Son cada vez más mujeres las que deciden que les administren la epidural para no sentir tanto dolor durante el parto. A pesar de la aceptación general y de la seguridad que hay ante la epidural actual, aún hay muchas mujeres que prefieren parir sin la 'mágica inyección' para sentir la fuerza del parto y también para evitar posibles riesgos.
La epidural
El objetivo de la epidural es bloquear el dolor. Los nervios envían las señales del dolor a través del espacio epidural hasta el camino que lleva al cerebro. La epidural se inyecta entre las capas del espacio epidural para bloquear las señales de dolor y por eso, se puede parir sin dolor gracias a esta inyección.
Todo el mundo experimenta el dolor de manera diferente, la intensidad que se siente nada tiene que ver con quién es más duro o más fuerte. Si estás considerando utilizar la epidural pero no sabes si realmente sentirás dolor o no, no te preocupes y sigue leyendo para salir de dudas.
El dolor y la epidural
Depende del momento de dilatación en el que te encuentres la epidural puede hacer más o menos efecto. Se tiene que aplicar a partir de unos determinados centímetros de dilatación para que realmente haga efecto, porque si se espera demasiado y por ejemplo te encuentras en 7 cm de dilatación, aunque te la administren es probable que no te haga el mismo efecto que si te la ponen en el momento indicado, por ejemplo, si estás de 3 o 4 cm de dilatación.
Hay mujeres que temen más a la epidural que al parto, pero cuando reciben la epidural se dan cuenta de que el procedimiento es menos doloroso e incómodo e incluso las contracciones son más llevaderas, así como el momento tan delicado del alumbramiento, cuando el bebé empieza a sacar la cabecita por la vagina hasta sacar el cuerpo entero.
Otras mujeres temen el tamaño de la aguja, pero en realidad el tamaño de la misma no importa ya que se utiliza una aguja inicial que realmente es pequeña y que se adormece la zona justo antes de introducir la aguja para la epidural, que aunque es considerablemente más grande ya no se nota. Se puede sentir cierto picor o escozor durante unos 5 segundos. La epidural empezará a hacer efecto de los 5 a los 15 minutos después de su aplicación.
El efecto de la epidural para ti y tu bebé
Aunque las epidurales no ralentizan la dilatación del cuello uterino ni aumentan el riesgo de necesitar una cesárea, pueden prolongar la fase de empuje en un promedio de 20 minutos. El procedimiento también puede aumentar tu temperatura corporal y aumentar las probabilidades de desarrollar fiebre. Esto puede confundir a tu médico, que podría no ser capaz de decir si el aumento de la temperatura es debido a la epidural o a una causa subyacente como alguna infección.
El dolor causa la liberación de las hormonas de estrés en el torrente sanguíneo, lo que puede aumentar tu ritmo cardíaco y desviar la sangre del útero. El dolor también puede hacerte hiperventilar, que también puede desviar la sangre de la placenta, la parte del útero donde tu bebé recibe oxígeno y nutrientes. Como las epidurales bloquean este dolor estas consecuencias negativas no las padecerías.
En cuanto a la salud de tu bebé, no hay investigaciones significativas que muestren que la anestesia perjudique a los bebés de alguna manera. Por tanto, la anestesia epidural si se aplica en el momento adecuado podrá bloquear el dolor. Si se aplica mal quizá te bloquee una parte del dolor pero no todo... Por eso, si sientes cualquier cosa extraña después de la aplicación de la epidural deberás comunicarlo inmediatamente a tu médico para ver qué sucede exactamente.