Llega Navidad y, con ella, también llegan Papá Noel y los Reyes Magos, siempre dispuestos a llenar de regalos a los más pequeños de las casas. Los niños se levantarán el día 25 de diciembre y el día 6 de enero con el árbol de Navidad lleno de juguetes y, en su emoción, quizás no se den cuenta de la realidad que esos regalos pueden ocultar, al menos en el momento. Pero cuando empiecen a jugar con sus amigos, sí que comenzarán a ver un patrón similar: mientras que los niños tendrán consolas, las niñas tendrán muñecas; mientras que ellos tendrán coches, ellas tendrán bebés. Pasan los años y, aunque creamos que cada vez estamos más evolucionados, no es cierto, y en Navidad se demuestra.
Los juguetes sexistas acabarán siendo, como todos los años, los más pedidos y, también, los más regalados. Y, realmente, el problema no son los juguetes, sino las personas. Somos nosotros los que les damos a los juguetes la categoría de " de niños " o " de niñas ", los que separamos por género desde que son pequeños (incluso antes de que ellos hayan decidido si son niños o niñas; debemos recordar que una cosa es el sexo y otra el género). Creemos que ellas van a ser más felices con bebés, mientras que ellos van a preferir muñecos de acción. Y nos equivocamos, por supuesto.
Al ser padres, hay que enfrentarse diariamente a nuevos retos que los hijos van poniendo. No será hasta que tengas un bebé que comenzarás a comprender lo que es tener que buscar los juguetes más apropiados dentro de los que el niño ha pedido, por ejemplo. Porque puede que algunos no se ajusten a su edad, que los otros no te parezcan lo suficiente educativos, y que los últimos te parezcan demasiado inseguros. Si a esto le sumamos que la gran mayoría suelen ser sexistas, probablemente obtengamos una ecuación muy complicada que tendremos que resolver cada Navidad.
Si en este momento os estáis preguntando qué podréis regalar que no sea sexista, y no tenéis ni idea, no os preocupéis, porque aquí os vamos a hacer una lista de cosas que tenéis que tener en cuenta antes de comprar regalos para evitar que estos sean sexistas. De esta forma, conseguiréis que vuestros hijos comprendan que la única diferencia entre niños y niñas es biológica, y que los gustos pueden ser exactamente los mismos. ¡Vamos a ello!
Se acabó el rosa para niñas y el azul para niños
Lo primero que tenéis que tener claro es que no hay colores de niños y colores de niñas; a un niño puede apasionarle el rosa, y una niña puede odiarlo. Esta diferencia de colores de niños y colores de niñas la impone la sociedad, y es quizás uno de los detalles más sexistas que podamos encontrar en las tiendas. Lo notaréis muy claramente si vuestros hijos os piden como regalos bicicletas o cualquier tipo de patín. Y es que cuando vayáis a las tiendas, veréis que siempre hay dos colores disponibles: azul y rosa. Hay algunas excepciones, sí, pero pocas. Por regla general, solo estarán disponibles en esas dos tonalidades.
Los juguetes transmiten los sexistas roles de género
Ellos pueden ser papás, y ellas pueden ser mecánicas
No solo los colores están muy marcados por nuestra sociedad sexista, sino que también lo están las profesiones. Si os fijáis, una gran parte de los juguetes y regalos que encontréis esta Navidad en las tiendas estarán relacionados con las futuras profesiones que vuestros hijos escogerán; juegan a ser mayores, y, de esta forma, van desarrollándose, van viendo lo que les gusta. Pero si nos dejamos llevar por lo que la publicidad nos dice, ellas serán cocineras, enfermeras, maestras o amas de casa, mientras que ellos solo podrán ser mecánicos, científicos o arquitectos. ¿Por qué tu hija no puede jugar a ser científica, si es lo que ella quiere? ¡Claro que puede! ¡Y debe!
Las profesiones tampoco entienden de géneros, por mucho que nos quieran hacer creer que las mujeres sirven más para las profesiones relacionadas con los aspectos sociales, y los hombres para todo aquello que esté relacionado con la ciencia y los números. Si desde que son niños les enseñamos que pueden ser absolutamente lo que quieran, acabarán siéndolo; pero si les cortamos las alas, no verán más allá de lo que nosotros les hemos enseñado y, por desgracia, serán simplemente lo que han aprendido que pueden ser.
Si tu hija quiere jugar a ser mecánica, déjala. Que disfrute, que aprenda, que pruebe, que practique. Y otro tanto de lo mismo si tu hijo quiere jugar a ser papá, o a ser cocinero. ¿En qué afecta eso realmente a su persona? ¿Por qué es malo que los niños jueguen con bebés, si dejamos que las niñas lo hagan todo el tiempo?
Opta por juguetes que escapen de los roles de género
Sí es cierto que puede que vuestros hijos sean los que acaben pidiendo juguetes con sesgos de género muy fuertes; puede que las niñas, a base de ver en la televisión que lo que tienen que pedir es una mascota o un bebé, acaben haciéndolo. Pero para eso están los padres, para tratar de corregir estas actitudes sexistas desde el primer momento. Claro que los Reyes Magos pueden traerle a la niña un muñeco, pero también pueden traerle un libro, un juego de Lego o un patinete negro también. No consiste en regalar lo que nosotros queramos, sino en darle a la niña o al niño algo de lo que ellos han pedido, y otra cosa que nosotros consideremos más educativa y apartada de esos roles de género.
A fin de cuentas, son los niños los que deciden, pero somos nosotros los que les ayudamos a decidir. Y qué mejor que regalarle algo relacionado con la ciencia o con el aprendizaje, buscando siempre la diversión. De esta forma, evitamos los juguetes sexistas y, además, los niños aprenderán a la vez que se divierten.