La acidez de estómago es el reflujo de los gases y parte del contenido del estómago a través de una válvula que separa el esófago del estómago, llamada esfínter. La mujer siente que la comida vuelve por el esófago hacia arriba, produciendo una sensación de escozor en el esternón, entre las costillas, y posibles ganas de vomitar, es lo que se llama el flujo gastroesofágico. Es debido a que se produce un relajamiento de esos músculos tras la digestión y suele aparecer tras las comidas que estuvieron muy especiadas, picantes o simplemente comimos una gran cantidad. La válvula con un exceso de comida a veces tiene dificultades para cerrarse sola.
También hay condiciones de la persona que la hace más sensible a la acidez, como es el caso de las mujeres embarazadas. Los motivos por los que son más frecuentes los reflujos gastroesofágicos son:
- Durante el embarazo la mujer sufre un aumento de la hormona progesterona, que entre otras causas aumenta la producción de los jugos gástricos provenientes del estómago.
- A partir del segundo y sobre todo tercer trimestre, la barriga ejerce presión sobre el estómago de la mujer y eso facilita la apertura del esfínter que separa ambas secciones. El resultado es la subida de gases y restos de ácidos hacia el esófago. Se tiene la sensación de que "vuelve" la comida a la garganta.
- En el embarazo se produce un relajamiento general de los músculos del aparato digestivo. Primero, el esófago pierde potencia para enviar la comida a través de él y de la válvula hacia el estómago. Segundo, las paredes del estómago pierden parte de la potencia que tenían para contraerse con el objetivo de descomponer la comida. Es decir, se alargan las digestiones.
Remedios contra la acidez de estómago
A continuación os dejamos con algunos remedios que os pueden aliviar la acidez en el embarazo.
Hay muchas infusiones a las que recurrir después de la comida y que facilitan las digestiones. Prueba a tomarlas en vez del típico café, que no es recomendable si estás embarazada. Las infusiones que más te aliviarán son la manzanilla, menta-poleo o una infusión de jengibre. Para ello hierve agua en un hornillo y coloca una cucharadita de cualquiera de estas hierbas. Déjala infusionar una media de tres minutos y cuélala. No la tomes ni muy fría ni muy caliente, preferiblemente a sorbos pequeños. La infusión de jengibre además te reducirá las náuseas típicas de este periodo.
Otras infusiones menos conocidas pero igualmente efectivas son el cardamomo, la albahaca y el cedrón. En todas ellas se recomienda hacerlas por adelantado y dejarlas infusionar, para tomar una taza después de cada comida principal.
2- Antiácidos :
Si tienes muchos dolores es el remedio más rápido de solucionarlo. En general, las embarazadas pueden tomarlos sin riesgo, a no ser que abuses de ellos. De todos modos consulta antes con tu ginecólogo para comprobar si los antiácidos que vas a tomar son adecuados para ti porque aunque la mayoría de ellos son de venta libre siempre es mejor asegurarse. Hay algunos por ejemplo que son menos recomendables por tener aluminio entre sus componentes, que en grandes cantidades pueden ser tóxicos, por tanto, aunque no son peligrosos si los tomas de manera puntual es mejor no arriesgarse si tenemos otras opciones a mano. Por otro lado, el bicarbonato de sodio tampoco es muy recomendable porque el sodio ayuda a retener líquidos, no muy beneficioso para la madre por encontrarse en un estado en el que ya de por si se tiende a retener.
Por otro lado, las tabletas y antiácidos masticables compuestos a partir de bicarbonato de calcio o hidróxido de magnesio son seguros para las madres, aparte de rápidos y sencillos de tomar.
3- Tomar un yogurt o un vaso de leche fría :
Es un remedio muy poco apetecible, sobre todo si has comido demasiado, pero lo cierto es que funciona porque arrastra los restos de ácidos de nuevo al estómago a través de la válvula.
4- Mascar chicle :
Si estás fuera de casa y no puedes tomar nada de lo dicho anteriormente puedes probar a mascar un chicle. Con el chicle estimularás las glándulas salivares y equilibraremos el ph ácido.
5- Zumo de papaya o agua de coco :
Otra opción más ligera es tomar 30 minutos después de la comida medio vaso de zumo de papaya natural. Incluso puedes probar con el agua de coco para conseguir un efecto parecido, que además tiene la ventaja de que se vende en algunos supermercados en forma de lata.
Como prevenir la acidez de estómago
Como es mejor prevenir que curar os dejamos con algunos consejos para evitar sufrir acidez, así sabrás de antemano que hábitos inadecuados contribuyen al malestar.
- Come menos cantidad en las comidas principales y repártelas a lo largo del día. Es decir, haz cinco comidas diarias modestas en vez de 2 o 3 abundantes. Evita también echarte a dormir al poco de haber comido, al estar tumbada aumentas las probabilidades del que aparezca el reflujo gastroesofágico, espera al menos un par de horas. Además a la hora de dormir es recomendable elevarte al menos 30 grados para que tu estómago esté en una posición inferior a tu pecho, así los ácidos se mantendrán en el estómago.
- Usa ropa floja para evitar presión sobre tu vientre. Además dobla las rodillas si quieres agacharte, por ejemplo si tienes que recoger algo del suelo. Nunca dobles tu cintura hacia abajo.
-Evita todo tipo de comidas demasiado condimentadas o especiadas. Las salsas fuertes, el curry, el ajo en polvo, las vinagretas, etc. De la misma manera, las frutas cítricas como las naranjas, tomates o ciruelas pueden empeorar los síntomas. Por otro lado, el agua bébela entre comidas pero no la bebas en exceso en las comidas principales. Si llenamos mucho el estómago será más fácil sufrir ardores porque los ácidos gastrointestinales pueden volver a través la válvula. Por otro lado, las comidas con demasiada grasa o aceite tampoco son recomendables porque el cuerpo tarda más en digerirlo, así que si puedes elige lácteos desnatados, carnes magras y cocina usando menos cantidad de aceite.
- Cuando estés comiendo mastica muy bien los alimentos para que tu estómago no tenga que esforzarse tanto para digerir la comida.
Por último, si has probado a seguir estas recomendaciones y el ardor de estómago prevalece en el tiempo no lo dudes más y acude a tu médico. Él te dará recomendaciones más específicas que se ajustarán mejor a tu problema.