Hay padres que permiten que sus hijos naveguen libremente por Internet o que naveguen pero con restricciones. Cuando esto sucede es porque está claro que no han hecho una reflexión sobre los peligros reales que existen dentro del mundo de Internet.
Los padres tienen la obligación de formar a personas equilibradas que sean pensadores libres e independientes, que sean capaces de crearse una vida fuera del hogar de sus padres. Una de las tareas más importantes para ellos, es sin duda, mantener seguros a los niños, protegiéndoles de daños físicos, mentales y emocionales. Para ello, hay que minimizar su exposición al peligro y en caso de que se encuentren ante él, deberán saber cómo actuar para protegerse ellos mismos.
Sin embargo, hay algunos padres que no piensan en darle a sus hijos un acceso ilimitado porque no se han dado cuenta de los peligros reales y enormes que acechan dentro de la red. Los padres que no perciben el riesgo pueden limitar el uso de Internet, o no limitarlo. Pero la realidad es que los padres tienen la obligación no negociable de garantizar el acceso a Internet que permiten a sus hijos utilizar, ya sea por entretenimiento, educación o comunicación. Pero que este acceso a Internet libre, sea siempre, seguro.
Los peligros de niños y adolescentes en Internet
Son muchos los niños que encuentran contenido no deseado en Internet y otros tantos, encuentran amenazas de otros en línea. Dos tercios de los niños tienen miedo de Internet, y cuando se les amenaza sienten el mismo miedo como si fuese una amenaza en la vida real, e incluso más en algunas ocasiones.
Los peligros de la exposición a contenido explícito no deben subestimarse. Las restricciones de edad en las películas existen por algo, y las mismas reglas deberían aplicarse a los menores cuando usan Internet.
Bloqueos de contenido inadecuado
La exposición a la pornografía, los sitios que promueven la violencia o la crueldad hacia las personas o los animales no es lo que construye personas equilibradas emocionalmente. Más bien al contrario, de hecho, y el daño de tal exposición es acumulativo y ocurre durante largos períodos de tiempo, causando daños emocionales y de comportamiento incalculables. Los padres deben, por lo tanto, bloquear todo acceso a dicho contenido que consideren inseguro.
Los controles parentales están basados normalmente en software, complicados de configurar y costosos para el bolsillo y el tiempo de los padres. Es necesario que los padres habiliten las funciones de búsqueda segura en su ordenador o tablet, y supervisar cada día el historial de navegación de sus hijos. Además, los niños y adolescentes no deberían tener un dispositivo propio con acceso a Internet, deberá ser siempre de uso común en el hogar.
Hay más soluciones
Pero también hay otras soluciones que se deben tener en cuenta. Hay que limitar el uso que tienen los niños y adolescentes con los dispositivos móviles. Deben tener suficiente tiempo al día para poder jugar fuera de casa, leer libros, pasar tiempo en familia o haciendo actividades con sus amigos. Es importante proporcionar un desarrollo físico, mental y emocional saludable.
Si no administras correctamente el uso de Internet en tus hijos, estarás haciendo una crianza irresponsable. Ante el hecho de que el acceso irrestricto a Internet significa que los padres abren a sus hijos a la exposición (posiblemente accidental) a contenido explícito o inadecuado para la edad, acoso cibernético, juegos de azar o sitios web que fomentan prácticas dañinas o ilegales, como desórdenes alimenticios, crimen e incluso terrorismo.
La realidad es que Internet es un lugar mucho más aterrador para los niños de lo que es para nosotros. Los niños en muchas ocasiones no saben diferenciar la ficción de la realidad. Si quieres que tus hijos tengan acceso al conocimiento del mundo, está bien, pero siempre y cuando are asegures antes de que no se distrae con contenido perjudicial para su edad y su desarrollo mental. Deberás tener el control total del uso de Internet en tu hogar e incluso pensar qué medidas de protección tienen también en la escuela.