Cuando hablamos de cetosis nos referimos al estado metabólico en el que se encuentra nuestro organismo cuando tenemos un déficit de hidratos de carbono . A causa de ello, se produce un mecanismo a través del cual nuestro cuerpo utiliza las grasas que tenemos en el tejido adiposo para obtener energías.
La cetosis en niños
En los niños es muy común que se dé un estado de cetosis, ya que estos necesitan mucha más glucosa debido a que gastan el triple de energía que un adulto. Es común que ocurra cuando nuestros hijos enferman con gastroenteritis, vómitos o pasan un largo tiempo en ayunas. Lo que pasa es que al utilizar la grasa como obtención de energía, durante ese proceso se crean los cuerpos cetónicos, que están formados por acetona entre otros compuestos tóxicos para el organismo.
El caso más común es cuando los niños padecen diabetes infantil, o de tipo 1, ya que su organismo no está preparado para asimilar la glucosa que entra en su cuerpo, ya que no genera suficiente insulina para ello.
Un chivato que nos pone en aviso para saber si nuestro hijo padece de cetosis es el aliento. Una persona que tiene la acetona alta, su aliento tiene un olor parecido al de la fruta podrida, debido a los altos niveles de acetona en sangre. En ese caso, lo recomendable es ir al pediatra para que le haga los análisis pertinentes y saber seguro si nuestro pequeño padece de cetosis.
Síntomas de la cetosis
No es muy común hoy en día que los niños padezcan de cetosis, pero al tratarse de un trastorno metabólico se dan los siguientes síntomas :
- Dolor de cabeza, mareos, síntoma de aturdimiento.
- Olor del aliento a fruta podrida.
- Tener una sed excesiva y nauseas.
- Estado de constante cansancio, agotamiento. Estos son uno de los síntomas más característico de la cetosis.
- Dolor en el abdomen.
- En el caso de que la diabetes sea la causa principal de la cetosis en el niño, los síntomas de la diabetes están muy presentes. Estos son poliuria, polifagia, pérdida de peso y polidipsia.
Remedios contra la cetosis en niños
En el caso de que nuestro hijo o hija se encuentre en un estado en el que sus niveles de acetona en sangre sean muy elevados, lo primero que tenemos que tratar de conseguir es subir los niveles de glucosa, para que su organismo deje de utilizar las reservas de grasas como método de obtención de energía y seguir produciendo más acetona. Para ello, la alimentación va a ser fundamental.
Tomar zumos es la forma más rápida de que los niños recuperen sus niveles normales de glucosa, aunque en casos normales no se recomienda el uso de los zumos en la vida diaria, en este caso es perfecto para devolver el azúcar que los niños necesitan.
Por otro lado, cuando nos encontramos en esta situación debemos mantener a nuestros hijos con una dieta alta en hidratos de carbono de absorción lenta como son por ejemplo a base de pasta, arroz y patatas. Para ello hay que intentar evitar darle muchas proteínas y abusar de los hidratos de carbono, por lo que es recomendable no excedernos con la leche, los embutidos, las carnes o los pescados.
El agua también va a jugar un papel fundamental en los casos de cetosis, tanto en niños como en adultos. La acetona que el hígado crea cuando trata de destruir los cuerpos cetónicos se expulsan en su mayoría a través de la orina, por lo que si bebemos mucha agua, eliminaremos muchas más toxinas y elementos tóxicos ya que vamos a orinas muchas más veces.
La salud de nuestros hijos son lo más importante, así que es vital que mantengamos siempre bien vigilados a los niños, en el caso de que sospechemos que estos pueden sufrir alguna enfermedad o veamos algún síntoma raro, lo mejor es acudir al pediatra que es el especialista que mejor puede guiarnos acerca de si nuestros hijos están enfermos. Por otro lado, cuidar la salud de nuestros hijos, va a determinar en la forma de vida que estos vayan a vivir. Cuidar la alimentación de los niños y obligarlos a que realicen alguna actividad física, es esencial para una calidad de vida óptima.