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Desmontando los movimientos antivacunas
Desmontando los movimientos antivacunas

LA IMPORTANCIA DE VACUNAR

Desmontando los movimientos antivacunas

Hay quienes piensan que el movimiento antivacuna tiene fundamento... Pero, debemos desmontar estos pensamientos por la salud de todos.

Estos últimos años, el movimiento antivacunas ha ganado mucha fama gracias a la realización de un estudio, en el cual tras analizar a doce niños vacunados del sarampión, se dijo que esta vacuna podía generar autismo.

Dicha afirmación fue desmentida poco después, sin embargo, muchas personas que creyeron en lo anterior, los considerados ''antivacunas'', siguen pensado que vacunar a los más pequeños puede tener efectos secundarios más peligrosos que la propia enfermedad que se intenta evitar, o al menos que el riesgo a correr no es necesario. Las personas que siguen este movimiento, se basan para defender su postura en ciertas afirmaciones, que a primera vista pueden parecer razonables , pero todas ellos son desmontables de una manera u otra por la ciencia.

Por ello, con el fin de que muchos padres preocupados por este movimiento se den cuenta de la carencia de veracidad que tienen sus argumentos, desde Bekia desmontamos las afirmaciones y las razones más comunes que dan los ''antivacunas'':

Las vacunas contienen aluminio, el cual es una sustancia peligrosa para el organismo.

Es cierto que algunas vacunas contienen pequeñas dosis de aluminio, puesto que esta sustancia ayuda a aumentar su eficacia, facilitar su respuesta inmune y disminuir la cantidad de virus o de bacterias activas en dicha vacuna. No obstante, las cantidades de aluminio que se usan en una vacuna son ínfimas, no superando en ningún caso los 0,85 mg.

Los niños están expuestos a más cantidad de virus y de bacterias en tan solo un díaLos niños están expuestos a más cantidad de virus y de bacterias en tan solo un día

Teniendo en cuenta lo dicho anteriormente, y sabiendo que en un día, como norma general, las personas consumimos una media entre 30 y 50 mg de aluminio, el cual procede de la comida que consumimos, del agua que bebemos, e incluso del aire que respiramos, la cantidad usada en una dosis de vacuna, no genera ningún riesgo a la persona.

Las vacunas son una estrategía de las farmacéuticas

Un pensamiento muy común entre los antivacunas es que las farmacéuticas se aprovechan de la venta para su bien económico, por lo que muchas personas creen que su fiabilidad y su necesidad son un invento de estas.

Desmontar esta teoría es muy fácil, ya que si nos paramos a analizar la situación nos daríamos cuenta de que realmente los beneficios de las farmacéuticas se dispararían si los niños dejaran de ser vacunados y las personas empezasen a enfermar, ya que comprarían y consumirían multitud de medicamentos para aliviar los síntomas de las enfermedades.

El gran número de vacunas que establece sanidad sobrecargar el sistema inmune del niño

Esta es una de las creencias más extendidas por los antivacunas, tanto es así que muchos padres se plantean realizar el[a/]https://www.bekiasalud.com/articulos/vacunas-tener-ninos/[i] plan de vacunación[/a], porque creen que tantas vacunas pueden afectar negativamente el sistema inmune de sus hijos, sobrecargándolo.

Pero antes de creerse esta afirmación hay que tener en cuenta, que todas las personas, al igual que los niños, estamos constantemente en contacto con virus y con bacterias. Y es por esta razón por la que nuestro sistema inmunitario viene dotado de nacimiento con la capacidad de soportar ilimitadas cantidades de antígenos, detectarlos y combatirlos.

Es decir, los niños están expuestos a más cantidad de virus y de bacterias en tan solo un día, que todas aquellas que se encuentran en las vacunas juntas que van a recibir durante toda su vida, sin tener en cuenta que a mayores, los que se encuentran en dichas vacunas están inactivos

Previenen de enfermedades que ya no existen.

Muchos antivacunas se escudan diciendo que para que van a vacunar a sus hijos con una vacuna que previene una enfermedad que ya no existe o está erradicada. Pero no se dan cuenta de que dicha enfermedad si existe, solo que al estar toda la población vacunada ya no se conocen casos de su padecimiento, es decir, que dicha enfermedad ha logrado ser controlada en los países desarrollados gracias a las vacunas.

Por ejemplo, en España, el porcentaje de vacunación infantil contra el sarampión llega a un 97%, por lo que apenas se conocen casos de esta enfermedad. No obstante, en 2017, hubo 160 casos de menores que no habían recibido la dosis de vacuna y enfermaron, de los cuales uno de ellos no logro sobrevivir.

Las vacunas causan alergias, asma, intolerancias, etc.

Es cierto que el número de personas con alergias, asma, e intolerancia a ciertas sustancias, ha aumentado en los últimos años, pero tras varios estudios se ha demostrado que este aumento tan considerable no es consecuencia de la vacunación infantil, no tiene nada que ver con las vacunas, si no con la existencia de un ambiente más higiénico. Ya que en la actualidad en la primera infancia estamos expuestos a menos cantidades de virus y de bacterias que hace unos años, lo que provoca que nuestra flora intestinal cambie.

A su vez, otras razones que provocan que tanto las alergias como el asma y las intolerancias hayan aumentado son un consumo excesivo de antibióticos y una alimentación desequilibrada, pobre en fibra y rica en grasas, sobre todo grasas saturadas y alimentos muy procesados.

Las cantidades de aluminio que se usan en una vacuna son ínfimasLas cantidades de aluminio que se usan en una vacuna son ínfimas

Estas solo son algunas de las muchas razones que dan los antivacunas para defender su postura, todas ellas desmontables de manera científica. Es importante informarse bien sobre los beneficios de la vacunación, ya que la tendencia de no vacunar a los hijos surge de la desinformación por parte de los padres y de las creencias no contrastadas por médicos y expertos en salud infantil.

¿Qué es el efecto rebaño?

El efecto rebaño, también conocido como la inmunidad en grupo, se refiere a la inmunidad a cierta enfermedad debido a que la mayoría de las personas están vacunadas, es decir, gracias a este efecto, cuando un niño no es vacunado de una enfermedad y el resto de la población si, dispone de una inmunización grupal, ya que el resto no puede contagiarse y transmitírselo.

No obstante este efecto se está viendo quebrado por culpa del movimiento antivacunas, ya que cada vez son más los niños que dependen de él para no contagiarse, abriendo una brecha y dificultando que este fenómeno se dé, debido a que al ser más, aumentan las probabilidades de que se contagien entre ellos y lleguen a enfermar, así como llegando incluso a perjudicar al grupo de personas que si han sido vacunadas.

En resumen, si la mayoría de la población se vacuna correctamente evita que los que por algún motivo no se han vacunado tengan menos probabilidades de estar en contacto con la enfermedad. Es por ello por lo que es importante saber que el fin de las vacunas es evitar enfermedades y las secuelas que estas puedan dejar, así como el sufrimiento que causan a los seres queridos, por ello tenemos que recapacitar sobre la obligación ética y tener en cuenta la salud tanto nuestra, como la de nuestros hijos y la de los que nos rodean.

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