Si tienes un hijo pequeño debes saber que los parásitos intestinales es una de las enfermedades más habituales y frecuentes en los niños. La transmisión de dichos parásitos suele ser fecal-oral y suelen provocar ciertos problemas gastrointestinales. Acto seguido te explicamos cuáles son los parásitos intestinales más habituales y los síntomas más comunes.
Tipos de parásitos intestinales
Los parásitos intestinales son conocidos de una manera coloquial como lombrices y suelen padecerlos habitualmente los niños pequeños. Los parásitos intestinales más frecuentes son:
- La giardiasis es un parásito muy pequeño, siendo el causante de la mayoría de las infecciones por parásitos en todo el mundo. La giardiasis se da sobre todo en niños de dos a seis años. Este tipo de parásito se aloja en el intestino de las personas y se elimina a través de las heces. Entre los síntomas hay que señalar fuertes dolores abdominales, vómitos, náuseas y gases. En algunos casos dicho parásito puede llegar a provocar que la persona pierda un peso excesivo.
- La oxiuriasis es otro parásito bastante habitual entre los niños. Suele localizarse en ambos intestinos, migrando hacia el ano para depositar huevos. Los síntomas más comunes son unos fuertes picores en el ano. Dichos picores son bastante molestos e incómodos para el niño.
- La ascariosis es otro parásito intestinal bastante común en la población infantil. El contagio se produce al ingerir huevos ya sea a través de alimentos y agua contaminada. Se trata de un parásito con una vida de dos años, llegando a provocar síntomas en el menor tales como fuerte tos, vómitos o diarreas.
- El blastocystis hominis es un parásito que se encuentra en las heces. Los síntomas van a variar según el tipo de parasito llegando a provocar serios problemas en el estómago tales como dolores abdominales o vómitos. La falta de apetito y el picor en el ano son otros síntomas bastante habituales de este tipo de parásito intestinal.
Cómo se contagian los parásitos intestinales
El contagio va a depender en gran medida del tipo de parásito intestinal que tenga la persona. Lo más normal es que el contagio se produzca por vía oral-fecal. Ello se va a producir cuando hay una falta de higiene en las manos sobretodo cuando van al servicio o cuando cambian el pañal de un bebé. Al no limpiarse bien las manos, se contamina todo lo que se manipula con las mismas.
Otros parásitos se contagian a través del agua ya sea en fuentes, piscinas o ríos. Otra manera de contagio es a través de animales que se encuentran infestados. Los niños se llevan a la boca las manos que han estado en contacto con la tierra en la que los animales depositan sus heces. El consumo de carne o pescado crudo infestado también va a provocar el contagio de tales parásitos intestinales.
Cómo prevenir tales parásitos
A la hora de prevenir tales parásitos lo más importante es el tener una buena higiene sobretodo en las manos. Hay que limpiarse las manos después de ir al baño o de manipular tierra.
A la hora de comer ciertos alimentos como las verduras o la fruta, hay que lavarlas bastante bien para eliminar cualquier resto de suciedad que pudieran tener.
En el caso de los animales, hay que tenerlos bien desparasitados y bien limpios. El agua no tratada es una de las causas de contagio por lo que es importante el beber agua embotellada y no bañarse en agua que pudiera estar contaminada.
Qué hacer si el niño tiene parásitos intestinales
Si tu hijo presente algunos de los síntomas arriba descritos, es importante el acudir al médico para que le realice un diagnóstico lo más certero posible. El análisis de las heces ayudará a saber si el pequeño está infectado.