Las madres y padres primerizos es muy probable que tengan muchas dudas tanto antes como después del nacimiento de su bebé y es que todo será una nueva experiencia, por lo que deberán aprender poco a poco cómo lidiar con cada una de las nuevas situaciones que se les presenten junto a su hijo recién nacido.
La alimentación es esencial para la salud del bebé y debemos tener presente que una vez deje de tomar la leche materna no podrá ingerir cualquiera de los alimentos que nosotros comemos con total normalidad. Deberás tener presente que su estómago no está aun preparado para digerir ciertos alimentos y que deberás tener cuidado a la hora de darle de comer.
Así pues, los cítricos como la naranja o la mandarina son algunos de estos ingredientes que nos pueden generar dudas a la hora de alimentar al recién nacido. Descubre si puedes dar naranja o mandarina a tu bebé, cuándo es más recomendable que empieces a dárselos y por qué.
¿Cuándo puede mi bebé comer naranjas y mandarinas?
Como comentábamos, a partir de que dejan de tomar la leche es cuando podemos ir introduciendo, poco a poco, algunos de los alimentos sólidos que empezarán a consumir ya para el resto de su vida. Las primeras frutas suelen ser la manzana y la pera, ya que son las que mejor digiere su estómago y su sabor es menos fuerte.
Sin embargo, son muchos los beneficios de los cítricos para la salud de nuestro bebé, por lo que es normal que las siguientes frutas que se incluyan en su dieta sean la naranja y la mandarina. Otros cítricos como el limón o la lima se dejan para más adelante, ya que su sabor no es tan dulce y les costará un poquito más acostumbrarse.
Por lo tanto, es a partir de entre los doce y los dieciocho meses de vida, aproximadamente, que podemos empezar a incluir estas dos piezas de fruta en la dieta del bebé. Aunque puede que al principio no les guste mucho el sabor de ambas, seguramente que poco a poco se irán acostumbrando y quieran comer naranjas y mandarinas a diario, algo excelente para su buena alimentación.
Beneficios de las naranjas y las mandarinas en la dieta de los niños
Las naranjas y las mandarinas son ricas en vitamina C, ideales para los meses de más frío que es cuando en mejor momento se encuentra esta fruta. Esta vitamina es ideal para protegernos de los resfriados tan comunes durante el otoño y el invierno, aunque podemos tomarla durante todo el año y nos protegerá del mismo modo.
Por ese motivo, se cree que las naranjas y las mandarinas ayudan a aumentar las defensas del bebé y a favorecer la absorción del resto de vitaminas, proteínas y el hierro que tanto le ayudarán en su correcto desarrollo y crecimiento. Así pues, las naranjas y las mandarinas son unas frutas muy recomendables para el bienestar del bebé durante los primeros años de vida.
No obstante, debemos tener en cuenta que existen personas que son alérgicas a los cítricos, por lo que no dudes en consultar con el pediatra lo antes posible si es conveniente que tu bebé tome cítricos llegados a los doce o dieciocho meses de vida y en caso de que pudiese ser alérgico, qué otros alimentos podría tomar en lugar de los cítricos para conseguir la vitamina C necesaria y el resto de beneficios que le pueden aportar estas beneficiosas frutas a su dieta.
Recuerda que lo mejor es darle la pieza de fruta entera, la cual pueden chupar o comer en trocitos pequeños. Si quieres triturarla al principio es mucho mejor que no le añadas nada más, para que pueda ir acostumbrándose poco a poco a su sabor y no le añadas azúcares, ya que no serán nada buenos para su dieta ahora que su estómago se está acostumbrando, al igual que su paladar, a cada nuevo sabor. Intenta que coma gradualmente cada una de estas piezas de fruta, es decir, un poquito al día y no una naranja o una mandarina entera, ya que su cuerpo debe acostumbrarse de forma progresiva a digerir esta nueva fruta y también el bebé a su sabor.