La difteria es una enfermedad transmisible aguda que infecta las vías respiratorias superiores, como es la faringe, la laringe, las amígdalas y la nariz, y con menos frecuencia la piel. Se trata de una infección prácticamente erradicada en la mayoría de los países, especialmente en países desarrollados, donde la vacunación es el principal método de prevención, además es más frecuente que la enfermedad se disemine en áreas de hacinamiento y malas condiciones de salud. Aun así existen áreas del planeta donde cada año se registran nuevos casos de difteria, e incluso en países donde la enfermedad se considera erradicada se han observado en los últimos años nuevos casos diagnosticados de difteria.
Los principales afectados de la difteria son los niños. Te contamos 10 que posiblemente no sabías sobre la difteria, una enfermedad que puede tratarse y curarse, pero que puede ser grave en aquellos casos en los que la infección llegue a afectar a órganos importantes como corazón, riñón y sistema nervioso.
1. Es una enfermedad aguda
Es una enfermedad aguda que se caracteriza por lesiones locales y superficiales en la mucosa de la faringe, laringe, nariz... y en la piel, pero con menos frecuencia. Por tanto podemos hablar de una difteria respiratoria y una difteria cutánea. Es producida por una bacteria, llamada Corynebacterium diphteriae. Esta bacteria, produce en el cuerpo de la persona infectada una toxina, que es la responsable de las manifestaciones clínicas en el sujeto infectado. La característica principal de la difteria, es la aparición de pseudomembranas en la faringe, como resultado del daño que ocasiona la toxina en nuestro cuerpo.
2. Solo se contagia en humanos
La difteria es una infección que se produce solamente en humanos, y por tanto el contagio se produce de manera directa de la persona enferma, también conocida como portador, al sujeto sano. El contagio es similar al de cualquier otra patología infecciosa respiratoria. Los estornudos, la tos, la saliva, el contacto directo con la persona enferma, o a través de lo que en medicina se denomina fómites, objetos capaces de transmitir la enfermedad si se contaminan con algún patógeno, en este caso la bacteria causante de la difteria, algunos ejemplos son: servilletas, juguetes, libros...
3. La difteria ha disminuido a nivel mundial
Ha disminuido considerablemente las cifras de casos de difteria en el mundo, principalmente gracias a las medidas de prevención y a los planes de vacunación implementadas en los últimos años. Los ambientes de hacinamiento, la higiene deficiente y la falta de vacunas, son los principales responsables de la aparición y propagación de la difteria. Se trata por tanto, de una enfermedad erradicada en países desarrollados, aunque continúa presente en determinados países de África Asia y América del Sur.
Al ser una infección altamente contagiosa, transmisible y grave en muchos casos, es una enfermedad de declaración obligatoria según órdenes de la OMS (Organización Mundial de la Salud). Es decir, cualquier médico que diagnostique un caso de difteria tiene que hacérselo saber a los organismos nacionales e internacionales de salud correspondientes. De manera que la OMS, tiene un alto control sobre las cifras de casos nuevos de difteria al año. Pueden registrarse casos durante todo el año. Se sabe que en climas tropicales es más frecuente la difteria cutánea, y en regiones con climas templados se dan más casos de difteria respiratoria.
4. Puede causar la muerte
La difteria en última instancia puede causar la muerte de la persona infectada. La tasa de mortalidad se encuentras según datos de la OMS entre un 5 y un 10%. Por tanto, es una enfermedad grave, especialmente cuando las condiciones de salud de la persona son deficientes o personas vulnerables como los niños. También la gravedad del cuadro dependerá de un diagnóstico y tratamiento temprano, en lo que son las primeras fases de la enfermedad, pues el principal riesgo se encuentra cuando la toxina que produce la bacteria de la difteria llega al torrente sanguíneo y a través de la sangre afecta a otros órganos del cuerpo, especialmente sensibles son el corazón, el sistema nervioso y los riñones.
5. Existe una vacuna contra la difteria
Aunque los niños son los más afectados por la difteria, existe vacunación efectiva como principal método de prevención, siendo su eficacia casi total si se han cumplido correctamente todas las dosis de vacunación. En la década de 1940 se comenzó a administrar una vacuna conjugada para la difteria, el tétanos y la tos ferina. La vacunación, conocida actualmente con la DTaP, cuya administración dependiendo del calendario vacunal, se administra desde los primeros meses, normalmente 2, 4 y 6 meses, al año de vida, entre los 15 y 18 meses, y entre los 4 y los 6 años. También se suele introducir una vacuna de refuerzo a los 13 o 14 años.
En el caso de los adultos que no estén vacunados o correctamente vacunados, también pueden hacerlo.
6. Tiene efectos tóxicos en el organismo
En el caso de la difteria siempre existe un foco local, ya sea respiratorio o cutáneo, desde el que la bacteria elabora y excreta la toxina. Por ello, la difteria es una infección que produce manifestaciones locales y efectos tóxicos a distancia llegando a corazón, cerebro o riñones.
Tiene un periodo de incubación de 2 a 5 días de promedio. Y un periodo de transmisibilidad o contagio, generalmente alrededor de dos semanas.
7. Existe una difteria respiratoria
En este caso se ven afectadas las vías respiratorias altas, encontrando varias opciones; la difteria nasal, la difteria faringo-amigdalar y la laringitis diftérica. Los síntomas respiratorios más comunes son: dificultad para respirar, dolor de garganta, voz ronca, aumento del tamaño de los nódulos linfáticos, ruido estridente o chillido durante la inspiración, inflamación del paladar, secreción nasal y fiebre leve o moderada, menor de 39ºC.
8. Existe una difteria cutánea
La forma cutánea de la enfermedad es la menos frecuente. La difteria de la piel puede manifestarse de mayor a menor frecuencia en miembros inferiores, miembros superiores, cabeza y tronco. Las heridas presenta una morfología muy específica, den forma de úlceras "en sacabocados", cubiertas por una escara o membrana necrótica y de bordes bien delimitados.
9. Toxicidad neurológica
La afectación más frecuente es la polineuritis periférica. Los síntomas aparecen tras un periodo latente variable de 3 a 7 semanas. Consiste en una debilidad de los miembros que se extiende distalmente. Suele resolverse completamente.
10. Tiene toxicidad cardiaca
Entre una 50 y un 70% de las personas que presentan difteria, sufrirán algún tipo afectación cardíaca o alteraciones en su electrocardiograma. De todas ellas, la más preocupante debido a su gravedad, es la miocarditis, inflamación del músculo cardíaco, que aparece en el 10 o 25% de los enfermos. Puede aparecer en tres momentos clave: durante la fase aguda de la difteria, a medida que mejora el proceso local o varias semanas después. El pronóstico suele ser peor cuanto antes aparezca.
En cuanto a las alteraciones en el ritmo del corazón, las más frecuentes son: bloqueos del ritmo cardiaco, arritmias, fibrilación auricular, extrasístoles ventriculares, taquicardia ventricular o fibrilación ventricular.