¿Qué tienen en común Cindy Crawford, Demi Moore, Bimba Bosé y Alanis Morissette? No sólo la fama une a estas mujeres, todas ellas decidieron dar a luz a sus hijos en su domicilio. Pero el parto en casa es mucho más que una moda pasajera, es una decisión importante que tanto adeptos como detractores defienden con la misma intensidad. Aquí te detallamos las claves, los pros y los contras de esta práctica, para que tomes la decisión más apropiada para ti. Toma nota.
¿Quién puede dar a luz en casa?
Antes de decidir tener a tu bebé en casa debes saber que no todas las embarazadas pueden parir en su domicilio. Existen una serie de condiciones a cumplir para garantizar la seguridad del alumbramiento sin complicaciones. Las afecciones graves renales, cardíacas, respiratorias y psíquicas de la madre hacen desaconsejable el parto en casa. Tampoco es recomendable esta práctica en casos de embarazos de riesgo por diabetes, hipertensión o anomalías en el feto.
Es imprescindible contar con un centro hospitalario a menos de 30 minutos de distancia y que el bebé venga en posición cefálica para garantizar la seguridad en el parto. En el caso de partos prematuros -antes de las 37 semanas de gestación- o postérmino -después de las 42 semanas de gestación-, el alumbramiento en casa no es aconsejable. Los embarazos múltiples, con más de un bebé; y una cesárea en un embarazo anterior completan la lista de factores que obligan a descartar el parto en el domicilio particular. Si no te encuentras en ninguna de estas situaciones, el parto en casa puede ser tu elección.
¿Por qué elegir dar a luz en casa?
Tener a tu hijo en casa es una práctica no demasiado extendida en España. La cifra de mujeres que decide parir en su hogar cada año en nuestro país no supera el millar. Sólo 600 alumbramientos se produjeron en domicilios particulares de forma planificada en 2011, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). La tendencia es diferente en otras zonas de Europa. En los Países Bajos tres de cada 10 mujeres deciden parir en casa. El parto en un centro hospitalario cuando no existen factores de riesgo conlleva un coste adicional.
En España sucede totalmente lo contrario. El parto en el domicilio particular no está cubierto por la Seguridad Social y son los progenitores los que deben sufragar sus costes. La mayoría de mujeres que elige esta práctica lo hace para disfrutar de un parto natural en el que se intenta prescindir de una atención médico-tecnológica excesiva.
Se debe contar con personal sanitario cualificado
¿Cómo se prepara el parto en casa?
Decidir dar a luz en casa requiere tiempo, pero debes tener en cuenta que el parto en el domicilio particular debe estar planificado a la perfección y para ello se debe establecer un plan de nacimiento antes de las 28 semanas de gestación. Si tu elección llega con posterioridad, serán los profesionales médicos los que decidan la idoneidad o no del parto en casa.
Si ya has tomado tu decisión, lo primero que debes hacer es buscar a los profesionales sanitarios que te asistirán durante el parto. La búsqueda de la matrona no es fácil, por ello te recomendamos contactar con entidades como 'Nacer en Casa'. Esta asociación aglutina a un gran número de matronas y profesionales dedicados al parto domiciliario.
Una vez encontrado el personal sanitario que te atenderá en tu hogar, deberás realizar con ellos un mínimo de cuatro visitas clínicas. Se recomienda que al menos una de ellas se realice en tu domicilio, para que puedan evaluar la idoneidad del entorno en el que se producirá el alumbramiento. De hecho, una de las funciones de la matrona es la de verificar la adecuación del lugar en el que se producirá el parto teniendo en cuenta factores como la higiene, la temperatura y la facilidad de acceso.
El personal contratado para el parto en casa estará disponible durante las 24 horas a partir de las semana 37 de gestación. Debes ponerte en contacto con tu matrona en cuanto se manifiesten los primeros síntomas del parto.
La matrona antes, durante y tras el parto
El papel de la matrona resulta crucial en el parto en casa. Además de asistir a la madre y al bebé en los momentos previos, durante el parto y tras dar a luz; será la persona que determinará la conveniencia de trasladarse a un hospital ante cualquier complicación de gravedad. Se trata de profesionales formados y preparados para hacer frente a las complicaciones habituales que pueden surgir durante un parto natural como hemorragias postparto o desgarros vaginales que requieran sutura.
La matrona usa métodos de relajación naturales
Cuando se produce el alumbramiento, además de asistir a la madre, la matrona es la persona encargada de realizar al recién nacido los exámenes y pruebas físicas pertinentes. Una de las señas de identidad de los partos en casa es el contacto 'piel con piel' de la madre y el recién nacido al que contribuye la matrona, respetando los tiempos de cada mujer y asegurando la temperatura corporal del bebé.
Tras el parto, la matrona será la encargada de ayudar a los progenitores a adaptarse a la nueva situación. La atención prestada y el vínculo con la matrona no finaliza tras el alumbramiento, si no que ésta será la encargada de atender a madre e hijo en los días posteriores al nacimiento.
Posibles complicaciones
La planificación no lo es todo y siempre pueden surgir complicaciones. Por ello, se debe tener en cuenta que aunque se haya elegido parir en su hogar, en ocasiones es necesario un traslado al hospital. Pese a que estas situaciones no suelen darse habitualmente, es necesario conocer los riesgos que pueden aparecer durante el parto pese haber mantenido un control exhaustivo durante el embarazo.
Entre las posibles complicaciones que harían necesario un traslado al hospital se encuentran la dilatación estacionada, prolapso del cordón y escasez de líquido amniótico. Los problemas que pueden afectar a la madre como desgarros perineales graves, sangrado severo tras el parto o un retraso en la expulsión de la placenta obligarían también a un traslado al hospital. En el caso del recién nacido, problemas como una temperatura corporal baja, dificultades respiratorias o decoloración en la piel; obligarían a trasladar al niño al hospital.
Ventajas e inconvenientes del parto en el hogar
Dar a luz en casa es un derecho con el que cuenta toda mujer y que está reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde 1985, siempre que se den las condiciones sanitarias adecuadas para garantizar la seguridad de la madre y el bebé. Sin embargo, la conveniencia o no de esta práctica suscita opiniones para todos los gustos.
Los defensores de esta práctica afirman que el parto natural evita intervenciones médicas innecesarias y facilita la recuperación de la madre tras el parto. Otra de los argumentos esgrimidos por los partidarios del parto en casa es que la madre tiene la posibilidad de elegir quién está presente durante el parto y cómo quiere que se produzca el alumbramiento.
En el lado opuesto se encuentran los detractores de esta práctica que denuncian la falta de inmediatez en la atención sanitaria especializada ante posibles complicaciones para la madre o el bebé. Otro de los inconvenientes que presenta esta práctica es que debe ser costeada por los padres en caso de que así lo decidan.
Las opiniones sobre el parto en casa son tan contradictorias como los resultados de los distintos estudios realizados al respecto. Un ensayo de la 'American Journal of Obstetrics and Genecology' señalaba en 2010 que la mortalidad de los recién nacidos en domicilios particulares doblaba a la cifra de los nacidos en centros sanitarios. Sin embargo, un estudio desarrollado en 2012 por la Universidad de Alicante y Educer con datos del INE apunta que no existe diferencia alguna entre la cifra de mortalidad del bebé entre partos en casa y partos en hospitales.
La polémica está servida, pero por encima de cifras y estudios oficiales se encuentra el sentir de cada madre y es ella la responsable de la elección final.