No todas las mujeres rompen aguas antes de comenzar a tener contracciones, pero es importante saber cuándo se rompen y qué deberías hacer en ese caso. Cuando estás embarazada es posible que te preocupe cuándo romperás aguas y quizá te imagines cómo se llena todo de líquido... Es posible que ya te hayas imaginado comprando en el supermercado y que de repente llenes todo el pasillo de agua... No tiene que ser así exactamente.
Tan solo el 13% de las mujeres rompen aguas antes del inicio del parto. Más del 75% de las veces no se rompen aguas hasta que el parto está a más de 9 cm de dilatación. Eso no significa que el temor sea real de que no se sepas la diferencia entre el líquido amniótico y la orina. Estos sencillos pasos pueden ayudarte a determinar si tu bolsa de líquido amniótico se ha roto o si tienes problemas de vejiga.
Toma una respiración profunda
Si entras en pánico no te servirá de nada. Toma un minuto para respirar profundamente y otros dos minutos para pensar con claridad. Ve a un baño cercano. Normalmente no se experimenta un chorro tan grande como aparece en las películas, ¡no vas a mojas los zapatos de nadie! Simplemente notarás tu ropa interior mojada.
Qué debes recordar si crees que has roto aguas
Si crees que has roto aguas, tendrás que recordar algunas cosas clave:
- ¿Qué color tiene?
- ¿Cómo huele?
- ¿Es un chorro o un goteo?
- ¿A qué hora ha pasado?
Estas cuatro cosas deberás recordarlas para informarlo a tu médico. Le será de gran utilidad. El color, el olor, la cantidad y el tiempo le ayudará a determinar el mejor curso de acción para ti. Simplemente anote esta información para no olvidarla antes de ir al hospital.
¿Es líquido amniótico u orina?
La forma más fácil de determinar si es liquido amniótico u orina es ponerte ropa interior limpia y seca, y una compresa. Entonces tendrás que recostarte alrededor de media hora. Si el líquido es líquido amniótico, se acumulará o se acumulará en la vagina mientras estás tumbada.
Durante esta media hora piensa en cómo harás después. Avisa a quién deba llevarte al hospital, trata de hacer un recuento de las patadas fetales y toma nota de los movimientos de tu bebé. Incluso si lo necesitas, toma una siesta de 30 minutos para calmar tu mente si te has puesto nerviosa.
Cuando pase la media hora, levántate y ve al baño de nuevo. Tendrás que verificar si la compresa está húmeda o seca. Si está seca es probable que no hayas roto aguas, quizá haya sido moco cervical o pérdida de orina. En cualquier cosa si tienes dudas acude a tu médico.
Si descubres que has roto aguas mira el color, el líquido amniótico usualmente es claro a color pajizo pálido (más claro que la orina). Si huele a orina, será orina. Si huele a lejía o tiene un olor dulzón, es más probable que sea líquido amniótico. Pero siempre, en caso de duda, acude a tu médico rápidamente.
Pruebas en el hospital
Tu médico puede utilizar dos pruebas para ver si el líquido es líquido amniótico o no. Primero te hará un examen vaginal. Durante el examen vaginal, el médico, la partera o la enfermera presentarán un pequeño trozo de papel, llamado papel de tornasol. Este papel reacciona cambiando de color cuando está expuesto al líquido amniótico. Si el papel no reacciona, es que no has roto aguas.
Otra prueba es tomar una pequeña muestra de líquido y observarla bajo un microscopio. Cuando el líquido amniótico está seco, el patrón que se hace en el portaobjetos del microscopio se parece a una planta de helecho y, por lo tanto, se llama helecho. Por lo tanto, si ven helechos, has roto aguas. Si no has roto aguas, te mandarán par casa y si se ha roto, deberán seguir los protocolos adecuados.