Durante sus seis primeros meses de vida nuestro bebé solamente se alimentará de leche materna o en polvos, ya sea del pecho de la madre o del biberón. Cuando haya pasado el medio año su estómago estará preparado para empezar a ingerir alimentos. Sin embargo, deberemos dárselo en forma de puré o papilla, porque todavía no tiene todos los dientes como para masticar la comida y no ahogarse.
El hecho de que solamente pueda comer los alimentos triturados no implica que deba comer todos los días lo mismo y que su dieta no esté equilibrada. Son muchos los tipos de papillas que podemos preparar en casa para nuestro bebé, en el caso de que prefiramos realizarlos nosotros mismos y no adquirir las que podemos encontrar en el mercado.
También debemos tener en cuenta cuáles son los alimentos que podemos utilizar para estas recetas, puesto que el cuerpo del bebé no está todavía preparado para todos ellos, como los adultos.
En Bekia te contamos cómo preparar 6 deliciosas papillas caseras para que tu bebé esté perfectamente alimentado y disfrute de tus maravillosos purés hechos en casa.
1. Papilla de patata y zanahoria
Esta papilla es excelente para la comida y la cena para nuestro bebé si recientemente ha tenido varios episodios de diarrea. El puré de estos dos vegetales es excelente para que recupere su salud intestinal y sus heces vuelvan a la consistencia normal. Para preparar esta sencilla, pero deliciosa papilla necesitaremos dos patatas grandes y cuatro zanahorias. Con esta cantidad de ingredientes tendremos papilla para, al menos, dos días seguidos y podemos conservar el puré en la nevera durante todo este tiempo.
Pondremos agua en un cazo y la haremos hervir. Una vez esté ardiendo añadiremos las patatas y las zanahorias lavadas y peladas. El agua tiene que cubrir todas las verduras hasta arriba. Pincharemos con un tenedor las patatas y las zanahorias para comprobar que están completamente blandas y escurriremos el agua. Posteriormente pasaremos todas las verduras por la batidora hasta conseguir un puré totalmente fino, sin grumos, puesto que el bebé será incapaz de masticarlos. Si creemos que está demasiado espeso podemos añadirle un poquito de agua y volver a batirlo. Esta papilla podemos dársela templada, es decir, ni demasiado caliente ni demasiado fría.
2. Papilla de coliflor y brócoli
Este puré se realiza del mismo modo que el de patata y zanahoria, pero tiene el efecto contrario en las heces del bebé, le ayudará a ir más fácilmente al baño, por si hace muchos días que está estreñido o que no ha defecado.
Esta papilla, por las verduras utilizadas una vez hervidas, quedará muy líquida, por lo que si queremos que tenga un poquito más de consistencia podemos añadirle unas cuantas patatas, así será más espesa y tendrá un sabor un poquito diferente.
Debemos tener cuidado a la hora de hervir el brócoli, porque si lo hervimos demasiado se nos desmotará todo y además perderá todas las vitaminas que tiene la verdura en su punto justo. Para que la papilla gane sabor podemos añadir carne de pollo hervida y sin sal ni aceite a la mezcla. Así ganará también consistencia y espesor. Mucho cuidado con que no quede ningún hueso en la carne, ya que podría hacerle daño en la boca al bebé. Esta carne es de las más suaves que existen, por lo que es la mejor para añadir a los primeros purés del bebé.
Sirve siempre esta papilla templada, puesto que demasiado caliente no será buena para el bebé y muy fría probablemente no le guste. Sirve esta papilla a tu bebé como comida o cena.
3. Papilla de calabacín
Esta papilla tendrá un sabor un poquito más fuerte que las dos anteriores, por lo que debemos asegurarnos de que el estómago del bebé ha aceptado correctamente alimentos como la patata, la zanahoria, la coliflor y el brócoli.
Para este puré necesitaremos un calabacín lavado y pelado, una patata y una zanahoria. Los herviremos hasta que estén totalmente blanditos, los cortaremos en trozos pequeños y lo pasaremos por la batidora. Colaremos el puré para comprobar que no nos ha quedado ningún grumo o piel que pudiese dificultar la comida al bebé y serviremos esta papilla templada. Lo que nos sobre podemos guardarlo en la nevera durante otro día más y si ves que está muy espesa, añádele un poquito de agua a la mezcla. Este puré es ideal para la comida o la cena de tu bebé.
4. Papilla de manzana y pera
Estas son las dos primeras frutas que se les suele dar a los bebés, puesto que son las que menos reacciones alérgicas suelen generar. Sin embargo, prueba de darle a chupar una fruta al día, para saber identificar cuál puede hacerle daño (si es que es alérgico a alguna de ellas).
Pelaremos dos manzanas amarillas y dos peras verdes claritas, las cortaremos a cuadraditos y las pondremos en un cazo con agua hirviendo hasta que queden totalmente blanditas. Después escurriremos el agua y batiremos ambos ingredientes hasta que nos quedé un puré homogéneo y sin grumos. Para mayor seguridad colaremos la mezcla para asegurarnos que no nos quedan pepitas ni trozos demasiado grandes para el bebé.
La mejor manera de servir esta papilla ideal para el desayuno y la merienda es levemente fría.
5. Papilla de fresa y plátano
Antes de darle una papilla con estos ingredientes al bebé nos tenemos que haber asegurado que ninguna de estas dos frutas le han causado una reacción alérgica anteriormente o dolor de estómago.
Para elaborarlas pelaremos el plátano y lo batiremos, lavaremos muy bien un puñado de fresas y le quitaremos las hojas. Las cortaremos en cuadraditos y las batiremos junto al plátano. Finalmente colaremos bien la mezcla para eliminar las pepitas de las fresas, que no le gustará encontrar en el plato al bebé. Si ves que la mezcla es demasiado líquida puedes añadir otro plátano.
Esta papilla es bastante dulce, por lo que no necesitamos añadirle nada más, simplemente servirla para el desayuno o la merienda del bebé levemente fría.
6. Papilla de frutas con galleta
Cuando el cuerpo del bebé esté preparado para consumir gluten podremos añadir galletas María a sus purés. Por lo tanto, podemos realizar un puré de manzana y pera con galleta, o bien de fresa y plátano con galleta. De este modo la papilla ganará consistencia y un sabor más fuerte, que a medida que vaya creciendo el bebé le gustará más.
Añadiremos las galletas en la mezcla mientras la batimos y podemos ir añadiendo más galletas progresivamente para encontrar la textura del puré deseada. Si queremos que el puré tenga más sabor más adelante le podremos echar un poquito de canela.
Las papillas de fruta con galleta son ideales para la merienda o el desayuno, puesto que los cereales de la galleta le aportarán toda la energía que necesita para afrontar un nuevo día. Las papillas con fruta es mejor servirlas del tiempo, nunca calientes, y realizarlas el mismo día que deban ser consumidas.