas las escuelas del mundo, ni tampoco en nuestro país. La intención es que se consolide como modelo base para todos los centros educativos, facilitando también así la inclusión de todo tipo de estudiantes, indiferentemente de su clase social o procedencia, dentro de un mismo centro de estudios. Haciendo así más ricos los conocimientos y la cultura de los integrantes, también como la capacidad de empatizar con todos los grupos sociales a cualquier edad.
En Bekia te contamos qué es la escuela inclusiva, para que conozcas mejor este concepto que si funciona con eficacia puede revolucionar positivamente la educación de todas las personas que estén dispuestas a un cambio e inclusión por un mundo mejor.
Orígenes de la escuela inclusiva
Helen Mary Warnock, miembro de la Academia Británica, fue también directora de la escuela secundaria femenina de Oxford. Este cargo como directora le llevó también a realizar múltiples investigaciones verso a la infancia junto con su base de estudios filosóficos. Posteriormente se convirtió en presidenta de la comisión británica de investigación sobre educación lo que le hizo tomar un especial interés verso a la educación especial y aquellas personas marginadas en la sociedad.
Finalmente, en 1978 decidió publicar el informe que llevaría su mismo apellido, donde ratificaba la importancia de que todo el mundo pudiese tener acceso a la educación, que esta fuese del mismo nivel y calidad para todos los alumnos y alumnas y que se acuñasen las normas y necesidades específicas para cada uno de ellos, de modo que ninguno se viese menospreciado o excluido.
Para que los alumnos y alumnas puedan recibir la misma educación no vale que los materiales y el método utilizado sea el mismo para todo el mundo. Se hace necesaria para Warnock la creación de un sistema versátil, el cual pueda siempre dar una respuesta individualizada de inclusión según las necesidades de cada pupilo por parte de los profesores y profesoras. Por lo tanto, paralelamente al sistema educativo al que se someten la mayoría de los niños debe crearse otro para aquellos que no pueden seguirlo con facilidad, adaptándolo de modo que aprendan (quizás a otro ritmo), pero que siempre al final de su etapa educativa hayan adquirido los mismos conocimientos que el resto de sus compañeros.
Todos los niños son diferentes y tienen unas capacidades de aprendizaje distintas unos de otros. Manteniéndolos todos bajo el mismo paraguas educativo, los profesores y profesoras solamente hace que nos encontremos con pequeños desanimados y sin ganas de seguir aprendiendo. No obstante, gracias a la educación inclusiva se genera un método de estudio específico para cada uno de estos alumnos con dificultades haciendo así que vuelvan a interesarse por las clases y puedan aprender los mismos conceptos a su ritmo.
La educación inclusiva en la actualidad
Durante el 1990 se celebró el año mundial de la alfabetización y se hizo patente la necesidad de una educación igualitaria no solamente entre los niños de una misma clase o colegio, sino también en todos los países del mundo. Así pues, contando con el mismo nivel de estudios podríamos ayudar a muchas personas en situaciones de marginalidad o pobreza a mejorar su estatus y situación en la sociedad.
Para que la educación inclusiva se lleve a cabo no solamente depende de las escuelas o los profesores, sino que todo el país debe estar implicado. Las políticas lingüísticas deben facilitar una educación igualitaria, con materiales adecuados y profesores cualificados.
Hoy en día existen escuelas puramente integradoras, las cuales dan clases solamente a aquellos niños con dificultades especiales en el aprendizaje. Dependiendo del país o de la zona en concreto existe cierta preferencia por mantener a este grupo dentro de la misma escuela, pero en un aula diferente, o en un colegio exclusivamente para ellos. Se trata del modelo que se quiere dejar atrás, para alcanzar uno nuevo en el que los niños no sean segregados por sus capacidades, sino que todos compartan la educación, aunque haya que inidividualizarlos a cada niño el nivel o el acceso a los contenidos.
Este tipo de educación también tiene como objetivo reforzar las relaciones entre compañeros de las clases, por lo que si separamos a los niños con necesidades especiales en colegios separados perderemos este aspecto tan importante de la educación inclusiva. Como no se quiere que el niño con dificultades se sienta diferente ni excluido, los mismos compañeros de clase pueden ayudarles con ciertas tareas, siempre bajo supervisión de los profesionales del aula y con el respeto debido para que todos sean conscientes de que la inclusión, tanto en el aula como en su vida posterior, siempre es más rica y gratificante que la exclusión.