Tener tiempo libre siempre es bueno, pero tampoco nos pasemos. ¿Qué quiero decir con esto? En este artículo voy a tratar un tema que puede resultar confuso y perjudicial para los niños pero que en cambio puede tratarse desde un punto de vista positivo. Lo importante es saber dónde se encuentra el límite. Es por eso que desarrollaré una serie de aspectos que os pueden ayudar a planificar el día de un niño de manera que se mantenga equilibrado: ni demasiado descanso, ni demasiada actividad.
Lo primero de todo es que por supuesto que es negativo que un niño no tenga tiempo de ocio. ¿Por qué? Tiempo libre no se llama al tiempo que pasas en casa sin ser productivo sino que es un tiempo que vas a dedicar a hacer lo que te de la gana. Ahora quizá estéis pensado que hacer lo que te de la gana puede ser algo poco productivo y realmente, tenéis razón. Sin embargo, cuando pensamos muchas veces en tiempo libre, está relacionado con un tiempo de cero actividad, cero descanso y simplemente mantenerse estático perdiendo el tiempo. Ahora bien, yo me acerco más al concepto de tiempo libre como un momento del día en el que te mereces un descanso porque llevas todo el día realizando actividades del tipo que sean.
En estos casos puede surgir la pregunta de ¿los niños necesitan ocio? Es una pregunta totalmente diferente a la del título y podemos incluso cambiarla por ¿los niños necesitan descansar? Muchos padres piensas que no es negativo que sus hijos no tengan tiempo de ocio, pero realmente, lo perjudicial es que no tengan tiempo libre.
¿Qué es lo que quiere hacer nuestro hijo o hija?
Lo niños (como todos los seres humanos) tienen personalidades únicas. Es posible que tu hijo sea una persona que necesite actividades porque sea muy activo. Incluso en cierta manera es bueno que el niño desgaste, lo apuntes a un deporte e incluso a otra actividad extraescolar durante la semana. Pero atentos, siempre debemos hacerlo si el propio niño nos lo pide.
¿Qué es lo que pasa cuando nuestro hijo no nos pide ningún tipo de actividad? Si sentimos que debería de hacer algún deporte, podemos tratarlo y ver si realmente quiere. En el caso de que no quiera, es posible que igual prefiera una actividad menos ajetreada.
Para ser un padre o madre comprensivo deberíamos hablar con él y preguntarle si le gusta algo en especial. Seguramente os diga que le gusta cierta actividad y es entonces cuando debéis ir con él a apuntarlo, ya que además ayuda a una mayor sociabilización del niño. Sin embargo, al menos dos días a la semana lo dejaría descansar para que haga sus propios planes con sus amigos. A veces ocurre que estamos tan ocupados que no podemos luego mantener un contacto usual con nuestros compañeros de trabajo. En el caso de los niños, tienen la suerte de estar viviendo una de las etapas más libres y vacías de responsabilidades por lo que es bueno que puedan hacer uso de esa pequeña libertad.
Por otra parte, no solo se trata de ser comprensivo sino de ser lógico. El hecho de que nuestro pequeño tenga tiempo libre no necesariamente está relacionado con una baja productividad, sino todo lo contrario. Cuando tenemos días específicos para descansar y hacer lo que más nos apetezca, los días que estemos con las actividades serán más productivos ya que estaremos bien descansados. Incluso es muy probable que mejoren en el colegio ya que tendrán más tiempo para hacer los deberes sin tantas presiones temporales.
¿Cuánto descansar y cuánto dedicar a actividades extraescolares?
Es importante entender que cuando somos pequeños no gestionamos demasiado bien el tiempo con respecto a las tareas de clase o de actividades extraescolares y es por eso que está bien que los padres realicen un horario para sus hijos pero a modo de respuesta final diré que no es negativo que nuestros hijos no tengan tiempo de ocio. Ser una padre comprensivo y dejar que tu hijo descanse no quiere decir que descuides de él, quiere decir que estás valorando el tiempo que emplea haciendo actividades y que entiendes que necesita un descanso, incrementando la productividad en los días de trabajo y manteniendo la balanza equilibrada. Por eso recomiendo que tres días a la semana se realicen las actividades que se quieran y dos días a la semana se descanse. Has de conocer a tu hijo y saber llevarlo.
Quizá el deporte le sirve como desahogo e incluso le resulte muy divertido y sirva como tiempo libre, mientras que ir a una academia le produce un desgaste mental mayor, lo que quiere decir que puede ir tres días a la semana a una academia y dos días a la semana a un deporte.
Todas las posibilidades están bien siempre y cuando hayas hablado con tu hijo. Lo que os recomiendo encarecidamente que no hagáis es apuntar a vuestro hijo a las actividades que creáis pertinentes sin tener en cuenta que no quiere hacerlas. Otra cuestión muy diferente es que vuestro niño no realice ningún tipo de actividad a la semana. Entonces seguramente debería de hacer al menos una para moverse y ejercitarse un poco además de acostumbrarse a estar en grupo con otros niños.
Lo importante es tener comprensión con el pequeño, charlar sobre estos temas y ver qué os dice. Es lo más fácil, lo más directo y hará que vuestras dudas desaparezcan. Si veis que se niega a tener ningún tipo de actividad de ocio, entonces podéis hacer vosotros una salida todos los domingos de senderismo, de esta manera se moverá con vosotros e igual termina animándose a realizar otro tipo de actividades.