Las redes sociales han cambiado la realidad de todas las personas. La comunicación es diferente, así como las noticias que se reciben o el cómo se comparten las cosas con los demás. Es un nuevo mundo que nadie se podía imaginar hace tan solo algunas décadas atrás. Pero todo esto no solo afecta a la comunicación entre las personas, también afecta a la crianza de los hijos. Ahora, antes de compartir una fotografía de los niños esperando 'me gusta' de tus conocidos en línea, es mejor saber el cómo las redes sociales han cambiado la forma en que somos padres.
Tu cerebro se queda en pausa
Las redes sociales hacen que tu cerebro se quede en pausa, y lo peor, es que no te das ni cuenta. Los momentos de crianza que deberías disfrutar y celebrar... te los pasas mirando el móvil y las redes sociales. Es así de triste y de real. Si además estás viviendo ese momento, en lugar de disfrutarlo plenamente prefieres coger el teléfono y grabarlo o hacer una foto para después compartirla en redes sociales. Te piensas que estás disfrutando ese momento pero en realidad tu cerebro se ha puesto en pausa.
En ese breve momento de pausa, te estás perdiendo algo especial. Es necesario echar de menos (para recuperar) esa interacción natural entre padres e hijos en la que solo se trata de una relación de dos, sin compartir lo que sucede con nadie de fuera... a los que en realidad, poco le importa.
Comparas más tu crianza con la de los demás
Como padre, puedes contar con encontrar a esa madre que siempre se jacta de su hijo y todos sus maravillosos logros. Llegó temprano a sus hitos, fue aceptado en la mejor escuela de la ciudad y sabe sumar, restar y dos idiomas con 3 años.
Gracias a las redes sociales, no tienes que ir al patio de recreo para ser bombardeado con esta información. Lo mejor de lo mejor acerca de los niños de todo el mundo ahora se le presenta en una línea de tiempo hermosa, con imágenes, en tu propia casa.
Los padres suelen poner 'me gusta' y comentarios, pero es una batalla secreta empiezan las comparaciones internas. Muchos padres informan que compraran su propio éxito de crianza y los eu se siente como fracasos en función de lo que leen o ven en las redes sociales. Incluso pueden comprar a su propia pareja como peor o mejor padre o madre dependiendo de lo que vea en redes sociales. Quizá vea a una pareja que llega a casa pronto de trabajar y hace una comida saludable para toda la familia, y se siente mal por no tener tiempo suficiente para cocinar a sus hijos.
Cuando se miran las redes sociales, la gran mayoría de los padres no comparte lo bueno, lo malo y lo feo. Las redes sociales son como un álbum de recortes en tiempo real en el que tomas la decisión consciente de no compartir tus dificultades o tus días malos. Compartimos el lado más brillante de la vida ... y lo mismo hacen todos los demás. Esa mentalidad de que "todos los demás lo están haciendo mejor que yo" crea estrés innecesario. Un estudio reciente demostró que dejar de mirar Facebook hizo que las personas, y tanto padres como hijos, se sintieran más felices.
¿Compartes demasiado en redes?
Quizá pienses que no compartes demasiado en las redes sociales, pero, ¿tus amigos comparten demasiado de sus vidas? Entonces posiblemente tu contestación sea afirmativa. Las redes sociales han convertido a los padres en abusadores. Los padres solo muestran lo que quieren, para dar envidia en la mayor parte del tiempo, y si son varias veces al día, parece que mejor. No hay límites, desde los niños vomitando hasta un evento social donde todos van vestidos de etiqueta.
Cuando se comparte demasiado, se rebasa el límite de la intimidad, la protección y la seguridad. Es necesario pensar bien qué se comparte, por qué se comparte y quienes son las personas a las que le llegará esa información.
Te quitan mucho tiempo
Si apuntas en un papel el tiempo que usas las redes sociales en un día y lo sumas durante una semana, te darás cuenta que el tiempo que te roba es mucho más de lo que te puedas pensar ahora mismo. Pregunta a tus hijos si te consideran un padre distraído... te pueden sorprender las respuestas. Es hora de que seas consciente de esto y de que puedas pasar con tu familia más tiempo e incluso, disfrutar de la indulgencia a solas con ellos para recargar energías.
Esto no significa que debas renunciar completamente a las redes sociales. Solo tienes que asegurarte de que estableces límites saludables para todos los momentos en los que estás con tu familia y desconectar del mundo virtual para poder disfrutar del presente de forma real. Disfruta de la compañía de los demás en este mismo instante.
Demasiadas actualizaciones
Es normal que los padres estén orgullosos de sus hijos, ¡y que quieran compartir ese orgullo con los demás! Pero cuando se hace con demasiadas publicaciones puede resultar excesivo y cansado. Lo peor es cuando los padres hacen actualizaciones que se ocultan sutilmente con críticas a otros o personas fanfarronas que al final generan malestar en otras personas.
Las actualizaciones cuando se vuelven excesivas pueden enemistar a los padres y a las madres... Y quizá, si no hubiera existido Facebook todo esto podría desaparecer y por tanto, que no existieran estos problemas entre las personas por querer maquillar demasiado la realidad.
Los padres midan la fama y su autoestima según los 'me gusta' que tengan... y piensan que cuanto más 'me gusta' tienen más queridos son por los demás... y a veces, puede ser por todo lo contrario.
Todo esto puede afectar al estilo de crianza de los padres, hacer que se distraigan de lo más importante: estar en familia y disfrutar de los hijos. También puede pasar que los niños sientan que sus padres están demasiado distraídos con 'otras cosas' y que no les presten la atención que merecen. Los padres quieren estar demasiado conectados con Facebook o Instagram y no se dan cuenta que en lo que realmente importa, están desconectados...