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Niños autistas: cuáles son los síntomas tempranos del autismo
Niños autistas: cuáles son los síntomas tempranos del autismo

AUTISMO

Niños autistas: cuáles son los síntomas tempranos del autismo

Es necesario detectar cuáles son los síntomas tempranos del autismo para poder empezar la terapia cuanto antes.

En ocasiones, un niño que padezca Trastorno del Espectro Autista, también conocido como autismo, puede llegar a mostrar algunos síntomas de este trastorno cuando es apenas un bebé. Un error que se suele cometer, no obstante, es creer que todas las personas con trastorno del espectro autista tienen los mismos síntomas, o las mismas características, cuando para nada es así; el mero hecho de que se hable de un espectro autista viene a hacer referencia a las diferencias que se puede encontrar entre las personas que viven en su día a día con el autismo.

Si bien es cierto que no todos los niños muestran los mismos síntomas, es innegable que hay ciertos rasgos que pueden alertar a los padres de que el bebé podría padecer trastorno del espectro autista. Es importante conocer estos síntomas para, en caso necesario, llevar al niño al especialista. El TEA afecta directamente a la socialización del niño, así como a su forma de comunicarse y a su conducta, con lo cual es importante que se trate para hacer que su vida sea lo más sencillo posible. No se suele tratar con medicación, sino con terapias.

Uno de los más claros es que da la sensación de que el niño es sordoUno de los más claros es que da la sensación de que el niño es sordo

Síntomas a tener en cuenta

Durante los primeros meses de vida, el autismo podría denotarse en los niños por su falta de contacto visual con el resto de personas. Cuando los bebés tienen apenas unos meses, comienzan a buscar con la mirada a sus padres, a sus compañeros de juegos, y comienzan a reír. No obstante, si no hay seguimiento visual, si no hay contacto en sí, podría darnos a entender que podría haber un trastorno del espectro autista.

Conforme van creciendo, los niños imitan a los adultos en sus actividades diarias, porque es la forma que tienen de aprender. Por ejemplo, comienzan a tratar a sus muñecos como si de bebés se tratara, imitando cómo sus padres les cuidan a ellos. Si no se ve esto, o si el niño no disfruta de la atención de sus padres, o no juega con el resto, o no comparte miradas con las demás personas, podríamos estar ante síntomas que deberían tenerse en cuenta. Estaríamos hablando de un aprendizaje social que no funciona de forma normativa.

Es a partir del año y medio, y hasta los dos años o tres, que se pueden apreciar mejor los síntomas aparentes de trastorno del espectro autista. Uno de los más claros es que da la sensación de que el niño es sordo, porque no responde a las llamadas, ni a su nombre, pero en cambio sí que escucha ciertos sonidos. Junto a este, podemos hablar del hecho de que suele "ignorar" al resto de miembros de la familia: no alza los brazos para que le cojan, no se alegra de ver a sus padres, no señala a los adultos para que le hagan caso, y no hace contacto visual.

El lenguaje será sin duda uno de los elementos clave en la detecciónEl lenguaje será sin duda uno de los elementos clave en la detección

No busca la interacción humana

Pese a que, como hemos dicho, no todos los niños con autismo responden igual a las mismas situaciones, es habitual ver cómo juegan solos, de forma repetitiva y usando objetos de forma diferente a como los usarían el resto de los niños. Además, podría presentar movimientos estereotipados conocidos como típicos, como podría ser el aleteo con las manos, balancearse o caminar de puntillas. A esto hay que sumarle que habría ausencia de lenguaje, con un tono de voz inapropiado en según qué momentos. El lenguaje será sin duda uno de los elementos clave en la detección: si no balbucea antes de los doce meses, si no dice palabras antes de los dieciséis, si no es capaz de hablar antes de los veinticuatro, podrías estar ante un niño con TEA.

Es importante conocer estos síntomas, pero también es fundamental saber que cada niño es totalmente diferente y podría presentar síntomas distintos. No solo eso, sino que también es fundamental saber que el autismo es un trastorno que cada vez se va conociendo más, y con el que multitud de personas conviven en su día a día sin ningún tipo de problema. La clave es ser consciente de que la forma que tienen de relacionarse las personas con trastorno del espectro autista es diferente a la normativa (lo que no indica que sea peor en ningún momento), y somos nosotros los que debemos hacerles más fácil la relación con el resto de personas y con su entorno en general.

Si crees que tu hijo puede padecer trastorno del espectro autista, es importante que le lleves a su pediatra en primer lugar, y que visites algunos especialistas para que te indiquen si esto es cierto o no. A partir de ahí, podrás ver qué decisiones debes tomar para hacer que su vida sea lo más sencilla y placentera posible. También puedes visitar distintas asociaciones de personas con Autismo, donde seguramente aprenderás mucho más sobre el tema y comprenderás cómo debes relacionarte con tu hijo.

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