No hay nada en la vida que te pueda preparar para ser una nueva mamá... en realidad es la propia experiencia la que te dará las señales para hacer las cosas lo mejor que puedas en cada momento. Incluso aunque tus amigos y familiares que ya son padres te intenten explicar las cosas de maternidad o paternidad, en realidad, es algo que solo entenderás cuando experimentes por ti mismo. Es normal que si eres nueva mamá te sientas estresada e incluso, que sientas miedo.
Es necesario que te cuides a tu misma, sobre todo durante las primeras semanas. Como madre reciente necesitas centrarte en tu bebé, pero también en ti. Con el tiempo te darás cuenta de que todo lo que te parecía cuesta arriba, se vuelve más fácil.
Limita las visitas
El parto es una experiencia angustiosa y requieres tiempo para recuperarte tanto física como anímicamente. Es un proceso difícil y al mismo tiempo, tienes que adaptarte a tu nueva vida como mamá y cuidar de tu recién nacido. Aunque puede parecer algo grosero decir que no a las personas que quieren conocer al bebé, si ahora es lo que necesitas, es lo que debes hacer.
Necesitas tiempo para conectar contigo misma y con tu bebé. Así que no te preocupes si les dices a las personas que prefieres que se esperen y que no te visiten hasta que no te sientas preparada.
Si te visitan, que te ayuden
Lo normal es que las personas te pregunten si necesitas algo. Si realmente lo necesitas, no tengas miedo en pedir ayuda mientras estás cuidando las necesidades básicas de tu recién nacido. Tus seres queridos realmente quieren ayudar y si te lo dicen es porque quieren sentirse útil a tu lado. Así que no te preocupes si les dices que frieguen los platos de después de la cena o si les dices que cuiden de tu bebé mientras de duchas. Para ellos es un esfuerzo muy leve y para ti ese descanso de unos minutos puede significar mucho.
Rutinas simplificadas
Antes de tener a tu bebé es probable que tuvieras una rutina diferente para salir a la calle, ahora con tu bebé todo ha cambiado y tu bebé es lo más importante. Para evitar estresarte piensa qué parte de la rutina es más importante. Si por ejemplo quieres salir siempre bien peinada y maquillada prioriza esto en tu rutina y luego ponte con los demás.
Aunque seas madre, sigues siendo persona y mujer, si necesitas 10 minutos para prepararte, maquillarte o simplemente para hacer respiraciones profundas y calmar tu mente, ¡debes hacerlo!
Encuentra tu propia tribu
Si le preguntas a cualquier madre eterna qué es lo que fue más importante para ellas en la crianza de sus hijos, todas dirán lo mismo: el apoyo. Algunas agradecerán haberlo tenido y otras se lamentarán de no haber tenido la suerte de tener apoyo en la crianza de sus hijos.
Familiares y amigos pueden ser tu apoyo, pero también puedes buscar tribus de mamás en grupos cerrados de Facebook para poder apoyarte en otras mamás con total confianza. También puedes conocerlas en persona si te llevas bien con algunas de ellas.
Deja la limpieza a un lado
Si bien no quieres que haya nada que atraiga a los insectos o roedores, muchas madres enfatizan que su casa, que una vez había sido una casa perfecta, ahora está llena de cosas para bebés. No te preocupes tanto por el desorden, cuando tienes un bebé en casa es lo más normal del mundo.
No te sientas mal si no puedes hacer ejercicio
Primero tienes que recuperarte así que olvida el ejercicio al menos durante unas semanas. Cuando pase este tiempo si no tienes ganas de hacer ejercicio porque estás cansada del trabajo en casa, del trabajo fuera de casa y de cuidar a tu bebé, tampoco te sientas culpable. Si bien es cierto que el ejercicio es recomendable, si estás un tiempo sin hacerlo no te va a pasar nada. Recuerda que el cuerpo de una mujer que ha dado a luz tarda más de un año en recuperarse, y tu mente igual...