Un cólico es un dolor agudo e intermitente en el vientre debido a las contracciones de los músculos que rodean al órgano afectado. En los bebés, los cólicos son dolores abdominales que sobreviven de forma intensa y, frecuentemente, se expresa con llantos, agitación y gases.
Es fundamental determinar si el llanto o el malestar se debe realmente a un cólico, pues en la mayoría de las ocasiones estos llantos pueden deberse a intolerancias a la lactosa, una marca de leche que sienta mal, acumulación de gases, otitis, invaginación intestinal, reflujo gástrico, alergias alimentarias o nerviosismos del bebé y periodos de irritabilidad.
Aproximadamente, entre un 15 y un 40% de los lactantes sufren cólicos en los primeros cuatro meses de vida
El cólico en la lactancia presenta las siguientes características: en primer lugar, empieza hacia los 15 días del bebé hasta las seis semanas aproximadamente, y van disminuyendo hacia el tercer mes de vida. Los cólicos en los bebés suelen aparecer y terminar siempre sobre la misma hora, durante aproximadamente unas 3 horas con imposibilidad de calmar al bebé.
Si los dolores del bebé aparecen más de tres horas al día, más de tres días a la semana y más de tres semanas, lo más probable es que padezca un cólico. Además, otras señales son el cambio de comportamiento del bebé, mantener las piernas flexionadas sobre el abdomen, tener los puños cerrados, irritabilidad, poca o nula respuesta a estímulos tranquilizantes, distensión abdominal, flatulencias, ruidos abdominales y estreñimiento.
¿Puedo usar algún medicamento para aliviar los cólicos?
En estos casos extremos de cólico, muchos pediatras deciden utilizar el denominado Apiretal una hora antes del momento en el que suele empezar el cólico del bebé. El Apiretal es un medicamento generalmente utilizado para bajar la fiebre de los niños, y tiene una concentración de 100mg de paracetamol por cada mililitro de la solución. De este modo, estos cólicos responden muy bien al paracetamol.
La dosis recomendada es de 15mg/kg de peso de bebé cada 6 horas. Hasta 4kg (3 meses), se deben administrar 0,60 ml (15 gotas), hasta 8 kg (11 meses) 1,20 ml (30 gotas) y hasta 10,5kg (23 meses) 1,60 ml (envase con jeringa mediadora). Visita al pediatra si los dolores son muy agudos, pues pueden recetarte unas gotas pediátricas de Buscapina Compositum N (butilhioscina y paracetamol) que ayudan a eliminar el espasmo o contracciones dolorosas del intestino causante de los cólicos, ademas de aliviar el dolor. Recuerda no abusar del paracetamol.
No obstante, ten en cuenta que los medicamentos como el paracetamol pueden ocasionar el denominado "efecto rebote", el cual consiste en una mejoría parcial del cuadro con reaparición en corto tiempo de la sintomatología incluso con mayor intensidad, obligando a dar nuevamente el medicamento y generando un círculo vicioso muy difícil de detener.
Recomendaciones
El primer consejo que te damos es que tengas mucha paciencia. Si observas que tu bebé tiene unos dolores agudos, trata de realizarle masajes abdominales para favorecer la expulsión de gases una o dos veces por día. No esperes que tenga dolores para realizarlos, puedes hacerlo como un ejercicio diario de contacto y afecto con el bebé que sirvan para prevenir episodios de dolor abdominal.
Del mismo modo, también puedes hacer movimientos de "pedaleo de bicicleta" con las piernas del bebé para que éste pueda expulsar los gases. Flexiónalas y estíralas suavemente acercándolas y alejándolas del abdomen del niño. También puedes colocarlo boca abajo tanto apoyado en el brazo como en el regazo, haciendo movimientos rítmicos así como mecer y balancear.
Trata de no pasar al bebé de brazo en brazo, pues sólo conseguirás aumentar la situación de tensión. Por eso, debes tomar la situación con la mayor sensibilidad posible, y estar totalmente relajado antes de lograr relajar al niño. Usa una luz tenue, pon música suave y sostenga al niño cerca de su cuerpo para abrazarlo y hablarle suavemente.
Si das el pecho, evita las especias, los alimentos de la familia de las crucíferas como la col y el brócoli y las legumbres fuentes de flatulencia (alubias, frijoles). En cambio, si le das biberón, limita en la medida de lo posible que tome aire a través de la tetina. Prueba con un biberón anti-reflujo para limitar la aerofagia, intenta que el niño eructe bien después de comer, no cambies de leche sin el consejo del médico o el pediatra y respeta escrupulosamente las cantidades de polvo y agua.