Para que una mujer pueda quedarse embarazada tienen que darse muchos más factores de los que pensamos ya que en un mes solo existe la posibilidad real de que el cuero femenino esté preparado para ello. El embarazo solo se puede producir en aquellos días en los que las mujeres están en el periodo de ovulación, por lo que en muchas ocasiones se convierte en un verdadero calvario para aquellas parejas que que quieren ser padres.
Cuando la pareja intenta quedarse embarazada y no lo consigue, lo ideal es que ambos padres se sometan a algunas pruebas de salud para facilitar el embarazo.
¿A qué pruebas tengo que someterme para quedarme embarazada?
En el momento que decidimos ser padres, es altamente recomendable acudir al médico para que este, a través de un chequeo completo de ambos padres, descarte que alguno de ellos padece alguna enfermedad que pueda trasladar al futuro bebé. Esto deberían realizarlo todas las parejas ya que de esta manera evitaríamos algunas enfermedades o patologías en bebés. Para ello, solo tienen que acudir al médico de cabecera, hacerse una analítica completa de ambos padres y listo. Es muy importante que los dos progenitores estén completamente sanos porque de ello dependerá en su mayoría la salud del niño.
En el caso de que la pareja lleve intentando un embarazo y no lo consigan tienen que tener en cuenta cuando la mujer se encuentra en su periodo de ovulación, por lo que es ideal que se realice la prueba de ovulación para saber los días más fértiles. Estos se pueden comprar en cualquier farmacia y es muy parecido al test de embarazo, ya que este consiste en el análisis de la orina para determinar cuales son los días más fértiles del mes en la mujer y así mantener relaciones sexuales en los días más propensos al embarazo. Es muy recomendable realizar esta prueba a la misma hora siempre, lo ideal es con la primera orina del día, y también mantener relaciones en la misma hora del día, ya que así hay más posibilidades de quedarse embarazada.
En el caso de que aún así no consigamos quedarnos en estado de buena esperanza, tendremos que recurrir a un test de fertilidad tanto del padre como de la madre. Para ello tenemos que acudir al ginecólogo que nos realizará una serie de pruebas, que constan de:
- Un estudio general de ambos padres para determinar el estado de salud.
- Una ecografía para la mujer y un seminograma para el hombre, en el que se detectarán el estado de los órganos sexuales de los padres.
- Una analítica hormonal de la mujer para saber si existe algún déficit o algunos niveles extraños en sus hormonas, que no le estén permitiendo quedarse embarazada.
- Una histerosalpingografía en el que se verá si la mujer tiene obstruídas las trompas de falopio y son permeables. Esta consiste en realizar varias radiografías de la zona para ver cómo reaccionan las trompas de Falopio.
- Un test postcoital para comprobar si los espermatozoides son capaces de resistir y no morir en los flujos vaginales de la mujer.
- Una laparoscopia que se realizará en el caso de que no haya quedad muy claro el resultado de la histerosalpingografía y queramos ver mejor el estado de salud de las trompas y los ovarios.
- Un test de fragmentación del ADN para descartar algún daño cromosómico en el espermatozoide del hombre.
Por último, tenemos que tener en cuenta que cuando queremos quedarnos embarazadas es altamente recomendable que llevemos un estilo de vida sano, ya que esto facilitará el proceso de embarazo y la salud del niño que se gestará dentro de nosotras. Para ello lo ideal es mantener una alimentación equilibrada, realizar ejercicio de forma diaria y evitar tomar sustancias como alcohol, drogas o tabaco.