Durante el embarazo, harás todo lo posible para proteger la salud de tu bebé. Esto incluye cuestionar la seguridad de los productos tópicos, como los protectores solares, por temor a que puedan causar defectos de nacimiento. Sin embargo, evitar los protectores solares puede causar más daño que bien. El protector solar es una necesidad para todas las mujeres, y el uso regular puede ayudar a prevenir las manchas oscuras relacionadas con el embarazo. Aún así, evita ciertos ingredientes en la búsqueda de protección solar durante el embarazo.
Beneficios durante el embarazo
La American Pregnancy Association recomienda que todas las mujeres embarazadas usen un protector solar con un SPF de 30 o más para prevenir las quemaduras solares. El protector solar no solo ayuda a proteger contra el envejecimiento prematuro y el cáncer de piel, sino que incluso puede ayudar a los problemas de la piel relacionados con el embarazo. La exposición al sol empeora las manchas oscuras en la piel. La protección contra rayos UV provista con protector solar puede evitar que estos parches se oscurezcan y se vuelvan más notorios.
Riesgos potenciales
Gran parte del escepticismo sobre el uso de protector solar durante el embarazo proviene de los riesgos potenciales asociados con los retinoides. Los retinoides son formas de vitamina A que se usan en numerosos productos de venta libre para la piel, como cremas antiarrugas y bloqueador solar. En las etiquetas de protector solar, los retinoides generalmente se enumeran como palmitato de retinilo.
Si bien no se ha demostrado científicamente que estos ingredientes dañen al bebé en desarrollo, es decir, al feto, la preocupación radica en el hecho de que tomar demasiada vitamina A por vía oral puede causar defectos de nacimiento. La pregunta es si las formas tópicas de retinol pueden tener el mismo efecto... Aunque no hay una respuesta clara para esto, muchas mujeres no quieren correr el riesgo.
Lo que debes tener en cuenta
En general, los beneficios del protector solar superan los riesgos potenciales. Tu mejor opción puede ser encontrar un protector solar que no contenga retinol. Muchos médicos recomiendan que las mujeres embarazadas eviten los protectores solares que contienen retinol solo para estar seguros. Pide ayuda a un médico si no puedes determinar si un producto contiene o no retinol.
El protector solar no es la única opción de defensa contra los dañinos rayos solares, esté o no embarazada. Puedes usar un sombrero y gafas de sol para protegerte la cara y ponerte ropa de colores claros para ayudar a repeler los rayos UV. Pasea por la playa más temprano o más tarde en el día para evitar el sol más fuerte, entre las 10 a.m. y las 4 p.m. Además, vuelve a aplicar protector solar cada dos horas, o después de nadar y secarse con una toalla.
Recuerda que el protector solar no solo debes utilizarlo solo en verano, proteger la piel es algo que se debe hacer durante todo el año, tanto si estás embarazada como si no. En caso de que aunque hayas usado protección solar, o después de no usarlo durante un tiempo te hayas dado cuenta de que te ha salido alguna mancha en la piel, no esperes a que se haga más grande para ir al médico. Si crees que en tu piel hay algo que no es normal o que te causa preocupación, no esperes a que desaparezca solo, lo ideal es que acudas a tu médico para que pueda hacer una valoración y un seguimiento del lunar, peca o mancha oscura de la piel que tanto te preocupa.
Y no olvides, la protección solar debes usarla durante todo el año, no solo cuando son los meses de verano. ¡El cuidado de tu piel es esencial y solo tú tienes la responsabilidad de conseguirlo!