El periodo de gestación se extiende a lo largo de 40 semanas a contar desde el inicio de la última menstruación. Las tres grandes etapas de la gestación son: el periodo germinal, durante las tres primeras semanas; el periodo embrionario, de la semana 4 a la 12 y el periodo fetal, desde la semana 12 hasta el nacimiento.
El feto irá tomando diferentes posiciones a lo largo del embarazo, tal y como se podrá ir comprobando en las distintas ecografías que realizarán a la madre. Pero uno de estos movimientos será especialmente importante de cara al parto y a cómo éste vaya a producirse.
¿Cuándo y cómo se coloca el feto de la manera más adecuada para el futuro parto?
Entre la semana 28 y 32 el bebé se colocará en posición cefálica, la más adecuada para el parto, es decir, con la cabeza hacia abajo, mirando hacia atrás y con la columna vertebral siguiendo la misma dirección que la de la madre. Así, cuando comienza la fase conocida como descenso fetal, el bebé desciende un poco más, flexiona la cabeza y se encaja. Después, lleva a cabo varias rotaciones y extensiones hasta que sale la cabeza y, después, el resto del cuerpo.
Aunque como decimos es habitual que el bebé se gire entre la semanas 28 y 32, aún puede voltear más adelante si en ese momento todavía no lo ha hecho. Si son fetos grandes o con poco líquido amniótico puede ser más complicado que se coloque con la cabeza hacia debajo de manera natural.
¿Cómo es la posición de nalgas?
Es posible que, pese a todos los ejercicios previos, llegado el momento del parto el bebé continúe en presentación de nalgas. De ser así, puede haber adoptado diferentes posiciones:
- La presentación de nalgas completa : El bebé realmente está sentado sobre el útero de la madre. Las nalgas apoyadas abajo, las piernas flexionadas con las rodillas a la altura del pecho y los pies bajos, junto a las nalgas. Similar a la clásica posición fetal, pero al revés.
- La presentación de nalgas franca: Al igual que en el caso anterior, el bebé está sentado, pero las piernas no están flexionadas como antes, si no que están más estiradas y los pies se elevan por encima de la cabeza.
- La presentación de nalgas incompleta o podálica: Con una pierna colocada como en la de nalgas completa y la otra como en nalgas franca. Es decir, con una de las piernas (o ambas), el bebé apoya el pie sobre el útero.
¿En qué casos hay más probabilidad de que el bebé esté de nalgas?
Aunque en cualquier embarazo cabe la posibilidad de que al feto le cueste girarse con la cabeza hacia abajo, hay algunas condiciones que aumentan la probabilidad de que esto suceda:
- Si el parto se desencadena prematuramente, es posible que el feto aún no se haya girado.
- Si es un parto múltiple, con dos o más bebés.
- Si la madre tiene alguna forma anormal del útero, presencia de miomas o demasiado líquido amniótico.
- Si hay placenta previa, cuando ésta se encuentra en la parte inferior de la pared uterina llegando a bloquear el cuello del útero.
Ejercicios para favorecer la presentación cefálica
Existen una serie de ejercicios o estrategias para ayudar a que el bebé se dé la vuelta y se coloque con la cabeza hacia abajo. En cualquier caso, deben ser el ginecólogo o la matrona quienes indiquen de manera individual lo más adecuado para cada mujer, ya que pueden darse condiciones o características específicas que favorezcan o contraindiquen estos ejercicios:
- Natación: Nadar de manera tranquila, boca abajo o simplemente dejarse flotar en esta posición, parece estimular al bebé a voltearse.
- Yoga: Algunas posturas típicas del Yoga, como la "Postura del Mahometano", o la "Postura de Gato", pueden ayudar también al feto a tomar la posición correcta.
- Ejercicios como la elevación de caderas, bien tumbada en el suelo levantando las piernas en línea con la pared tomando un ángulo de 90 grados o colocando cojines y almohadones de cara a tener la cadera más elevada, también pueden ayudar a que el bebé deje de presentarse sentado.
- Colocarse a cuatro patas y gatear durante unos minutos al día.
- Versión cefálica externa: Al contrario que las estrategias anteriores, esta maniobra debe ser llevada a cabo por un profesional cualificado. Se trata de una técnica no quirúrgica para tratar de voltear al bebé mediante la manipulación del abdomen de la madre. Aunque no sea quirúrgica, debe realizarse en el contexto hospitalario, ya que antes hay que hacer una ecografía para comprobar la posición exacta del bebé, monitorizarlo para controlarlo durante la maniobra y probablemente suministrar medicación a la madre que ayude a relajar la musculatura uterina. Es una técnica segura siempre y cuando se lleve a cabo de la manera correcta y en los casos indicados. Uno de los riesgos que existen es que se desencadene el parto, por lo que serán los especialistas los que determinen si se dan las condiciones necesarias para practicarla.
En general, si el parto se aproxima y el bebé aún está de nalgas, es muy importante que la madre mantenga la calma. Los nervios y la ansiedad nunca son buenos compañeros.
¿Cómo es el parto si el bebé está en posición de nalgas?
Llega el momento del parto y el bebé aún permanece sentado sobre el útero. Es el momento de decidir cómo se va a producir el parto y esto puede ser diferente de unos casos a otros.
Quizá los médicos estimen que no sea necesario llegar a ese momento y planteen una cesárea programada. En la mayoría de los casos los médicos optan por las cesáreas en los casos de presentación de nalgas, para evitar los principales riesgos. Éstos son que el bebé se atasque en el canal del parto al ser la cabeza la parte más voluminosa y última en salir o que se bloquee o dañe el cordón umbilical durante el parto, privando de oxígeno al bebé.
Por eso hay algunos casos en los que está especialmente contraindicado probar el parto vaginal :
- El bebé va a ser prematuro.
- Pesa más de 4 kilos.
- Es un embarazo múltiple.
- Hay placenta previa.
- Hay sufrimiento fetal.
Por estos motivos la primera opción suele ser la cesárea. Sin embargo, si los médicos estiman que se dan las condiciones favorables necesarias y la madre está dispuesta, puede optarse por la opción de parto vaginal. La posición de nalgas franca es la más favorable de cara a intentar el parto natural.