En este artículo vamos a tratar las poluciones nocturnas (en la pubertad u otras etapas), también conocidas como "sueños húmedos" y es posible que lo más relacionado con el tema sea la vergüenza que produce si se quiere abordar. Sin embargo, no hay que preocuparse con las poluciones nocturnas, ya que se trata de un proceso natural del organismo humano que no produce efectos negativos y no solo ocurre con los chicos, sino que las chicas también las tienen aunque son menos propensas a compartirlo.
El término polución nocturna aunque se refiere a la secreción de semen de manera involuntaria que no va acompañado de un orgasmo. A continuación, explicaremos el proceso, pero antes de ello hay que detallar que no se trata de una eyaculación (entendido de manera general) ya que no es el resultado de las contracciones nerviosas del aparato sexual masculino o femenino. Precisamente, la palabra viene acompaña por el adjetivo nocturna debido a que es en la noche y específicamente cuando descansamos cuando se produce este suceso con mayor frecuencia. Es cierto que puede ocurrir en la pubertad con mayor asiduidad aún debido a la etapa de impulso hormonal pero no quiere decir que no pueda producirse con mayor hincapié en otras etapas.
Si hacemos uso de las estadísticas, estas señalan que las poluciones nocturnas comienzan su actividad alrededor de la pubertad (los 12 o 13 años de edad) aunque esta cifra puede variar, ya que puede adelantarse a los 9 años en algunos casos y por el contrario se sabe que hay hombres con más de 80 años que lo siguen experimentando. Incluso puede darse más de una vez por noche sin que se den cuenta de ello, llegando a alcanzar la máxima frecuencia entre los 17 y los 20 años.
Sueño y eyaculación
La expulsión de semen suele ocurrir durante la fase MOR (Movimiento Ocular Rápido) o REM, llamado así en inglés. De esta manera, el desarrollo sería que al quedarnos dormidos pasamos por dos etapas principalmente. La primera e la fase ligera donde las ondas cerebrales se hacen lentas. Después de 90 minutos comienza la segunda donde el sueño es más profundo y el organismo sufre una bajada de temperatura corporal y de pulso, el oído se pone en alerta y los ojos se mueven bajo los párpados de una lado a otro, lo que llamamos fase MOR que es el momento en el que comienzan los sueños y el cerebro está igual de activo que si estuviese despierto. Todo este proceso corresponde alrededor del 25% del tiempo que estamos dormidos, según los especialistas.
En cuanto a la opinión de estos sucesos según los propios adolescentes, los sueños húmedos son vistos como un inicio de la pubertad por el incremento de las hormonas sexuales y se comienzan a producir cambios importantes en el organismo como la voz que se desarrolla de manera más grave, el crecimiento de vellos en la zona púbica y las axilas, además de la zona genital que comienza a madurar.
De todas maneras, es recomendable que los padres actúen con normalidad y traten de explicar el tema al chico, ya que se trata de un proceso físico que señala que se encuentra en la adolescencia. Es útil utilizar el hecho físico porque das a entender al chico que no es un proceso que esté viviendo el solo sino que es un proceso general como que te crezca el pelo o el cuerpo. Esto creará un sentimiento de normalidad en él y hará que no piense de manera negativa sobre ello, sino como un factor con el que hay que lidiar de vez en cuando.
Psicología y poluciones
Si los padres no comentáis el tema de esta forma y reñís a vuestro hijo cuando encima se siente avergonzado, puede desencadenar en sentimiento de culpa que pueden mantenerse durante muchos años y que puede acabar relacionando la eyaculación con algo negativo, desarrollando una conciencia contraproductiva para la propia persona y acabando en frustraciones. Es por eso que es muy importante tratar el tema con naturalidad.
Otro aspecto negativo es buscar consejo entre los amigos de su edad o con alguien que no tiene la madurez necesaria como para entender y tratar el tema. Además de que acabará seguramente orientándolo por un camino inadecuado pudiendo correr el riesgo de relacionar las poluciones nocturnas con el inicio de una pubertad viril, masculina o incluso machista sin tener una explicación del proceso lógico físico que es de lo que realmente se trata. Si el chico termina sintiendo este proceso como un hecho de marcada virilidad, puede comenzar a presionar a otros chicos que no tengan poluciones nocturnas y comenzar a extender una culpa errónea e insana.
Espero que el artículo os haya ayudado a conocer mejor las poluciones nocturnas tanto en chicos como en chicas, pues es un tema poco tratado en ciertos casos debido al aura de vergüenza que se encuentra a su alrededor, y sobre todo a entender que es un proceso que debemos explicar con naturalidad. Pero debemos hacerlo sin entrar en temas personales, porque no es necesario para nuestro objetivo, que es simplemente el de informar y normalizar. Cualquier duda más específica que podáis tener debéis consultarla con el médico sin ningún tipo de tapujo.