Este tema es peliagudo puesto que los niños de dos años no han desarrollado aún sus capacidades lingüísticas ni sociales, por lo que el tema del acoso o intimidación puede resultar demasiado relativo. Es sabido que a partir de los dos años los niños comienzan a tener rabietas por motivos concretos o simplemente porque les da una explosión emocional.
Que alguien diga que un niño de dos años es capaz de intimidar a otros niños, puede ser difícil de comprender, pero los niños pequeños pueden ser "acosadores" o víctimas de "acosadores". Sin embargo, el comportamiento de intimidación en un niño pequeño es muy diferente del tormento intencional que a menudo imponen los niños mayores. Un niño de 2 años es naturalmente egocéntrico y arrebatará un juguete de la mano de otro niño simplemente porque quiere jugar con él, no lo hace por hacerle daño emocional y mucho menos de forma intencional. Simplemente actúa pensando en sí mismo, por la etapa egocéntrica por la que está atravesando.
Por qué ocurre
El comportamiento agresivo puede alcanzar nuevas formas alrededor de los 2 años. Debido a que un niño pequeño no es capaz de ver la vida desde el punto de vista de otra persona, no se da cuenta de que sus acciones de confrontación son hirientes. Por ejemplo, un niño pequeño podría empujar a otro niño en el centro infantil simplemente porque el niño se encuentra en el camino de un juguete con el que quiere jugar.
Podría derribar la torre de bloques de otro niño no para lastimar deliberadamente al constructor sino porque pensó que sería divertido ver cómo la torre se derrumbaba. Quizá le arañe en la cara a otro niño, pero no con la intención de hacerle daño físicamente, si no quizá porque lo que quiere es coger el juguete que tiene en la mano o que le deje paso para subir al tobogán.
Cuando muerden
Un niño de 2 años puede recurrir a morder cuando no puede expresar su enfado o frustración con palabras o cuando está muy feliz o emocionado. Un niño pequeño también puede morder a otro niño para hacerle saber que está demasiado cerca de él. Es necesario que los padres enseñen a sus hijos a que sepan que morder no es aceptable. Dentro de su capacidad de entendimiento es necesario hacerle ver que morder a otra persona está mal porque hace daño.
El ejemplo siempre es el mejor maestro
Un niño de 2 años puede ser testigo de actos de intimidación genuinos en niños mayores en centros de cuidado infantil o en centros infantiles. Aunque básicamente no tiene poder sobre lo que observa tu hijo pequeño en el centro infantil, sí tienes control sobre cómo actúa cuando enfrentas conflictos en casa.
Ten en cuenta que a un niño pequeño le encanta imitar a los demás, así que haz todo lo posible para controlar tus emociones alrededor de tu hijo de 2 años. No recurras a los insultos ni a señalar con el dedo al disciplinar a tu hijo. La paciencia y la calma siempre serán tus mejores herramientas.
Qué no debes olvidar
Enseñarle a tu hijo formas socialmente aceptables de ser asertivo ayudará a garantizar que se lleve bien con los demás. Aprender a decir "no" con confianza hace que tu hijo sea menos apto para ser intimidado o convertirse en un acosador. El juego de roles contigo o con muñecos puede ayudar a tu hijo a acostumbrarse a ser firme con un compañero que puede burlarse de él sin maltratar al acosador en especie. Por ejemplo, enséñale a tu hijo a decirle con seguridad a un acosador que quiere el juguete con el que está jugando que "lo estoy usando ahora".