La fisura palatina consiste en una malformación congénita en la boca que aparece aproximadamente en uno de cada 1000 bebés nacidos cada año. Al tratarse de un porcentaje elevado, dada la gravedad que este puede llegar a ocasionar, es aconsejable tenerlo en cuenta.
La fisura palatina, o el paladar fisurado, es una malformación que en muchas ocasiones puede aparecer unida al labio leporino, pero en otras ocasiones no. Cabe tener en cuenta que esta se da en un nivel mucho más elevado en niñas recién nacidas que en niños. Esta patología se debe a que en la séptima semana del mes de gestación se ha producido una falta en la fusión de los elementos del labio superior y del paladar primario.
¿Qué secuelas puede dejar la fisura palatina?
Cuando un bebé nace con una malformación de fisura palatina, y este es operado, tiene que tenerse en cuenta que este problema deja una serie de secuelas a valorar, aunque depende del nivel de evolución que tenga esta malformación puede tener unas secuelas diferentes.
1. Problemas del habla
Esta es la secuela más común vamos a hablar de la fisura palatina. Al tratarse de un problema en el paladar de la boca, a la hora de hablar es cuando más vamos a notarlo, ya que para ello necesitaremos ayuda de un profesional logopeda o foniatra que nos ayude a mejorarlo. Necesitaremos a estos profesionales para que, a través de diferentes técnicas específicas a este problema del habla, enseñen a hablar de la manera más eficaz posible a los niños con este problema.
2. Remodelación oral
Esta va a ser otra de las secuelas que van a tener que soportar los niños con fisura palatina. Como este problema consiste en que la boca del bebé nace con una malformación, vamos a tener que contar con un grupo de odontólogos y odontopediatras para realizar una remodelación de la boca del pequeño, y en algunas ocasiones incluso tendremos que optar por poner piezas dentales nuevas.
3. Oídos y fosas nasales
Esta es otra de las secuelas a tener en cuenta cuando se trata de un problema de fisura palatina. Para ello necesitaremos un médico otorrino que lleve a cabo un estudio de las estructuras de las fosas nasales del niño que ha sido afectado con la fisura palatina y podremos así mejorar, en la medida de lo posible la situación. En la mayoría de los casos los niños con esta malformación van a tener unas secuelas nasales y auditivas que van a consistir en alteraciones del oído medio y deformidades en la punta nasal, debido a la conexión entre la boca y las fosas nasales. Una vez los afectado por este problema van cumpliendo años, tienen que ser reconocidos por un médico profesional que les hará un seguimiento para que la situación no empeore.
4. Facilidad de contraer enfermedades
Por último, los niños afectados por esta malformación van a tener mayor facilidad para contraer cierto tipo de enfermedades, ya que se encuentran más desprotegidos que en una situación normal. Esto facilita a las infecciones de mucosa, ya que la piel de las fosas nasales al ser inexistente deja libre de protección a la piel de la zona, que tiene mayor facilidad de ser contagiada por cualquier enfermedad.
Cuando nos encontramos con un bebé recién nacido con esta malformación , lo mejor que podemos hacer es hablar con un profesional que nos enseñe las diferentes técnicas que existen para dar de comer a un bebé y que este tenga el menor número de consecuencias posibles, cómo darle de mamar y hacernos con un material de apoyo para poder afrontar esta situación de la manera más natural posible.