El diagnóstico de diabetes tipo 2 es cada vez más frecuente en niños y adolescentes, con una mayor incidencia en niños obesos o con sobrepeso.
La diabetes es una enfermedad endocrina que afecta a la insulina del páncreas, el azúcar de los alimentos se queda en la sangre. Se diferencian dos tipos de diabetes, pero en ambos la característica principal es el aumento de azúcar en sangre.
La diabetes tipo 1 tiene características inmunes contra las que no se puede luchar, y la tipo 2, no es de nacimiento sino que es adquirida. Por ello, hasta no hace mucho tiempo se denominaba a la diabetes tipo 2, diabetes del adulto, porque afectaba principalmente a personas mayores con malos hábitos dietéticos y con sobrepeso. Sin embargo, cada vez es más común que niños y adolescentes desarrollen este problema endocrino, con todo lo negativo que esta enfermedad acarrea para el organismo, mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, problemas en la vista, mala circulación, enfermedades renales o problemas podológicos.... Los niños con diabetes tipo 2 también son más propensos a desarrollar hipertensión y colesterol.
Los médicos advierten que todos los nuevos casos de diabetes que se diagnostican al año en jóvenes, casi el 95% corresponden al tipo 2. La razón principal para esto, es el aumento del sobrepeso y de la obesidad entre la población juvenil. La buena noticia es que existen maneras de prevenir la diabetes, te contamos cómo puedes hacerlo.
Evitar la obesidad y el sobrepeso
Los estudios realizados para explicar el aumento de diabetes tipo 2 en niños, indican claramente la importancia del sobrepeso y a la obesidad como principal causa. La grasa corporal en exceso dificulta la acción de la insulina, y el sedentarismo aún más.
Está demostrado que el aumento de niños diabéticos tipo 2 está estrechamente relacionado con el aumento de las cifras de niños obesos o con sobrepeso. Que el niño se encuentre dentro del percentil de peso correspondiente a su edad y estatura es muy importante para prevenir este tipo de diabetes. Cualquier cambio de peso por pequeño que sea, incluso una pequeña pérdida, ayuda a prevenir la aparición de diabetes infantil. Perder peso siempre es difícil, no importa la edad que tengamos, por eso es aconsejable realizar pequeños cambios en el estilo de vida e incluir a todos los miembros de la familia para que sea más fácil.
Una dieta sana y equilibrada
Una dieta variada y sana es esencial para el buen desarrollo del niño. La dieta debe adaptarse a las necesidades nutricionales del niño en sus distintas etapas de desarrollo y crecimiento. Los niños deben realizar tres comidas importantes al día además de una merienda y comer algo a media mañana. Es muy importante no saltarse ninguna comida, especialmente el desayuno, esto evitará que el niño picotee o coma entre horas alimentos "más apetecibles" pero sin valor nutricional.
Aumentar la ingesta de frutas y verduras. Siempre es difícil que los niños quieran comerlas pero es importante que se acostumbren desde pequeños a ellas. Hoy en día hay multitud de recetas que pueden ayudarte a hacerlas más apetecibles. Las legumbres y la fibra son esenciales para la correcta absorción del azúcar por parte de las células del organismo.
Acompaña las comidas principales, comida y cena con ensaladas variadas, muy útil por su poder saciante, y evita las salsas y patatas fritas que no aportan nutrientes al niño. Evita la comida precocinada, la comida rápida y los fritos, que aportan un alto contenido de carbohidratos y grasas insaturadas, perjudiciales para el niño.
Los expertos nutricionistas recomiendan que los niños beban agua durante las comidas, y nada de refrescos, gaseosas y bebidas azucaradas, que aportan azúcar extra al niño sin valor nutricional.
Para el postre mejor una pieza de fruta en vez de cualquier dulce, especialmente si se trata de bollería industrial, pues está hecha con un alto contenido en azúcar y grasas. Igualmente para media mañana o la merienda, es aconsejable que tomen un producto lácteo y una pieza de fruta.
Las golosinas, dulces y productos de picoteo, siempre de forma ocasional y con moderación. En ocasiones los niños abusan de ellos durante el día y después no quieren comer.
Para calcular las porciones adecuadas usa el truco de la palma de la mano. Cada ración debe ser el equivalente al puño de tu mano.
Llevar una vida activa
Los estudios recientes han demostrado que sustituir una hora de ordenador por una hora de ejercicio físico es suficiente para mejorar el funcionamiento de la insulina del cuerpo del niño. Y es que junto con la obesidad, la vida sedentaria es otro de los principales motivos para el desarrollo de diabetes tipo 2 en niños.
Los niños deben realizar actividad física regular que les permita desarrollar todo su potencial. Existen multitud de opciones deportivas y todas son válidas con tal de que los niños y jóvenes reduzcan el tiempo que pasan sentados delante del televisor, el ordenador o los videojuegos. Las actividades deportivas de equipo les permitirán además relacionarse con otros niños y desarrollar actitudes grupales muy útiles para su vida diaria.
No es necesario que el niño tenga unas grandes capacidades deportivas. Las opciones son variadas, patinar, natación, caminar, bicicleta..., incluso clases de baile o salir a jugar al parque.
Los expertos advierten que los niños no deben pasar más de dos horas al día enfrente de una pantalla ya sea de móvil, televisor, Tablet, ordenador...
Hábitos de vida saludable en familia
Todos estos cambios son "difíciles" para los niños, por ello, los pediatras aconsejan que los hábitos saludables los realice toda la familia. Es más fácil que un niño coma verduras y haga deporte si lo ve en su hogar, ya que tratará de imitar a las figuras paternas de su casa. Las actividades en familia son una manera excelente de hacer cambios se vida saludable y de reforzar los lazos familiares.
Si quieres que coman más frutas y verduras intenta cocinar con ellos, hacerles partícipes y permitirles escoger a ellos los alimentos favorecerá que les resulte más fácil comerlo después. Busca que los platos sean llamativos y de muchos colores, de manera que les resulte atractivo a la vista. Si ven que sus padres se comen las verduras será más fácil que ellos lo hagan. No hay que eliminar por completo las pizzas ni los dulces, pero es mejor si las haces en casa porque serán más saludables y puede participar toda la familia en la elaboración.
Siempre que sea posible comparte con ellos actividades deportivas fuera de casa. Excursiones por el campo, clases de baile, acampadas, actividades en la piscina, un paseo por la playa, montar en bicicleta...
Marca objetivos realistas y refuerza sus logros, es una buena manera de motivarle y subir su autoestima.