No importa si tu hijo tiene 5 o 15 años, si te das cuenta de que tu hijo está robado no te puede dejar indiferente. Un incidente aislado de robo no tiene por qué significar nada malo, con una disciplina firma y consistente puedes evitar que el robo se convierta en un mal hábito.
¿Por qué algunos niños roban?
No es raro que un niño de entre 3 a 6 años coja las pertenencias de otras personas. A esta edad los niños carecen de comprensión clara sobre cómo el robo afecta a otros y cómo de dañino es el robo en la sociedad. A partir de los 5 o 6 años es necesario enseñar a los niños sobre la empatía y por qué el robo es incorrecto, así aprenderá a respetar la propiedad de otras personas.
Los niños a partir de 6 años e incluso en la adolescencia, suelen tener problemas sobre el control de sus impulsos. Pueden coger algún objeto que desean sin considerar las consecuencias, en este sentido es muy importante también enseñar a los niños sobre el control de impulsos para evitar el robo.
Los adolescentes pueden robar porque les gusta sentir la adrenalina de hacerlo o porque se sienten presionados por sus iguales para hacerlo y lo hacen para sentirse aceptados dentro de un grupo. También puede ser que los adolescentes roben porque no pueden pagar los objetos que les gustan o incluso, porque es una forma de rebelarse contra la autoridad. Este comportamiento puede hacer que tengan problemas con la justicia.
Los problemas subyacentes de salud emocional o mental también pueden contribuir a problemas de comportamiento como el robo. Un niño que lucha para entender sus emociones con el divorcio de sus padres puede comenzar a actuar mal. O un niño que está luchando con la depresión puede usar el robo como una forma de lidiar con sus emociones. Los trastornos de conducta también pueden hacer que un niño o adolescente tenga impulsividad y que la falta de remordimiento o la mala conducta se asocien con el robo.
Cómo abordar este comportamiento
Ya sea que tu hijo ha llevado a casa artículos sospechosos de la escuela o de otro lugar y que afirma que es un regalo o que le hayas descubierto robando en un centro comercial, la forma en que abordes el problema influirá directamente en la probabilidad de que vuelva a robar o no. Es imprescindible que no avergüences a tu hijo porque esto podría empeorar. Para poder abordar este problema ten en cuenta los siguientes consejos:
-Potencia la honestidad. Las conversaciones frecuentes acerca de la honestidad pueden ser de gran ayuda para evitar la mentira y el robo. Siempre aplica una consecuencia menos grave al comportamiento siempre que diga la verdad y proporciona elogios cada vez que tu hijo está siendo honesto.
-Devolver lo que se ha robado. Cuando are des cuenta de que tu hijo tiene objetos que no son suyos y que han sido robados, es necesario que lo devuelva y se disculpe con las víctimas. Ayuda a tu hijo a escribir una carta de disculpa o acompáñale a devolver lo que ha robado. Para algunos niños el simple hecho de admitir que han robado y devolverlo es la consecuencia más efectiva.
-Consecuencias lógicas por robar. Devolver los artículos no siempre es una consecuencia suficientemente grande para algunos niños, por lo que si por ejemplo un niño siempre quita los juguetes de su hermano sin permiso podría ser una consecuencia efectiva quitarles sus juguetes hasta que devuelva lo que ha quitado él primero.
-Piensa en el futuro. Es necesario que trabajes junto con tus hijos para resolver los problemas y que no vuelva a ocurrir el robo en el futuro. Así podréis reducir la probabilidad de nuevos robos. Se puede empezar eliminando tentaciones por un tiempo, como por ejemplo que tu hijo adolescente esté sin supervisión en una tienda.
Si consideras que el robo se está convirtiendo en un problema más serio que algo que ha ocurrido de forma puntual, entonces será necesario que buques ayuda de un profesional para que identifique las causas subyacentes del robo y ayudaros a todos a tener estrategias suficientes para detener este mal hábito. Es necesario actuar pronto y abordar el problema antes de que empeore.