Un retraso en el desarrollo se definde como un deterioro cognitivo y / o físico, diagnosticado antes de la edad adulta, que afecta la capacidad de un individuo para funcionar en la vida diaria. Las personas con retrasos en el desarrollo a menudo tienen déficits en el cuidado personal, el lenguaje receptivo o expresivo y el aprendizaje.
Los ejemplos de retraso en el desarrollo incluyen autismo, síndrome de Down y retraso mental. La naturaleza dominante de estos retrasos es que requieren un tratamiento y servicios interdisciplinarios altamente especializados. Los objetivos son la columna vertebral que respalda la solución de los problemas centrales relacionados con los retrasos del desarrollo. Proporcionan herramientas confiables para lograr y medir el progreso. Pero no se deben pensar solo en los objetivos a conseguir sin tener en cuenta las capacidades de las personas.
Cómo establecer objetivos cuando hay retraso en el desarrollo
A continuación vamos a darte algunos consejos sobre cómo es mejor establecer los objetivos para los niños y niñas que están diagnosticados con un retraso en el desarrollo.
- Reúne toda la información. Lo primero será reunir toda la información posible, incluidas evaluaciones psicológicas, pruebas estandarizadas, evaluaciones de profesionales (terapeutas ocupacionales, logopedas, maestros, etc.) e información de los padres y otros cuidadores.
- Evaluar fortalezas y necesidades. Los objetivos para los discapacitados en el desarrollo deben centrarse en minimizar las debilidades y maximizar las fortalezas. Debes tener una visión clara de lo que esto significa, así que crea una lista que describa las fortalezas y debilidades de la persona.
- Apunta los problemas. Sintetiza toda la información para crear una lista de problemas a tratar. Se pueden abordar más de un problema, ya que los retrasos en el desarrollo incluyen una serie de déficits que requieren apoyo y remediación, como académicos, retrasos cognitivos, habilidades de comportamiento, problemas emocionales, autorregulación, habilidades de autoayuda y habilidades sociales y de comunicación.
- Priorizar los problemas. En el entorno escolar habrá múltiples problemas que se abordarán simultáneamente. En casa puede ser necesario apuntar a uno o dos objetivos específicos a la vez.
- Escribe un objetivo para cada tema. Los objetivos deben describir el resultado final deseado ... ¿qué se debe lograr? Estos ayudan a pintar el panorama general. Por ejemplo: "Todas las mañanas, Luis se cepillará los dientes sin ayuda o incitación".
- Escribe los objetivos. Las metas son los pasos que todos los miembros del equipo deben seguir para lograr el objetivo. Los objetivos deben cumplir dos criterios: deben ser específicos y medibles. Específico: Identifica pequeños pasos concretos necesarios para alcanzar la meta. Califica cómo se logrará cada paso : indica dónde se realizará el trabajo, cuándo y con quién, define el nivel de apoyo requerido para el éxito, la cantidad de indicaciones requeridas y las recompensas que se otorgarán. Medición: ¿Cómo se puede medir esta tarea de manera significativa? Especifica el tipo de medición, frecuencia (cantidad específica de tiempo o porcentaje de ensayos), niveles de indicaciones, parámetros de tiempo y marcadores de éxito. Para las habilidades que son difíciles de medir, como el autocontrol, describa lo que debe observarse.
- Implementa el plan y evalúa los datos. La información que se recopila debe analizarse en un horario regular. Dependiendo de la meta, esto puede ser necesario diariamente, semanalmente o mensualmente. La clave es evaluar los datos con la frecuencia suficiente para identificar cuándo una intervención no está funcionando para poder tomar medidas para cambiar el enfoque. En el lado positivo, el progreso es a veces tan mínimo o lleva tanto tiempo lograrlo, que la única forma en que se nota es mediante la evaluación de los datos. Esta es una excelente manera de motivar y celebrar el progreso.
Los objetivos no son una opción. Son absolutamente necesarios para enseñar las habilidades que marcarán la diferencia en la calidad de vida de las personas con retrasos en el desarrollo.