Ser padres es una de las experiencias más gratificantes de la vida, sin embargo, la adaptación a este nuevo rol o a un nuevo miembro de la familia no siempre es fácil. Adaptarse a los nuevos horarios que marca el recién nacido mientras te recuperas del parto o la cesárea requiere tiempo; además, con la llegada a casa surgen dudas a cada rato, sobre todo los primeros días, sin importar que los padres cuenten con experiencia previa. Es por ello por lo que algunos padres se plantean contratar los servicios de una enfermera salus.
Las salus son profesionales sanitarias, concretamente enfermeras, con formación específica y experiencia en atención al recién nacido. Entre otras funciones se encargan del cuidado del bebé a domicilio principalmente tras el parto, etapa en la que surgen mayores dudas y temores, principalmente en padres primerizos, en bebés prematuros, tras una cesárea o en embarazos múltiples.
Su labor no sustituye en ningún momento al médico sino que aporta un complemento, de tal modo que facilita la adaptación de los padres a su nueva vida, dándoles la seguridad de contar con una ayuda experta y profesional. La enfermera salus ofrece una ayuda y asesoramiento en aquellos padres que por falta de tiempo, problemas personales o de salud, situación laboral o que simplemente no cuentan con la ayuda de familiares cercanos, no pueden dedicarle al bebé todo el tiempo o los cuidados que necesita.
Qué es una enfermera salus
Las salus son enfermeras tituladas con formación específica y experiencia en puericultura y atención materno-infantil. Son profesionales sanitarios que pueden ayudar y asesorar a los padres gracias a su profesionalidad y conocimientos. Éstos abarcan temas tan variados como la lactancia materna o artificial, cuidados del cordón umbilical, aseo, eliminación de gases, asesoramiento para calmar al bebé, ayuda para dormir y al llorar o cuidados de la madre postparto.
Ayudarán a los padres durante la primera etapa de la maternidad
Los padres pueden contratar sus servicios en distintos turnos, según las necesidades de la pareja: mañana, tarde, noche o todo el día (en régimen domiciliario). No obstante el servicio más demandado es el de noche, con idea de que los padres puedan dormir sin preocuparse por oír llorar al bebé, de ese modo están descansados para continuar con el cuidado del recién nacido o sus obligaciones al día siguiente. Las salus pueden desempeñar su trabajo durante el tiempo que los padres estimen necesario, aunque lo habitual suele ser contratos de un mes, en nacimientos de un solo bebé, y dos o tres meses, en caso de partos múltiples.
Funciones de una enfermera salus
La figura de la enfermera salus surge en España hace más de 30 años, aunque su labor está reconocida desde hace más tiempo en países de toda Europa, especialmente Francia e Inglaterra. Su objetivo es ofrecer una ayuda a domicilio profesional y de confianza a los padres, ante la necesidad de descanso y cuidados maternos después del parto.
Su función principal es la de ayudar a la recuperación de las madres justo después del parto haciéndose cargo del cuidado del bebé, aunque también pueden cuidar niños hasta los 6 años. Por norma general comienzan su labor con la llegada a casa del recién nacido. Ayudan y enseñan a los padres a realizar actividades tan cotidianas como aprender a alimentar al bebé, (el posicionamiento al darle el biberón, como amamantarlo correctamente, cuidados de las mamas, posiciones cómodas para la lactancia materna...), cómo alimentarlos por la noche, (en ocasiones es la salus la que alimenta al bebe, para que la madre descanse, sobre todo en casos de nacimiento por cesárea), conseguir que tenga unos hábitos correctos de sueño, bañar al recién nacido, curar el cordón umbilical, esterilizar biberones y chupetes, identificar el llanto, ayudarles a dormir por la noche o calmarles al llorar.
La enfermera salus tiene conocimientos universitarios
¿En qué puede ayudar a los padres?
Como ya hemos reflejado anteriormente su labor y experiencia son fundamentales para proporcionar bienestar a los progenitores, ya que les a la vez que les ofrecen una ayuda extra en el cuidado del bebé, les aconsejan y orientan en todo lo relativo al cuidado y recuperación postparto.
Gracias a su apoyo disminuye el cansancio y las molestias típicas de esta etapa, facilitan la adaptación de los padres a su nuevo rol, reduce la aparición de sentimientos de agobio y tristeza, unifica criterios de cuidados y crianza entre ambos progenitores, instruye en hábitos saludables de higiene, sueño y alimentación, disipa dudas disminuyendo así la ansiedad de padres primerizos y les ayuda a tener una amplia gama de estrategias para enfrentarse a tareas tan cotidianas como identificar el llanto, ayudarle a dormir, correcta higiene o expulsar los gases.
Una enfermera salus no es una niñera
Aunque por su perfil en el cuidado del niño se podría confundir con el trabajo de niñera, esto no es así. Una enfermera salus es una profesional de la salus cuyos conocimientos se basan en una formación académica universitaria y titulada. Además de tener uno conocimientos que se adaptan continuamente a los informes de la Asociación Española de Pediatría y de ginecólogos y médicos.
Una niñera, por otro lado, es tan solo personal de servicio destinado al cuidado de niños que aunque si bien puede contar con experiencia no posee una titulación universitaria ni la capacidad de actuar en temas sanitarios del cuidado del niño. Una salus puede ofrecer una ayuda más allá de dar un biberón o acunarle al llorar. Igualmente no hay que diferenciar también el papel de una salus de una doula. Esta última no posee titulación y su función suele ser únicamente transmitir su propia experiencia a la madre.
¿Cómo contratar sus servicios?
Las salus realizan una asistencia profesional de carácter privado. En general, son enfermeras y autónomas, aunque también hay empresas que prestan estos servicios especializados. En Internet también puedes encontrar webs de empresas o agencias.
La niñera no se encarga de los temas sanitarios del bebé
A la hora de contratar una salus hay que asegurarse de que se tratar de una profesional sanitaria. Para ello, en el caso de las enfermeras, se les puede solicitar el número de colegiadas. Se trata de una garantía de que se está contratando a una especialista y no a una cuidadora sin título sanitario. Contar con referencias de trabajos anteriores y titulaciones siempre es aconsejable.