Podemos considerar la pintura infantil como la primera experiencia gráfica de la infancia. Es por esta razón, que sabemos que pintura y grafismo van unidos de la mano en el desarrollo infantil. Para empezar a hablar de cada uno de ellos, es importante hacer mención del desarrollo de estos en esta etapa. Debemos de tener en cuenta que cuando hablamos de nos referimos a escritura de los niños hasta su periodo adolescente, por el contrario cuando nos referimos a pintura infantil, estamos haciendo mención a la expresión artística de los pequeños.
¿Cómo se desarrolla tanto el grafismo como la pintura?
Como hemos dicho antes, ambos conceptos esta unidos, dado que uno es el que sirve de inicio al otro. Por lo tanto si queremos hablar de su desarrollo, tenemos que hablar de un desarrollo común, en el cual ambos conceptos queden abarcados dentro de la motricidad fina y gráfica. Algunos de los hitos del desarrollo tanto gráfico como artístico son:
- A los 15 meses aproximadamente se empiezan a ver las primeras manifestaciones gráficas, el niño coge el lápiz y realiza sus primero movimientos.
- A los 18 meses el pequeño es capaz de articular el codo, lo que le facilita la expresión gráfica, inicia con el garabato circular y continúa con el de barrido.
- A los 2 años aproximadamente ha mejorado su motricidad fina y ya controla con precisión los movimientos de su muñeca. Es a esta edad donde podemos encontrar los garabatos independientes.
- A los 3 años el niño ya posee de coordinación óculo-manual, favoreciendo esto a la precisión de los trazos.
- A los 4 años aproximadamente ya podemos considerarlo un experto en la prensión, aunque aún muy torpe en la gráfica.
- A los 5 años, ya reproduce grecas y cenefas, así como es capaz de trazar en diferentes direcciones mejorando notoriamente el trazo de sus letras y palabras.
¿Qué etapas podemos encontrar dentro del grafismo y de la pintura ?
En primero lugar cabe destacar que el grafismo infantil siempre empieza por una previa expresión artística, por lo tanto se inicia mediante el dibujo y la pintura . Gracias a V. Lownfeld y sus etapas de la motricidad gráfica, sabemos que se divide en tres etapas:
- E tapa del garabato: Esta etapa abarca desde los 15 meses, momento en el que toman conciencia del hecho de pintar o dibujar, hasta aproximadamente los 4 años. Dentro de esta etapa podemos encontrar tres subetapas a mayores:
- Garabato descontrolado o sin control: el niño empieza a tener sus primeros grafismos, mueve su brazo y con el lápiz, pero sin fijarse en la dirección que está siguiendo ni los trazos que está realizando. Sus trazo son impulsivos, rectos o oblicuos, su intención no es dibujar algo en concreto, solamente satisface su necesidad de pintar.
- Garabato con control o controlado: En esta etapa, aproximadamente a los 30 meses, ya se encuentra la intención de dirigir la mano en una dirección concreta. Generalmente la dirección y el trazo son repetitivos. Este es el momento en el niño toma conciencia de la posibilidad que tiene de controlar el grafismo que está realizando.
- Garabato con nombre: Se da sobre los 3 años y medio, es en esta etapa cuando ya podemos observan un intención directa sobre lo que se quiere pintar, por ello el trazo adquiere un valor de símbolo. El niño ya no dibuja únicamente para satisfacer su necesidad motora, si no con intención, poniendo nombre y diciendo lo que ha dibujado tras realizarlo, incluso antes. Pudiendo varias incluso de intención una vez empezado.
- Etapa preesquematica: Podemos localizar aproximadamente esta etapa entre los 4 y siete años de edad. Es en ella cuando aparece la creación de manera consciente de las formas, objetos o personas que observa el mundo que le rodea.
Empiezan a dibujar personas, que podemos identificar como cabezones, pero que poco a poco van refinando hasta afinar los detalles. Esta etapa también está caracterizada por el uso del color por gusto y en base a sus preferencias.
- Significado del color: Como acabamos de mencionar empiezan a usar el color en sus dibujos por gusto, y eligiéndolo en base a su estado emocional en ese momento, la disponibilidad de colores disponibles, o incluso por preferencia mecánica, es decir, que le guste más la textura, sea más duro o más fino al pintar, que sea más grueso, más manejable, etc.
- Significado del espacio: En esta etapa se puede ver como los niños tienen un concepto de espacio muy diferente del que puede llegar a tener un adulto. Por normal general la distribución de los objetos en el dibujo tienen a estar en un orden caprichoso.
- Motivación artística: En esta etapa para que haya motivación artística se debe de dar diversos aspectos: deben estar estimulados el pensamiento, los sentimientos y la percepción del niño, siendo así mucho más que una acción, utilizándolo como forma de expresarse, de concienciarse y de identificarse con ella.
¿Por qué es importante el dibujo en la infancia?
Al igual que ocurre con el juego, el dibujo infantil produce placer a nivel motor y psicológico. Esta actividad, aunque a primera vista parezca que no tiene importancia en el desarrollo infantil, es una de las principales actividades que constituyen la personalidad del pequeño. Cuando un niño logra dominar el movimiento y controlar el trazado de su grafismo, madura a nivel psicológico, motor, intelectual y afectivo, es decir, de manera íntegra y global.
A su vez, esto constituye una creación de arte propio, a través del cual el niño hace más que un dibujo, transmite con él una parte de sí mismo, haciendo visible en cada trazo cómo piensa, lo que siente, cómo se ve, lo que es importante para él, sus emociones, lo que le gusta y le disgusta, etc. Es por lo tanto una manera más de relacionarse con el mundo que le rodea y consigo mismo, llegando a conocerse más profundamente.
Además si se realiza esta actividad desde edades tempranas, mayores serán las probabilidades de desarrollar sensibilidad emocional y agudizar todos los sentidos, así como mayor será la probabilidad de aprender y mejorar su capacidad creadora, que le servirá en un futuro.