Un embarazo no tiene por qué ser siempre extremadamente sencillo, por desgracia. Pese a que el embarazo es una de las cosas más naturales de la vida, puesto que es algo para lo que muchos nacen predispuestos, en ocasiones también puede ser muy complicado. Hay mujeres que tienen que pasar por varios abortos, o por años de intentos, para acabar teniendo un embarazo que tenga buen término. Las complicaciones, esas que nos pintan como poco comunes, lo son mucho más de lo que pudiéramos imaginar.
Si una mujer tiene su útero en perfectas condiciones, el embarazo será, por lo general, coser y cantar (pese a que puede haber distintas complicaciones añadidas que no tengan que ver con el útero, por ejemplo). Pero hay malformaciones que pueden hacer que el embarazo sea aún más complicado de lo que pudiera ser en un primer momento, como el útero bicorne. El útero bicorne, para los que aún no lo conozcáis, es una malformación que viene de forma congénita, es decir, que se forma incluso antes de que la mujer haya nacido. El útero, en lugar de tener forma de pera, tiene forma de corazón; la parte inferior es completamente normal, pero la parte superior es doble, con una hendidura. Y aunque suene algo muy extraño, es una de las malformaciones más comunes.
No es fácil de diagnosticar, puesto que no es hasta el momento del embarazo en sí que las mujeres se enteran de que tienen útero bicorne. Y es que sus embarazos son considerados embarazos de alto riesgo en la totalidad de las veces por la forma del útero. Esto acaba conllevando abortos espontáneos, partos prematuros o bebés que se colocan de nalgas a la hora de salir, todo porque los bebés no tienen espacio suficiente como para colocarse en condiciones.
¿Embarazo con útero bicorne?
Una mujer que padezca útero bicorne sí puede quedarse embarazada. y acabar teniendo un hijo, pero la probabilidad de que sufra complicaciones a lo largo de todo el proceso será bastante más alta. Incluso antes del embarazo puede haber distintos problemas, como, por ejemplo, que la mujer no consiga terminar de quedarse embarazada. El útero bicorne puede acabar provocando problemas de fertilidad, aunque no es lo habitual. Normalmente, los problemas suelen llegar después.
Durante los tres primeros meses de gestación, las mujeres con útero bicorne tienen muchas posibilidades de acabar abortando de forma involuntaria. Será en ese momento, y no antes, cuando las mujeres descubran su malformación; porque, como hemos señalado, es una enfermedad muy difícil de diagnosticar. Las complicaciones no solo implican que haya riesgo de aborto, sino también de parto prematuro. A partir de la semana veintiocho, durante el tercer trimestre de embarazo, la mujer deberá guardar el máximo reposo posible; y es que debido a la forma que tiene el útero bicorne, el bebé tiene poco espacio para seguir creciendo. Esto acabará propiciando, pues, que el bebé acabe naciendo antes de la cuenta.
Aunque las complicaciones no paran ahí, desgraciadamente. No solo el embarazo será complicado, sino que también el parto podría llegar a serlo. De nuevo, por la falta de espacio dentro del útero, el bebé podría acabar naciendo de nalgas. Cuando el parto es de nalgas, lo más probable es que haya que recurrir a una cesárea, puesto que no es una posición que facilite el parto natural o vaginal.
Es posible tener un bebé teniendo un útero bicorne, pero lo más sencillo sería, una vez conocida la malformación, acudir a un médico para que este viera si es oportuno realizar una cirugía. Corregir este defecto en el útero no es tan complicado, con lo cual es positivo, siempre que se pueda, corregirlo.