Los niños necesitan moverse para permanecer alerta y por tanto, para aprender mejor. El aprendizaje es un proceso individual y lo que funciona para una persona no necesariamente debe funcionar para otra. Es un proceso que involucra a todos los sentidos, al intelecto, a la capacidad emocional, a la capacidad cognitiva para aprender, ajustar, resolver problemas y tener éxito en la vida.
Tu hijo merece experimentar un sistema educativo que se alinea con las fortalezas básicas y refuerza otras habilidades necesarias para el crecimiento personal y profesional. También es muy importante asegurarse de que todos los bloques de construcción estén en su lugar para que ocurra el aprendizaje.
Los cinco sentidos (o 7...)
En muchas escuelas enseñan solo a través del sentido visual y auditivo y se olvidan de que son solo dos sentidos, ¡hay sentidos más igual de importantes para el aprendizaje! La mayoría de las personas conocen los sentidos obvios como la vista, el oído, el tacto, el olfato y el gusto. Sin embargo, ¿sabías que los dos sentidos ocultos, que no son visibles, son los sistemas de aprendizaje más esenciales en el cuerpo? Se denominan sistemas corporales: sistema vestibular (basado en el oído interno) y sistema propioceptivo (ubicado en cada huso muscular, receptor articular y ligamento).
A medida que tu hijo se mueve a lo largo de su entorno, también lo hace el líquido en los canales del oído interno. A medida que el líquido en su oído interno se mueve, el cerebro de tu hijo recibe información sobre la posición de su cabeza en el espacio. Estos dos sistemas son vitales para el aprendizaje integrador a través de todos los sentidos y ayudan a los otros sistemas a procesar la información de manera suficiente como un todo. Sin estos dos sistemas, el aprendizaje de todo el cuerpo no sería posible.
Los niños se mueven menos y cada vez están expuestos a más estímulos visuales y auditivos para aprender, dejando a un lado todo el potencial real que podrían tener no solo para aprender, sino también para desarrollarse.
Funciones importantes del sistema vestibular (oído interno)
Los niños que se mueven menos
Es triste ver cómo los niños se mueven menos y que cada vez están más expuestos a estímulos visuales y auditivos para aprender en las escuelas. Incluso cada vez se ve cómo escriben menos, los niños no quieren escribir a mano, quieren hacerlo a ordenador o con sistemas de activación por voz.
Los niños son menos activos, no son tan experimentales, ni tan independientes para resolver problemas que dependen de sus propios cuerpos. Son más estáticos en el juego y con la interacción con el mundo exterior. La tecnología y el tiempo de la pantalla le están quitando un tiempo valioso al juego físico de tus hijos, que se supone que alimenta el sistema vestibular. Las gamas de ropa también optan por opciones más fáciles, como cierres de velcro en lugar de cordones o botones, que limitan el desarrollo de secuencias motoras.
Los padres hacen casi todo por los hijos. No hay suficientes árboles para trepar para enseñar a nuestros hijos valiosas habilidades de movimiento en el espacio. Y si quieren trepar un árbol no se le permite debido al miedo a que se caigan y se puedan lastimar. Los niños son cada vez más sensibles al movimiento porque están menos expuestos al movimiento.
Los niños cada vez tienen más miedos a las alturas, miedo a caerse, miedo a escalar... tienen más ansiedad, más sobrepeso y son más lentos. Muchos de ellos tienen problemas de atención, concentración y también dificultades de aprendizaje... Pero todo está conectado. Y ahora la pregunta: ¿Por qué hay tantos niños con dificultades de concentración?
Los niños necesitan moverse
Los niños necesitan moverse para mantenerse alerta. Lo buscarán a pesar de que no es apropiado para la situación o simplemente se sentarán y no harán nada. Luego se etiquetan como hiperactivos, con déficit de atención, disruptivos, no concentrados, soñando despiertos; pero, de hecho, algunos de estos niños están tratando de mantenerse alerta, ya que su sistema vestibular no está tan activado como debería o están contentos de ser pasivos. Un niño no es un mueble, debe moverse porque es un niño.
Se tiene que animar a los niños a moverse, saltar, bucear, caer, dar vueltas y ayudarles a levantarse cuando se sienten heridos para intentarlo de nuevo. No se produce aprendizaje si evitamos continuamente situaciones en las que los niños puedan salir lastimados. De esta manera le estás privando de estupendas oportunidades de aprendizaje por movimiento.
El logro escolar depende del movimiento del cuerpo
Los logros académicos dependen del movimiento y el aprendizaje del cuerpo a través del movimiento, el tacto, la sensación, la vista, el oído, el olfato y el gusto. El movimiento puede incorporarse en el aula sin que sea caótico. Algunos ejemplos incluyen:
- Saltar mientras se aprende a contar
- Aplausos secuenciales para las reglas de ortografía
- Mover los músculos del cuerpo para mantener la concentración
- Buena coordinación corporal para mejorar en lengua y matemáticas
¡Todos a moverse!