El síndrome por muerte súbita, o como es más comúnmente conocido cuando se produce en un bebé, el síndrome de muerte por lactancia, es el diagnóstico que utilizan en el hospital el médico cuando un bebé recién nacido tiene una muerte repentina, sin causa alguna. Tras realizarle todas las pruebas pertinentes, incluido la autopsia, y sin aparecer indicios de enfermedad ni signos aparentes que hayan provocado esta desgracia, el médico declara muerte súbita en el bebé.
Según informa la OMS (Organización Mundial de la Salud), la muerte por el síndrome de la muerte súbita en un bebé se produce en un porcentaje muy bajo (sólo se produce en el 20% de los casos) respecto a la que sufren los adultos de entre 30-65 años (más del 56% de los casos). En la mayoría de los casos, se produce horas después de que la madre haya dado a luz a su hijo en el hospital, aunque se han encontrado casos en los que el bebé ha abandonado el hospital y meses después (no más de seis) se han visto sorprendidos por esta desgracia. En EEUU, se recoge el porcentaje más alto de muerte súbita (2.300 bebés mueren al año) mientras que en Europa el más bajo.
¿Por qué afecta al bebé?
Como hemos indicado anteriormente, la muerta súbita se ve a diario en el hospital, pero es especialmente en el bebé donde más se produce esta desgracia. Médicos de todo el mundo llevan años investigando cuál es la causa de que afecte a un bebé, y aunque no hay nada científicamente comprobado, se han sacado varias similitudes entre unos y otros casos que se dan en el hospital:
- Suelen ser en bebés que no han desarrollado excesivamente bien algún órgano vital.
- Colocar a su hijo boca abajo para dormir en un periodo crucial de crecimiento, a tempranas edades provoca una mala respiración y un consecuente mal funcionamiento del corazón.
- Tener la serotonina (encargada de regular la respiración, el ritmo cardiaco y la presión sanguínea mientras dormimos) a niveles más bajos de lo adecuado.
- Bebés nacidos prematuramente o con un peso más bajo del normal.
- Nacer de una madre que tiene una edad inferior a 20 años.
- Consumo excesivo de alcohol, tabaco y otras drogas por parte de la embarazada. Además, evitar el humo del tabaco por parte de las personas que se encuentren alrededor de tu hijo.
En cualquier caso, es importante recordar a las estrenadas mamás, que su hijo puede nacer con alguna de las causas citadas anteriormente y no necesariamente tiene porque ocurrirle la desgracia de la muerte súbita. Es importante que las madres vigilan las conductas y el comportamiento de su hijo al menos los seis primeros meses de riesgo y que en caso de que encuentren alguna anomalía acudan lo antes posible al hospital o consulten con su médico de cabecera. Como en la mayoría de las enfermedades, cuando se cogen a tiempo es mucho más fácil ponerle solución y en gran medida acabar con ellas.
¿Cómo reducir el riesgo de muerte?
Como ocurre desde el nacimiento de esta enfermedad hasta todo su proceso , es muy difícil determinar cómo reducir su riesgo de aparecer sin saber cuáles son los motivos exactos de su aparición. Por regla general, existen unas pautas a seguir que son recomendables que las mamás cuiden a su hijo bajo la prevención de muerte súbita o de cualquier otra patología.
- Asegúrate que de tu hijo duerme boca arriba: Desde que un estudio realizado en EEUU en 1994 y el Instituto Estadounidense de Salud Infantil y Desarrollo Humano y otras asociaciones lanzaron la campaña "Back to Sleep" (Dormir Boca Arriba) se disminuyó en un 54% la muerte de bebés en el hospital y en casa. La explicación es sencilla, los bebés que duermen boca abajo tienen más facilidad de recalentarse y no permiten el paso de la respiración de manera correcta.
- Vigila bien la ropa de cama de su hijo: Diversos estudios en todo el mundo, apuntan a que una de las razones de esta desgracia de este tipo de muerte es el mal uso de la zona donde pasan más horas su hijo: la cuna y/o la cama. Se ha comprobado que ciertos materiales de las mantas, colchas... y los colchones excesivamente blandos no permiten un buen desarrollo del crecimiento del bebé. Además, es importante que las mamás sepan que no es bueno acostumbrar a su hijo a dormir con juguetes que pueden provocar ahogamiento, falta de respiración, molestias en alguna parte del cuerpo, distraer al bebé en sus horas de sueño...
- Amamanta a tu hijo si es posible al menos los primeros seis meses: La leche materna es la mejor medicina que puede tener el bebé y la mejor barrera ante cualquier enfermedad. Es muy sana, aporta muchas vitaminas y es la mejor alimento para que tu hijo crezca fuerte y sano.
- No abrigar demasiado al bebé en los primeros meses de vida a no ser que sea estrictamente necesario : Cualquier médico le recomendará que abrigue lo menos posible a su hijo debido a que los bebés de manera natural, su cuerpo llega a la temperatura térmica necesaria para estar bien. El exceso de calor provoca subidas fuertes de temperatura a las que un recién nacido no está preparado para poder soportarlas.
Para concluir decir que la muerte súbita, en la mayoría de sus aspectos, es muy difícil determinar y poder pillarla antes de que suceda. Es repentina y por desgracia, fulminante. En cualquier caso, es importante seguir paso a paso las pautas establecidas en el hospital tras dar a luz o por su médico en los meses posteriores.
Además, las visitas periódicas al especialista, aunque aparentemente su bebé esté sano y no presente ninguna anomalía, es vital para prevenir cualquier tipo de suceso inesperado y cualquier enfermedad que no se reproduzca de manera inmediata para que ya su hijo la esté padeciendo. Además, las mamás primerizas, pueden ayudarse de manuales y libros que aportan experiencias de otras madres, testimonios y/o opiniones de médicos especializados.