El sangrado de implantación es una pérdida de una cantidad muy pequeña de sangre que ocurre cuando el óvulo fecundado se instala en la pared del útero. Pero, ¿cómo distinguirlo entonces de la menstruación? ¿Ocurre siempre? ¿Puede ser peligroso? ¿Cuánto dura? Respondemos a todas tus dudas sobre el sangrado de implantación para que lo tengas bien claro.
¿Qué es el sangrado de implantación?
Cuando el óvulo fecundado se adhiere a las paredes del útero, puede hacer que algunos de los vasos sanguíneos de esta zona se rompan. En este momento, el útero se encuentra en un momento de lo más especial, y es por eso que el flujo sanguíneo, la circulación, es mucho mayor de lo habitual y está más sensible. Por eso, es perfectamente normal que se produzcan esas roturas y que las embarazadas sangren ligeramente durante unos días.
Se puede confundir con la menstruación, ya que suele ocurrir entre 6 y 12 días después de la fecundación. Si tienes en cuenta cuáles son tus días más fértiles verás que si no te hubieras quedado embarazada durante este periodo, sería el momento en el que comenzaría tu menstruación.
¿Cómo distinguir el sangrado de implantación de la menstruación?
Por la cantidad y por el color del sangrado. Tú conoces tu regla mejor que nadie y sabes cómo suele empezar. Cuando esa sangre corresponda a la implantación del futuro bebé en tu endometrio verás que la cantidad es mucho menor y su color más oscuro. Mientras que la menstruación suele durar una semana completa, el sangrado de implantación solo dura de uno a tres días.
Por otro lado, también debes de tener en cuenta los síntomas que habitualmente sufres cuando te viene la regla: hinchazón del pecho, dolor abdominal agudo, sensibilidad, dolores de cabeza, mareos, cambios de humor repentinos... Si se trata de un embarazo, pueden ser parecidos y llevarte a engaño. Recuerda que es posible quedarte embarazada durante el periodo.
Otros síntomas del sangrado de implantación
Además de los síntomas similares a la menstruación, hay otros que pueden ayudarte a distinguir si se trata del sangrado de implantación y por tanto, de un más que probable embarazo. Por ejemplo, si sientes calambres leves en el vientre, lo tienes hinchado, tienes nauseas, reaccionas de forma anormal a ciertos olores fuertes, puedes estar ante un sangrado de implantación.
¿Les pasa a todas las mujeres?
No, de hecho solo les ocurre a una de cada cuatro mujeres y de ellas es posible que un embarazo pase y en otro no o que ocurra en todos. Cada mujer es un mundo, y más cuando hablamos del sistema reproductor. No tienes que asustarte si ocurre y tampoco si no lo hace. En ningún caso es determinante.
¿En qué casos debería asustarme?
No debes temer, como ya hemos dicho es perfectamente normal. Solo debes asustarte si el sangrado es muy abundante, si sientes dolores intensos o si el sangrado no cesa a los tres días. En cualquier caso, y para quedarte más tranquila, consúltalo con tu ginecólogo. Él será el que te asegure que se trata o no de un embarazo cuando haya pasado el tiempo necesario para realizarte las pruebas. También puedes sangrar durante y después del coito.
Si no has tenido relaciones en el último mes o utilizas métodos anticonceptivos habitualmente y no tienes constancia de que hayan fallado deberás consultar con tu médico. El sangrado vaginal puede ser síntoma de algunas infecciones y enfermedades como el cáncer de cérvix.
¿Es sinónimo de embarazo?
En la mayoría de los casos, el sangrado por implantación es una primera prueba de que estás embarazada. Pero no siempre es fiable al 100%. Para asegurarte, lo mejor es que te hagas un test de embarazo que te lo asegure. La mayoría de estos productos solo funcionan si ya tienes uno o más días de retraso en tu menstruación así que echa bien las cuentas antes de salir corriendo a la farmacia más cercana.
¿Y si el sangrado se produce en otro momento del ciclo?
Es posible que sea sangrado por implantación ya que el ciclo podría estar produciéndose de forma anormal para los tiempos habituales. Sin embargo, en aquellas mujeres que tienen ciclos muy regulares es extraño. En estos casos, podríamos estar hablando del sangrado de ovulación o spoting y que se produce precisamente durante la ovulación.
Se trata también de un sangrado ligero y de corta duración que viene precedido de dolores abdominales similares a los de la menstruación. Puedes distinguirlo además, porque suele producirse alrededor del día 14 de ciclo. Tampoco debe ser motivo de alarma si no viene acompañado de síntomas y dolencias más graves.