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Los peligros de fumar delante de tus hijos
Los peligros de fumar delante de tus hijos

FUMADORES PASIVOS

Los peligros de fumar delante de tus hijos

El 28% de las muertes asociadas al humo del tabaco en el mundo se dan en niños, ¿a qué esperas para dejar de fumar?

Madre fumadno delante de la hijaEl humo el tabaco provoca muchas alteraciones respiratorias en los niños expuestos a él

En las últimas décadas, la consideración del tabaco como algo nocivo y dañino para la salud parece haber calado en nuestro país. Sin embargo, el porcentaje de fumadores y fumadoras es aún elevado. Pese a todas las medidas de prevención existentes, los jóvenes continúan iniciándose en el consumo de tabaco a edades muy tempranas aunque es cierto que el porcentaje de jóvenes fumadores se ha reducido en los últimos años.

Todos nos escandalizaríamos si viésemos que unos padres dan un cigarrillo a un niño pequeño o a un bebé. Entonces, ¿por qué no lo hacemos si vemos a esos mismos padres fumando delante de su hijo, convirtiéndolo en un fumador pasivo?

La importancia de no fumar en presencia de los más pequeños aún es algo relativo para muchas familias, que no consideran este acto como algo nocivo para sus hijos. España es el país europeo en el que más se lleva a cabo esta práctica. Veamos por qué deberíamos dejar de hacerlo.

Fumar durante el embarazo

Empecemos por el principio: fumar durante el embarazo. Está demostrado que si la madre fuma a lo largo de la gestación, existe más probabilidad de que el bebé nazca con bajo peso y con unos pulmones más débiles. Además, se asocia directamente con la mayor prevalencia de muerte súbita del lactante y, cuando sean más mayores, con mayor posibilidad de que los niños padezcan asma así como de otro tipo de trastornos, por ejemplo, el Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).

Por todas estas razones, los médicos aconsejarán a las madres que dejen de fumar durante el embarazo y que, además, eviten los espacios con humo.

Fumar delante del bebé

Una vez que el bebé ha nacido, son muchas las causas por las que los que los rodean deberían dejar de fumar. Los bebés respiran más rápido que los adulto s realizando más inspiraciones por minuto, lo que quiere decir que introducen mayor cantidad de aire en su organismo. A esto debemos sumarle que su aparato respiratorio y su sistema inmunológico están aún en proceso de maduración, así que tienen menos capacidad de minimizar los daños producidos por los agentes tóxicos del humo del tabaco una vez que se ha convertido en fumador pasivo.

Durante los primeros años de vida, los hijos de padres fumadores sufrirán más infecciones que el resto de los niños. Muchos pediatras constatan esta realidad en sus consultas o en los servicios de urgencias. Las infecciones más frecuentes son las de oído, que son la causa más común en la infancia de pérdida de audición. También son muy frecuentes las infecciones de tipo respiratorio, como la neumonía o la bronquitis. Además, su recuperación suele ser más lenta que la de los niños que no están expuestos al humo del tabaco.

Embarazada fumandoFumar durante el embarazo aumenta el riesgo de muerte súbita en el bebé

Son habituales también en hijos de padres fumadores las irritaciones de las mucosas, como la garganta, los ojos y la nariz, debido a los agentes tóxicos del humo. Seguramente, incluso un adulto que sea fumador pasivo de forma frecuente notará estos síntomas.

Efectos a largo plazo

Además de estos problemas a corto plazo, también existen una serie de complicaciones que se dan a largo plazo, como muchos estudios han venido demostrando en los últimos años.

Un estudio publicado en European Heart Journal demuestra que los niños que han sufrido exposición al humo presentan un engrosamiento de las paredes de sus arterias. Esto hace que se de un mayor riesgo de enfermedad cardiaca y cerebrovascular cuando sean mayores. El engrosamiento de las arterias era aún mayor en el caso de que ambos progenitores fuesen fumadores. El daño producido en la estructura de las arterias sería irreversible, por lo que la única forma de evitarlo es la prevención desde el inicio de la vida del bebé, aislándolo del humo del tabaco.

Además de las enfermedades cardíacas, a largo plazo también pueden darse otra serie de problemas, como el asma. Se da una mayor incidencia de casos de asma infantil en niños expuestos al humo del tabaco que en niños no expuestos.

Siendo un niño fumador pasivo, también se aumenta la probabilidad de que en el futuro tenga problemas de hipertensión, con todo lo que conlleva padecer tensión elevada.

No basta con fumar en otro lugar

Todos estos problemas no se dan solamente por el hecho de que los padres fumen delante de sus hijos. Lo ideal, es que los padres dejen de ser fumadores. Los agentes tóxicos del tabaco quedan expuestos en el aire, impregnados en la ropa, en la piel, en el pelo, en el mobiliario, etc. Hace unos años, un grupo de médicos de nuestro país propusieron que se considerase como maltrato fumar en el coche con los niños dentro. Aunque no se aceptó esta iniciativa, hoy en día los médicos siguen solicitando que se amplíe la ley antitabaco.

Niña rompiendo un cigarroDebes de dejar de fumar completamente por la salud de tus hijos

Además de todas estas consecuencias nocivas para la salud de nuestros hijos, existe un hecho indiscutible: los padres son los modelos de sus hijos. De modo que, como en tantas otras cuestiones, los hijos tenderán a copiar los hábitos de sus padres. Muchos estudios confirman que hay una mayor probabilidad de que de adulto un niño sea fumador si sus padres lo son. No es suficiente con que los padres les eduquen con frases del tipo: "esto está muy mal" o "tú no debes fumar nunca". Lo que importa son los actos y si los niños interiorizan el tabaco como algo normal en la vida diaria de sus padres es muy probable que de mayor ellos mismos sean fumadores, pese a todas las advertencias.

La importancia de evitar el humo del tabaco en presencia de los hijos se justifica con datos como los recogidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS). En el año 2004 informaron de que el tabaco causaba más de 600.000 muertes prematuras cada año y que, el 28% de las muertes asociadas al humo del tabaco se dieron en niños.

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