Quizá pienses que si no te despides de tus hijos sufrirán menos cuando te hayas marchado, pero nada más lejos de la realidad, es todo lo contrario. Es normal que si te tienes que ir a trabajar o dejar a tu hijo en la guardería te sientas culpable por dejar a tu hijo triste en casa o en el centro educativo. Pero es algo que se debe hacer y si se hace mejor, será menos problemático para el desarrollo emocional de tu pequeño.
Esta situación puede ser estresante y molesta para algunos padres, pero es muy importante saber cómo tener una rutina de despedida con los hijos para que todos, os sintáis bien bien.
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Ten un comportamiento normal
Es muy triste ver a tu hijo llorar, pero es necesario que recuerdes que es un comportamiento normal en él, no quiere separarse de ti. La ansiedad por separación comienza a los 8 meses. Es en este momento cuando los niños pequeños empiezan a entender que los padres y ellos son personas diferentes y que pueden marcharse de su lado. En cambio, cuando son tan pequeños no pueden comprender que el padre o la madre regresará y sienten que no los volverán a ver. Por este motivo, es tu trabajo hacerle entender que sí que regresarás.
Que conozcan a sus cuidadores
El primer paso para facilitar la separación en los niños es presentar a otros cuidadores. Para cuando tu hijo tenga 6 meses, deberás presentar a otros cuidadores para que el niño pueda estar un período corto de tiempo sin el padre o la madre. El cuidado actuará y hablará de forma diferente a los progenitores e incluso tratará de forma diferente al niño. Pero estar cerca de otros cuidadores minimizará la ansiedad por separación cuando los padres no estén cerca.
Empieza desde que son pequeños
Desde que tu hijo tenga una edad temprana, comienza una rutina de despedirte cada vez que te vayas a algún sitio, aunque solo sea a hacer la compra. Un adiós rápido con un beso cariñoso es lo ideal y decirle que pronto estarás de vuelta.
Si decides por una larga despedida emocional, esto solo hará que tu hijo sienta más ansiedad. Despídete de tu hijo siempre, aunque solo tardes 10 minutos en regresar a casa. Cuanto más a menudo te vayas y regreses con una despedida adecuada, será más fácil entender a tu hijo que siempre vuelves y cómo es el concepto de separación sano.
Puedes hacer unas rutinas
Las rutinas son adecuadas para aliviar la ansiedad por separación y le proporcionará seguridad emocional a tu pequeño. Las rutinas pueden ser la que decidas, como por ejemplo chocar los cinco y darle un beso, darle un beso y un fuerte abrazado, darle un beso y decirle que le quieres, etc. Esto le hará entender a tu hijo que es una señal de que te vas pero volverás.
Las rutinas se vuelven aún más importante cuando tu hijo vaya a la escuela, por eso nunca será demasiado temprano para comenzar con estas rutinas.
Recuérdale a tu hijo que siempre volverás
Siempre que te despidas dile a tu hijo que volverás. Puedes decirle una frase como: 'mamá volverá más tarde' o 'papá volverá en poco tiempo, se pasará rápido'. Es necesario que tu hijo aprenda que siempre volverás.
Lo que resulta muy importante es que nunca te escabullas ni quieras irte a hurtadillas solo para no pasar un mal rato. Esto no le hará ningún favor a tu hijo y solo aumentará su ansiedad por separación. Recuérdale que siempre vuelves, pero no seas demasiado específico/a en el tiempo para que no le dé ansiedad si tienes que tardar más tiempo de lo habitual. Puedes decirle algo como: 'Mamá volverá después de la cena, te quiero'.