En los últimos años, el mundo de la alimentación ha sufrido un giro de 180 grados debido a que se ha puesto muy de moda llevar un estilo de vida vegano o vegetariano. Esto, en muchas ocasiones ha generado diferentes debates, sobre todo en el caso de la alimentación infantil. Los niños necesitan una alimentación en la que las proteínas tienen que estar muy presentes, ya que son las encargadas de mantener fuerte nuestra estructura muscular, el sistema nervioso y, además, son las que regulan todas las hormonas del organismo humano.
Los niños, en la mayoría de los casos, no son conscientes de la importancia de los nutrientes en su cuerpo, por lo que ellos solo quieren consumir alimentos ricos para el paladar, y si los sometemos a una dieta de origen vegano, pueden sufrir desequilibrios nutricionales.
En el caso de la leche, encontramos expertos que defienden que la leche de origen vegetal es recomendable para que los niños las consuman y otros que no están muy a favor de estas y prefieren las de origen animal.
¿Pueden los niños alimentarse con leche vegetal en vez de animal ?
Tomar leche de origen vegetal tiene sus ventajas y sus inconvenientes. En el caso de la alimentación infantil, solo está recomendada para aquellos niños que presentan intolerancia a la lactosa o a algún componente de la leche de origen animal. Esto es debido a que la leche vegetal presenta un bajo contenido en grasas y en proteínas de alto valor biológico, lo cual puede ser perjudicial para el crecimiento de los niños.
En el caso de que nuestros hijos presenten una intolerancia a la leche animal o queramos inculcarle desde pequeños una alimentación de estilo vegano, la leche de origen vegetal es una buena opción para aportarle vitamina B, sodio y potasio, pero tendremos que combinarla con una alimentación rica en proteínas de alto valor biológico, que la podemos conseguir mezclando legumbres con cereales, y con un gran contenido de alimentos con calcio.
La leche de origen vegetal es denominada leche porque tienen un color blanquecino y un aspecto parecido a la leche de vaca, pero en realidad nada tiene que ver con ella. Estas se obtienen a través de un proceso bastante agresivo, no se trata, como en muchos casos se defiende, de un alimento natural ni mucho menos.
Se deberían compensar las carencias con el resto de la dieta
Llevar un estilo de vida vegano en el que defendamos el no sufrimiento de los animales para que podamos ponerlos encima de un plato y comérnoslo es una idea que es lícita, pero siempre y cuando creamos en lo que estamos defendiendo y mantengamos a raya todos los niveles nutricionales que nuestro organismo necesita. En el caso de los niños, no es recomendable que lleven una alimentación vegana, ya que estos no llegan a comprender el porqué de muchas cosas y al final pueden salir perjudicados por no llevar una alimentación que se adapte a sus necesidades nutricionales.
Para concluir podemos decir que, en situaciones normales, la leche vegetal no es recomendable para los niños, porque estas son muy bajas en grasas, proteínas y calcio, por lo que en el caso de incluirlas en la dieta de un niño deberíamos combinarlas con otros alimentos que le aporten estos nutrientes que les faltan en su alimentación diaria para poder afrontar su jornada diaria con fuerza y energía. En el caso de que nuestro hijo sea intolerante a la lactosa o a algún componente de la leche de vaca o de la leche animal, sí que es recomendable este tipo de leches vegetales que nos van a salvar de más de una situación en la que no sepamos qué darles de desayunar o merendar a los niños.
Recuerda que los niños tienen unas necesidades muy diferentes a los adultos, ya que estos están en continúo crecimiento, necesitan muchos nutrientes para que su organismo crezca de forma sana y tienen un estilo de vida muy activo tanto a nivel físico como a nivel cerebral.