Puede que la madre primeriza tenga muchos nervios e inseguridades durante el proceso de gestación o que la que ya ha sido madre tenga muchas responsabilidades o problemas de última hora y todo esto afecte a sus nervios.
Sea por el motivo que sea, una mujer embarazada puede llegar a sufrir estrés durante los nueve meses que esté en cinta y esto es algo que podría afectar muy negativamente a la salud del bebé y a la suya propia, poniéndola en riesgo. Por eso, en Bekia te contamos cómo puede afectar el estrés a tu embarazo , para que encuentres el modo de reducirlo y poder disfrutar al máximo de este momento único en tu vida.
Consecuencias físicas del estrés durante el embarazo
Es normal que tengas períodos de estar más nerviosa que otros, incluso durante el embarazo. Todos tenemos días en los que estamos más preocupados que otros o que tenemos tantas cosas que hacer que nos agobiamos al pensar que no vamos a llegar a todo. En estos momentos estamos nerviosos, pero no estresados. El estrés sería el fenómeno que se produce al sentirnos en este estado de ansiedad durante varios días seguidos y es de alto riesgo durante el embarazo.
La primera consecuencia negativa sobre nuestro cuerpo será que disminuirán nuestras ganas de dormir y no descansaremos adecuadamente. El estrés hace que nuestro cerebro esté constantemente preocupado por algo (que puede suceder o que debamos hacer con urgencia) y esto hará que tengamos poco sueño y la calidad del mismo sea mala. Nuestro bebé necesita que nosotras nos encontremos sanas y descansadas, por lo que este será el primer aspecto negativo del estrés.
El segundo sería la disminución del apetito. Cuando estamos muy nerviosos y le damos muchas vueltas a un tema o problema, tendemos a olvidarnos de acciones tan naturales y sencillas como es el comer. El hecho de que no estemos bien alimentadas y a las horas necesarias será altamente negativo para la salud y será de alto riesgo para el crecimiento del bebé.
Está también demostrado clínicamente que el estrés tiene un efecto negativo sobre nuestro cuerpo: al estar cansados psicológicamente, no dormir bien y no alimentarnos bien, bajarán nuestras defensas y será mucho más sencillo que podamos coger cualquier virus o infección externa, ya que nos encontraremos más débiles y expuestos.
Recuerda que al estar embarazada no podrás tomar los mismos medicamentos que de costumbre, ya que no son recomendables para la salud, tienen muchos riesgos hasta para el crecimiento del bebé, así que si bajan tus defensas en exceso y te pones enferma, pones en peligro a tu bebé.
Con el aumento de los nervios y el estrés se reduce la capacidad cognitiva, por lo que te será más difícil concentrarte y olvidarás pequeñas cosas del día a día que pueden llegar a ser cruciales. Te será más difícil concentrarte y esta descolocación puede crearte todavía más nervios e inestabilidad. Por lo tanto, lo mejor para ti y para tu bebé es que aprendas a relajarte y a reducir el nivel de estrés que tan nocivo puede ser para la salud de ambos.
Cómo disminuir el nivel de estrés durante el embarazo
Lo primero que deberemos hacer es intentar identificar cuál es la fuente de nuestro estrés y nuestra preocupación. Una vez lo sepamos nos será más fácil poder empezar a trabajar para poder relajarnos por el bien de nuestra salud y la de nuestro bebé.
Si es porque nos aterroriza la idea del parto, el número de visitas al médico, los cambios en nuestro cuerpo, causas externas como el trabajo o un problema familiar, deberemos categorizar y hablar con personas de confianza para reducir nuestro nivel de estrés. Si es por causas médicas, hablar con nuestro médico y solucionar nuestras dudas y miedos nos ayudará en gran medida a estar más tranquilas.
En cuanto a causas externas, deberemos aconsejarnos por amigos, familiares o profesionales con tal de poder solucionar los problemas y que estos no afecten nuestra salud y la de nuestro bebé. Desconectar de la tecnología que tan enganchados nos tiene y de la televisión también nos será de gran ayuda. Intenta evitar aquellas personas negativas que te pongan aún más nerviosa.
Si tienes muchas cosas que hacer, no tengas miedo en pedir ayuda, porque seguro que quienes te quieren no tendrán reparos en echarte una mano, pero si no pueden simplemente haz una lista y ve haciendo las cosas poco a poco. Si te pones metas demasiado altas es muy probable que te desanimes antes y eso te estrese todavía más.
Leer antes de ir a dormir, tener una dieta sana, evitar los productos con cafeína y sustancias adictivas, además de dormir bien y descansar siempre que lo necesitemos nos ayudará a reducir también el nivel de estrés.
Sin embargo, si todos estos consejos no nos ayudan porque nuestro estado es mucho más elevado, deberemos consultarlo con nuestro médico quien puede derivarnos a un psicólogo quien será nuestra mejor ayuda para darnos las claves de cómo reducir el estrés durante el embarazo y que podamos disfrutar de uno de los momentos más bonitos de nuestras vidas con tranquilidad y certeza.